sábado, 7 de diciembre de 2024

Clasicus


Dmitró Chihrinski


Ignacio Ruiz Quintano

Abc Cultural


Señores, hemos llegado al “Clásico”, que es como el “As”, uno de los faros de la hegemonía cultural, llama al Madrid-Barcelona de esta noche en el Bernabéu, donde se ventila la Liga de fútbol exactamente igual que hace cincuenta años.


¿Y qué ha cambiado en cincuenta años?


En la historia de las mentalidades, que es una medida francesa muy útil, nada: el español sigue siendo ese logrero incansable que, a base de ronear al poder, consigue que no le toquen el cocido. Donde había un yugo y un haz de flechas hay un puño y una rosa, y donde había un bigotito delgadito hay una barbita canosita. Mediocridad y, un par de veces por semana, fútbol. Hoy, el “Clásico”.


Antes, el clasicismo consistía, como bien decía Pemán, en hacer que todo, la Verdad, la Vida, la Belleza, tuviera... menos cuento. Ahora, gracias al fútbol, no hay clasicismo sin cuento, y todo el mundo se pasa la semana echando el suyo con la cosa del “Clásico”.


“Cuentos del fútbol”, tituló Valdano una antología infumable de literatura balompédica, y eso parecen estos días los periódicos, en cuyos editoriales sólo falta pedir la suspensión de la democracia para ver el “Clásico”, como han pedido los ecologistas para salvar al planeta.


El Madrid se juega su victoria consecutiva número 13 y con Pellegrini en el banquillo. Todo suena a Fernández Flórez: “La novela número 13” y “El sistema Pelegrín”. Los del Madrid son futbolistas superiores a los del Barcelona, pero ganará el equipo que menos mire a su entrenador: Pellegrini, el primo de Dulce María, en el Madrid, y en el Barcelona, Guardiola, el “Pep” –ese muchacho indeciso– de la progresía ibérica.


Pellegrini tiene cabeza de estratego pobre, porque ésa ha sido su carrera, y podría repetir la pifia europea de Lyon. Guardiola tiene la escuela de Cruyff y un juego de copas en la vitrina del mueblebar. Por ese lado gana Guardiola. Más lo que en este régimen de democracia faisanada impone Zapatero, que en Madrid es del Barcelona como en Barcelona sería del Madrid. El oportunismo de Laporta, ese epígono nacionalista del doctor Robert, ha hecho el resto, y el Barcelona es en este momento el club del sistema, el Hamilton del fútbol: poca historia y mucha adulación. A veces recibe una sanción, y entonces no la cumple. Su victoria en Madrid sería la de una nación. Para el Madrid, en cambio, ganar hoy sólo supone la victoria número 13. ¡Y sin Chigrinski!

Sábado, 7 de Diciembre

 


Vecino Jack

viernes, 6 de diciembre de 2024

El periodismo ciudadano


Curtis Yarvin

Ignacio Ruiz Quintano

Abc


Arrecia la propaganda de guerra, y conviene cuidarse de lo que uno oye y lee en los medios encargados de distribuirla, razón por la cual arremeten contra las redes sociales (¡el “periodismo ciudadano”, lo llama Elon Musk, siempre por delante!), cuyos usuarios de a pie son los destinados al sacrificio en el frente. En América, la pelea entre periodismo lobista y periodismo ciudadano es a muerte:


El New York Times ganó el Pulitzer por dos años seguidos impulsando el engaño sobre Rusia, y todos ustedes, los “lemmings”, los siguieron hasta el abismo, quemando su credibilidad para siempre. Lo que leemos en X puede estar equivocado, pero sabemos que los medios tradicionales son simplemente perros falderos de los demócratas... ¡Así que X es el medio ahora! –resume James Woods, al que Musk tenía bloqueado en su X.


Para Musk, un lince para verlas venir, el periodismo ciudadano es el periodismo del futuro, que ya está aquí, se supone que en su X, “donde se puede escuchar a verdaderos expertos en cualquier campo en particular, y puedes escuchar la refutación”, lo que ha provocado una falsa estampida de viejas del visillo progresista que, a falta de vida propia, se dedican a roer en las ajenas para denunciar quién falta a misa.


