Pesero empapelado de un Tomás con cara, no de emo, sino de comandante de puestoManuel Martínez Cascante
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Me envía mi admirado José Ramón Márquez un enlace al blog taurino Del toro al infinito, donde aparece la imagen que ven arriba. Yo aún no me he cruzado con ese pesero, que parece circular en una incorporación al distribuidor vial San Antonio, no muy lejos de la plaza de toros Monumental (La México).
Cualquiera diría que José Tomás (el "Emo de Galapagar", según Ignacio Ruiz Quintano) anda necesitado de tan aparatoso reclamo para convocar a los aficionados, cuando hace menos de un año había tortas por conseguir una entrada. Aunque su presencia está anunciada para el próximo domingo, como es habitual todavía no se conocen con certeza ni el ganado ni los compañeros de cartel. Según algunos medios, podría tratarse de un mano a mano con el torero hidrocálido Arturo Macías. Sí les aseguro que esa corrida no será televisada. Y, sin demasiado temor a equivocarme, puedo adelantar que el encierro no impresionará por su trapío. Incluso me atrevo a vaticinar que a Tomás no se le regatearán facilidades para que pueda igualar los éxitos de Enrique Ponce y Miguel Ángel Perera en la pasada Temporada Grande, cuando ambos consiguieron cortar sendos rabos. En previsión de que así suceda, los cronistas lambiscones ya pueden ir buscando nuevas metáforas para su inevitable panegírico.
