lunes, 16 de noviembre de 2009

LUNES, 16 DE NOVIEMBRE

QUE GUSTE SU TOREO

La noticia más amable del momento es que Cayetano ya está en México, donde espera "que guste mi toreo". ¿Y por qué no va a gustar? Uno, y por casualidad, que es la décima musa, ya ha visto al mejor y al peor Cayetano.

Al primero, en Barcelona, cuando la reaparición del Emo de Galapagar. Cayetano bordó el toreo mignon ante aquella becerrada, una caja de yemas de San Leandro, de la mano del tío Jindama, que le cantó hasta la estocada en la suerte de recibir. Nadie habló de él, porque la suerte del MG (Marketing y Glamour) ya estaba echada.

Al segundo, en Arévalo, la cuna de Emilio Romero, padre de Mariví, la Gertrude Stein del viejo Molés. Un choto amorcillado y exhausto se echó, instante que aprovechó el diestro para tirar la muleta y, de rodillas, hacerle un desplante al rendido bicorne (en este caso, el palabro "bicorne" es una calumnia, pero me gusta por lo estrafalario) que provocó el delirio en los tendidos: "¡Torero! ¡Torero! ¡Torero!"

Yo apuesto por el torero de Arévalo, que es el que tiene, como la sardina, cuna de plata.

Ignacio Ruiz Quintano