En España, contra el periodismo ciudadano impulsamos el periodismo de Estado, a partir de que, según la leyenda, el mejor periodismo mundial se hizo aquí, durante el franquismo, en “Pueblo”, el diario del sindicato vertical. Hoy, y gracias a la Democracia Que Nos Dimos, sus estrellas son Inchaurrondo y Broncano: una quería ser Rachel Maddow y se ha convertido en Bill Maher: y el otro quería ser Bill Maher y se ha convertido en Joy Reid. Contra la guerra sólo está el periodismo ciudadano: todo el mundo puede recordar con “El cuaderno gris” de Pla lo bien que se vivió en España gracias a la neutralidad de Dato durante la guerra del 14, por no hablar del bar del Palace durante su continuación en el 40 gracias a la neutralidad de Franco.


Compañeros hay que ven en el periodismo ciudadano intrusismo, dado que el tuitero común carece de la póliza de la Complutense, donde, allá por el 78, un profesor de profesión militar que daba comunicación me quiso expedientar por atribuir en un examen la “democracia representativa” a un tal Hamilton, en vez de a su Suárez, el del aeropuerto. Que uno sepa, el último hamiltoniano respetable es Curtis Yarvin, único pensador vivo (por pensador y por vivo) que nos queda, y que acaba de publicar un ensayo sobre el poder que quita el hipo, sobre todo a Trump y a Must, que ahí tienen lo que pueden hacer y seguramente no harán, salvo milagro.


Los progresistas no creen en el sistema de gobierno estadounidense, sólo en el poder. Los conservadores no creen en el poder, sólo en el sistema de gobierno estadounidense. Por lo tanto, los progresistas siempre ganan y los conservadores siempre pierden.


Y aquí, que si Azúa zurra a Sánchez.


[Viernes, 29 de Noviembre] 

La España constitucional. Posautonomías


Adolfo Suárez González


Ignacio Ruiz Quintano
Abc


El 78 fue el diálogo entre el pánico de los que estaban y la codicia de los que venían, sin lo cual no se explica el arreglo de lo que ahora termina.


Pánico y codicia unidos no podían esperar a una Constitución, y forzaron a Suárez, erigido en poder constitucionario (según Sieyes, el poder constituido que se las echa de poder constituyente) a crear un unicornio jurídico: las Preautonomías. La primera, en septiembre del 77, para los catalanes, y la segunda, en enero del 78, para los vascos. Después, y para colocar, a petición socialista, a la “famélica legión”, el simpático centrista Clavero inventó la Teoría de la Tabla de Quesos, popularmente resumida en “café para todos”.

Igual que Cánovas había estimulado los nacionalismos vasco y catalán para arrancarle pelos al lobo del carlismo rampante, Clavero creía que la achicoria para todos rebajaría el café vasco-catalán (¡el mito nacionalista del “despertar”!).


El derecho de autonomía (?) –explicaba aquel buen hombre– tiene tres aspectos: autoconfigurarse, autorregularse y autogobernarse.

Desde la famosa “garantía institucional” schmittiana no se había visto cosa igual, pero hacía falta “poner negro sobre blanco”, a lo Ónega, el nuevo derecho, y para eso estaba Manuel García Pelayo, que no tiene la disculpa de la ignorancia, como los constitucionalistas de hoy, pues era, además de lector, amigo de Carl Schmitt, quien le regaló en su casa de Berlín un libro sobre el general prusiano Scharnhorst, y por dedicatoria, este aforismo de Jünger: “Nadie muere antes de cumplir su misión, pero hay quien la sobrevive”.


García Pelayo sobrevivió (mal) a la Constitución, pero no a las Autonomías que él definió cortando con la radial conceptual de Errejón la famosa logorrea forense de Groucho (“la parte contratante de la primera parte…”):

Las partes se constituyen como entidades jurídico-políticas a partir de la unidad y no la unidad a partir de las partes.

Y a partir de ahí, las Posautonomías.


Octubre, 2017

La Segunda División. 18.- Albacete Balompié

Albacete de leyenda. Nombres en el pecho


Alberto González en el Linares con su libro


Clubes de 1ª 94/95

 

   Francisco Javier Gómez Izquierdo


        En unos fascículos que sacó el Interviú hace 30 años y que servidor tiene encuadernados, sorprende una liga en primera en la que había dos equipos ya desaparecidos: C D Logroñés y S. D. Compostela y otros siete que hoy andan por la Segunda: Zaragoza, Racing, Deportivo, Málaga, Oviedo, Tenerife y Albacete. En aquel noventa y cuatro el club de moda era el Albacete con un entrenador, Benito Floro, que impactó al mundo del fútbol.


        Se añora en Albacete a Floro, a Catali y al diez, que era Zalazar (su hijo Cuqui lleva el nueve en el Córdoba); añora aquellos noventa... y el Alba que siempre ha tenido buen ojo con los entrenadores fichó el año pasado a Alberto González, un tipo que lo salvó del descenso y que se le ve estudioso en las disposiciones tácticas del juego y sobre todo de la importancia de las transiciones (Benito Floro hablaba de la importancia del saque de banda). En el Linares "teleentrenaba" desde lejos con un ordenador y en semanas alternativas lo hacía presencialmente. Reconozco que a mí me parecía extravagante que viniera al Córdoba -se le tanteó- pero también reconozco que no se recuerda un Linares mejor dirigido.


        La plantilla se ha hecho con economías, contratando un portero canario muy veterano, Lizoain, que paró en equipos modestos como Alcorcón, Mirandés tres temporadas, Andorra... y a Christian Rivero no sé si cedido por el Valencia o ya en propiedad. Los defensas son de perfil bajo. Peones currantes repescados en caladeros menesterosos tal que los veteranos Álvaro Rodríguez fichado hace tres años en el Burgos,o Jaume Costa, ex Mallorca y Villarreal; joven es Juan María, gaditano que el Albacete cedió al Mirandés la temporada pasada, así como Lalo, cedido en ésta por el Leganés. Diego González, de la cantera sevilista como Juan Mari, que tras cuatro años en el Elche acompaña a Jon García -cinco temporadas en el Racing de Ferrol- en el centro de la defensa; Agus Medina es mediocentro con cara de labrador que arara un surco infinito; se hace acompañar de un sevillano, Meléndez, en la tarea destructiva. Otro que tal, Rai Marchan, salido del Castilla y que pasó cuatro años en Australia. Para construir, Riky, asturiano elegante que lleva el brazalete de capitán y que pasó por El Plantío; Morcillo, zurdo puro que en sus inicios en el Athletic llamó la atención con sus disparos; Fidel es aún más zurdo que Morcillo y jugador al que servidor tiene en gran consideración. Lo defendí mucho cuando estuvo en el Córdoba y le achacaban indolencias. Muy buen pelotero Fidel consagrado como tal en el Elche pero ya mayor y muy baqueteado, la verdad. Otro ex cordobesista y onubense como Fidel es el delantero centro Quiles, al que Alberto González asocia con el murciano Higinio (todos los Higinios futbolistas son murcianos); tiene Higinio cara de currante, frente de currante y andares de currante. Otro tío del que fiarse, pues si no hace más es porque no puede... y por último el pequeñito extremo Juanma, el 7, mi favorito, el que marcaba los goles del Burgos que ascendió de 2ªB. y al que Albacete aplaude cuando lo ve bullir codicioso en el Carlos Belmonte. Alterna titularidades pero Juanma es de los que ponen al espectador "en preventiva".


    Gracias a su entrenador veo al Albacete hacia mitad de la tabla a pesar de tener un plantel de bajo coste, pero Alberto González ha conseguido equilibrar la austeridad de su plantilla casi matemáticamente: seis victorias, seis derrotas y cinco empates. La próxima jornada con el Castellón toca X en la quiniela. 

Viernes, 6 de Diciembre

 


Tabla de gimasia constitucional

Día de la Constitución 1978. Nada que celebrar

 


De la No Constitución y sus Concordias

CLIC

jueves, 5 de diciembre de 2024

La España contitucional. Firmas



Casa Manolo


Ignacio Ruiz Quintano
Abc


En el día de San Jorge la derecha de Madrid puso a su candidata por Barcelona a firmar ejemplares de la Constitución’78 en la Rambla Cataluña.

La Constitución’78 no es política (reglas del juego y sanseacabó), sino ideológica. Eso significa que en el paraíso que describe siempre anda suelta una serpiente, y así se vio aquí cuando el Rumasazo (“Tó pa’l pueblo”, en resumen de Guerra), perpetrado con el “voto de calidad” de Manuel García Pelayo, hombre, al fin, bien orgulloso de la mecánica alemana de la Constitución’78 y sus espantosas gárgolas góticas, como ésa del “Estado social de Derecho”, tomada del socialdemócrata Hermann Heller, que suena a música de Kraftwerk y que gustó mucho aquí, dado el “enorme hartazgo de nimiedad, de pequeñez, de lacería aldeana” en la España locaza del 78.

Claro que García Pelayo no era ningún Carreras ni ningún Pérez Royo. En agosto del 36 se encontraba en Berlín y fue invitado a cenar por el fundador de la ciencia constitucional, Carl Schmitt, en su casa de Dahlem.

Al despedirnos, el profesor me invitó a bajar a su biblioteca, de la que tomó un libro sobre Scharnhorst (mítico general prusiano), en una de cuyas primeras páginas escribió este aforismo de Jünger: “Nadie muere antes de cumplir su misión, pero hay quien la sobrevive”.

Con la candidata Álvarez de Toledo firmando ejemplares de la Constitución’78 (para ella, la obra más importante de España… ¡en 500 años!), también podía verme yo grabando a punta de obsidiana un corazón en la ceiba bajo la cual lloró Cortés, cuyas “Cartas de Relación” desde México-Tenochtitlán no me parecen inferiores a la Constitución de Abril Martorell y Alfonso Guerra en “Casa Manolo”. Pero preferí ver otra cosa: si los candidatos a diputados se ponen a firmar Constituciones, ¿por qué no se iban a poner los candidatos a novelistas a firmar Quijotes? E imaginé a Almudena Grandes dedicando ejemplares del Quijote en el “Cervantes” de su esposo, el Poeta de la Experiencia señor Montero. 


Abril, 2019

Eça de Queiroz



Ignacio Ruiz Quintano

Abc Cultural



El fútbol ha desempolvado a Pascal: en su forma de hacer compatible un escepticismo parcial de la razón con un dogmatismo sentimental del “corazón” se ha creído ver retratado, siquiera publicitariamente, el Atlético, que, puesto a contratar a un filósofo que interprete a su masa, ha preferido, por económico, Pascal a Valdano.


En la objeción que Nietzsche hace al cristianismo, hay un pasaje acerca de Pascal que llamó la atención de Russell: “¿Qué es lo que combatimos en el cristianismo? –se pregunta el egregio loco–. Su aspiración a destruir a los fuertes, a quebrantar su espíritu, a explotar sus momentos de cansancio y debilidad, a convertir su orgullosa seguridad en preocupación y ansiedad; porque sabe envenenar los instintos más nobles e infectarlos con la enfermedad hasta que su fortaleza, su voluntad de Poder, se vuelven hacia dentro, contra sí mismos y su propia inmolación: esa horrenda forma de perecer, de la que Pascal es el ejemplo más famoso.”


Somos herederos, ay, de la vivisección de la conciencia y la autocrucifixión de dos mil años, pero en ese pasaje, antes que al santón cristiano que Nietzsche trataba de fulminar, uno ve al progre contemporáneo que sin descanso nos roe la moral.


El anarquismo se desarrolla, como todas las epidemias, porque halla alrededor una atmósfera propicia y hasta simpática. La verdad es que toda la sociedad que ellos desean destruir es tácitamente cómplice de los anarquistas.


Es el análisis periodístico que Eça de Queiroz hace en 1894, a raíz de la bomba –clavos y pólvora verde– que el terrorista Vaillant arroja en el Parlamento francés. En la víspera, Vaillant se había retratado en una actitud arrogante, mirando a la posteridad: habiendo condenado a la sociedad burguesa como único impedimento para la definitiva felicidad de los proletarios, decretó la destrucción de esa sociedad.


Bien mirado, los terroristas tampoco pretendían destruir; sólo deseaban aterrorizar. Vaillant cumplió su venganza y alcanzó la celebridad. El gobierno, con el apoyo entusiasta de todo el país, declaró que los anarquistas serían perseguidos, monteados como lobos. Sin embargo, refiere Queiroz, todas las clases mundanas, intelectuales, artísticas, ociosas, se estaban abandonando con voluptuosidad a las emociones nuevas del anarquismo:


Existe ya, y es muy contagioso, el “diletantismo” anarquista. Jóvenes duquesas, cubiertas de diamantes, condenan la mala organización de la sociedad mientras comen codornices trufadas en platos de Sèvres. En los cenáculos decadentistas y simbolistas, la destrucción de las instituciones por la dinamita se presenta como una catástrofe llena de grandeza, de una poesía áspera y extraña, y poco menos que necesaria para que el siglo termine con originalidad...

Jueves, 5 de Diciembre

 


Importa que el otoño se injerte en los otoños

miércoles, 4 de diciembre de 2024

Dragó



Ignacio Ruiz Quintano

Abc Cultural


La primera víctima de la Segunda Venida de José Tomás es la literatura. La literatura seria, como el toreo serio, no vende. Y los gacetilleros asaltan los desvanes de los periódicos en busca de tropos que algún día fueron gala de los artículos de fondo regionales para describir las galas por provincias de José Tomás en esta versión laica de “La tournée de Dios”.


Religión sin Dios y tauromaquia sin toro: la posmodernidad. Esta Segunda Venida de José Tomás no tiene que ver con los toros, sino con la fe. Como Brian, que perdía una sandalia y sus seguidores lo interpretaban como la señal de que era el Mesías, así los sectarios de las manoletinas de José Tomás, que no por nada de apoderado lleva a un flautista, como si Linares fuera Hamelín. En la nueva leyenda del toreo, Linares, en efecto, es Hamelín, José Tomás es Manolete, Núñez del Cuvillo es Miura, “los intelectuales” son Sabina, y la torpeza, el valor. Ya en las postrimerías de la Primera Venida, algo barruntaba Miguel Criado, el Potra, en su bar del Arenal sevillano:


Éste tío debe de estar loco, porque no le importa el dinero y porque lo único que le preocupa es si yo me acosté con la novia de Manolete.


Dragó, con su deliciosa falta de sentido del ridículo, lo propone como “el quinto evangelista”, elaborando para la causa del tomismo de Galapagar una Suma Teológica que parece sacada de la casa de enajenados de Manoel de Oliveira en “La Divina Comedia”, aunque este fenómeno fan alrededor de la Segunda Venida de José Tomás tenga que ver más con la cinematografía de un Luis Lucía con Marisol, y estoy pensando en “Ha llegado un ángel”. De hecho, el fenómeno mediático se desvanecería como por ensalmo simplemente con que José Tomás declarara, no que se va a inmolar en el ruedo, porque con esos ovejos que mata no se lo creería nadie, sino que va a votar a Mariano Rajoy


Cuando José Tomás torea, el ángel de la muerte está en la plaza –insiste Dragó.


Pero es un ángel de la muerte en pelotas, es decir, sin cuernos. Si a Dragó le gustaran los toros, habría estado en Bilbao la tarde de El Cid con seis victorinos –¡un río de leones!–, y un torero de verdad le hubiera podido decir a Dragó lo que Mazzantini, según la tradición, le dijo a un actor trágico que hacía el gilipollas en su localidad: “¡Baje usted aquí, que aquí se muere de verdad!”


Hasta que salga un Miguelín y mande al Monstruo y sus Manolos del Bombo a hacer gárgaras.

Miércoles, 4 de Diciembre

 


La vie en rose

martes, 3 de diciembre de 2024

"Llanto militar"

 



Ignacio Ruiz Quintano

Abc


En el fango de la gota fría levantina el general de la Ume, que tiene modales de capellán castrense en “La vaquilla” de Berlanga, nos ha dejado dos perlas cultivadas: “Esto es una democracia” y “Cada día se me caen las lágrimas cinco o seis veces”. Sieyes y Victor Hugo en dos fogonazos de magnesio.


En España la democracia siempre la definen los militares. “¿Qué es el Tercer Estado? Todo”, arranca el célebre folleto del abate Sieyes. “Qué es la Democracia? Esto”, corrigen los militares, apuntados a la guerra de los pronombres. No dicen “España”, sino “esto”, es decir, “Este país”, a leer “Nestepaís”.


Cuando otros van hacia la democracia, nosotros ya estamos de vuelta –declaró Franco al periodista mejicano Chávez Camacho.


Era 1948. Un año antes, un tal Juan Aldés publicaba “España democrática”, con que se proponía demostrar que la democracia es una cosa española de toda la vida de Dios: “Los fenicios tal vez fueron los más demócratas, pues crearon los Suffetes y los Sofer, que equivalían a jueces”. Y ésta, en fin, es nuestra cultura democrática.


En cuanto a las lágrimas vertidas diariamente por el general de la Ume ¿qué quieren que les diga? “La emoción que habéis puesto anoche en el desempeño de vuestro papel arrancó copiosas lágrimas de mis ojos. Ahí os mando una de ellas como recuerdo”, escribió Victor Hugo a Sarah Bernhardt por su primera representación de “Hernani”, y la nota envolvía un estuche de terciopelo rojo con un brillante. Camba cuenta que la actriz llevó la “lágrima” a un tasador, que exclamó: “Catorce francos noventa y cinco…” “¿Está usted seguro?” “Segurísimo, señora. Esta joya pertenecía a un vaso de cocina y debe usted tener en cuenta que tales vasos se venden a cinco francos la docena”.


Vamos a considerar aquel famoso soneto de Quevedo, escrito a la memoria de don Pedro Téllez Girón, duque de Osuna… –dice Borges en su conferencia.


El verso: “el llanto militar creció en diluvio”. Aquí, explica Borges, tenemos otra prueba de que una cosa es la poesía y otra el sentir racional; la imagen de los soldados que lloran hasta producir un diluvio es notoriamente absurda: “No lo es el verso, que tiene sus leyes. El ‘llanto militar’, sobre todo militar, es sorprendente. Militar es un adjetivo asombroso aplicado al llanto”.


Nuestro mayor filósofo, Santayana, acertó a ver afinidad entre la risa y las lágrimas. “Entre el filósofo risueño y el lloroso –anotó– no existe oposición: ‘los mismos hechos’ que hacen reír a uno hacen llorar al otro. Me dicen que me río mucho, y los que no me entienden creen que esta alegría contradice mi desilusionada filosofía. Al parecer, ‘ellos’ nunca se reirían si admitieran que la vida es sueño, que los hombres son autómatas animados… Creen que perderían la esperanza y se suicidarían. Pero no harían nada de eso: se adaptarían a la realidad y se reirían”. Como nosotros (y como la Bernhardt) con las perlas de ese general de la Ume.


[Martes, 26 de Noviembre]

La Segunda División. 17.- Sporting de Gijón

La época dorada del Spórting. Quini y Joaquín juntos


Dubasin, goleador felicitado por Gaspar Campos

         

Francisco Javier Gómez Izquierdo


     En el fútbol hay equipos que caen bien a todo el mundo. Estuvieron de moda el Logroñés y el sonoro nombre de su estadio, "las Gaunas", el Numancia y sus "Pajaritos", el Extremadura con el Francisco de la Hera; ahora mismo reverdece el cariño a mi Burgos y a mi Córdoba para los que el aficionado neutral tiene de verdad buenos deseos: "que se salven los dos" me dice uno de Cabra de Santo Cristo (Jaén) -por cierto, el Santo Cristo, de Burgos- viéndolos pasar tantas penalidades.


   De los bien queridos por tradición uno diría que los más significativos son el Cádiz y el Betis por su salero, y desde hará alrededor de medio siglo, el Spórting de Gijón, que con un fútbol poderoso y elegante levantó a finales de los setenta una ciudad deportiva, Mareo, por la que se tuvo y se sigue teniendo admiración, respeto y sana envidia. José Manuel Díaz Novoa, todo un señor, gestionó los inicios de Mareo y glorificó a principios de los ochenta un Sporting que robaba corazones. Otro señor con pasado burgalés, fue portero muy gruñón, Carlos García Cuervo, añadiría ADN gijonés a Mareo y al Spórting noventero, que prohijarían los buenos aficionados españoles.


   La cantera esportinguista cosecha gavilla anual pero ¡claro está! debido a su modesta condición las mejores espigas se las llevan los poderosos, aunque clubes no tan brillantes también se acercan en busca de cesiones o a la compra de algún mediocentro o lateral al que ofrecer mejor soldada.


   El Sporting ha dado porteros sólidos como Castro o Ablanedo. Ahora mismo tiene de reserva un "yogurín" nacido en Cuba, Christian Joel, en Mareo desde los quince años; el titular es Yáñez, veterano de la cantera del Real Madrid. Los laterales son de Gijón: Cote, un tío veterano que ha jugado en el Oporto y la Roma haciendo gala de zurda portentosa, y el joven Guille Rosas, pundonor y aplicación por arrobas. Para servidor lo más vulnerable del equipo está en el centro de la defensa con el serbio Nikolás Maras y el coruñés Rober Pier, ambos algo descoordinados, algo lentos, algo despistados .., Dos asturianos, Diego Sánchez y Pablo García son relevos defensivos mientras dos Nachos, Nacho Martín, de Noreña, y Nacho Méndez, de Luanco, junto al vasco Olaetxea son los pulmones y el corazón del equipo a los que Gelabert, palentino cedido por el Toulouse y el maño Jesús Bernal relevan con extraordinaria eficacia a cualquiera cansado o lesionado. Tengo inclinación por el siete, Gaspar Campos, mediapunta que dispara con mucho estilo. La temporada pasada hizo diez goles y siete hace dos en su cesión al Burgos; Quero tiene la vistosidad de los extremos pequeñitos; Otero y Caicedo son nueves negros, musculosos, fajadores... Campuzano tiene el mismo corte, pero éste es blanco.  El delantero que desespera y doblega a las defensas contrarias es un tipo de aspecto famélico llamado Dubasin que a pesar del nombre es ilerdense. Está creciendo mucho este Dubasin al que repudió el Oviedo y al que llaman "pingüino" en vez de "cigüeño" como sería más apropiado.


    Enrique Castro Quini acompañaba al Sporting en los desplazamientos como responsable de relaciones institucionales y a él se le pedían fotos y no a los futbolistas. Le sustituyó tras su muerte Joaquín Alonso, otra leyenda que  como Quini recibe los parabienes en las ciudades que visita. Joaquín anda con dolencias preocupantes y los jugadores sportinguístas no tuvieron mejor ocurrencia la última jornada que dedicarle dos goles animándole en la recuperación. Dos goles que ¡vaya por Dios!, marcaron Otero y Dubasin... ¡al Córdoba! 

Martes, 3 de Diciembre

 


Medio Ambiente a la madrileña

lunes, 2 de diciembre de 2024

Hughes. La décima (de gol) de Mbappé. Sin hacer mucho, su media goleadora ya está en la élite histórica del Madrid

 



Hughes
Pura Golosina Deportiva

 
Tras la croniquilla me quedé ayer un rato pensando en Mbappé (es una forma de mindfulness). Lleva diez goles y acabamos de entrar en diciembre, lo que significa entre 20 y 30 a final de temporada sin muchos problemas.

Esto después de la agitación de su llegada, de cambiar de posición en el campo, de su crisis de confianza, de fallar penaltis o no tirarlos, de verse claramente superado de Vinicius y de la mala racha del equipo...


Esos diez goles no son una mala proyección. Son 0'56 por partido y esto es un dato curioso porque coloca a Mbappé, casi sin querer, en las zonas que Mourinho llamaría top. Este Mbappé que apenas ha llegado, ya sería top ten en la historia del Madrid. ¿Cómo?

Primero, acotando el campo de visión.

Si nos fijamos en el Madrid moderno y situamos su inicio en 1953 (fichaje de Di Stéfano, adiós de Pahiño).

Lo segundo, mirando la media goleadora de los futbolistas. Esto no se suele hacer y revela cosas.

Esta sería la clasificación de goles por partido de los jugadores madridistas (suficientemente significativos) pos1953:

1-Cristiano Ronaldo: 1'03

2-Puskas: 0'92

3-Di Stéfano: 0'78

4-Hugo Sánchez: 0'73

5-Van Nistelrooy: 0'67

6-Ronaldo Nazario: 0'59

7-Zamorano: 0'58

8-Benzema: 0'55

Bien, pues ese octavo puesto de Benzema sería ya para Mbappé, que tiene ahora mismo una media goleadora de 0'56 por partido.

Esto es superior al 0'45 de Santillana, al 0'44 de Raúl, al 0'41 de Bale o al 0'37 de Butragueño...

El reto de Mbappé, al que hay que medir por goles, aunque dará también asistencias, debería ser estabilizarse en breve en la media goleadora de un Van Nistelrooy, subiendo al 0'6 por partido, para situarse en el top 5 del Madrid y seguir la estela histórica de Di Stéfano, Puskas, Hugo y Cristiano, monstruos totales del gol blanco. Para eso se le ha fichado, pero muy lejos no está. En realidad, está a una décima de gol por partido. Esa décima de gol que es la décima de segundo de las jugadas. Y va a ser la décima (con minúsculas) de Mbappé.




Mbappé con Cristiano

Hughes. Real Madrid, 2 - Getafe, 0. Un psicólogo para Endrick


@realmadrid

Hughes

Pura Golosina Deportiva


Ancelotti acabará la temporada y es bastante probable que lo haga ganando algo. Él lo sabe y se siente fuerte para seguir con su pulso a las partes recalcitrantes de la afición, que ya no están en el estadio aunque vayan al estadio.


Es poco entendible que con 2-0, aunque no con un control total del juego (el partido era incontrolable de puro malo) no diera descanso a Valverde y que Modric jugara arriba, donde podría haber estado Endrick.


Brahim volvió a salir de titular, y luego Güler, ¡pero es al revés!


En fin, las cosas de los entrenadores.


Hay avances claros y parece que ya asegurados. Asencio es uno más, también Ceballos, que debió salir de titular en Liverpool. En el medio le ganó en personalidad y mando a Valverde, que es un jugador mucho más importante pero menos central. Donde Kroos, Ceballos. Ya está. No era lo que pensábamos, pero no está mal.



@realmadrid

Bellingham hizo lo mejor que han hecho por Mbappé con su pase al hueco. Lo vio muy fácil y le extendió una alfombra de rojo estelar... él se libró del fuera de juego, controló y ajustó al palo; la pelota entró con suspense, que es una palabra francesa pero en realidad inglesa.


Mbappé pudo luego marcar un par más, claras, pero en una tiró al muñeco y en otra pagó la falta de confianza complicando la definición con un intento de carambola. Mbappé parece Moraté, pero lo importante es que aparece, que raro es el día en que no tiene dos mano a mano.


Su partido fue, en realidad, como los demás. Siempre mete la primera y se la anulan por un fuera de juego de cinco centímetros. Esta vez tuvo más suerte.


Vi el partido en condiciones no óptimas, pero entre unas personas que dejaban comentarios muy valiosos. En una de las ocasiones de Mbappé, alguien, ya con cierta edad, exclamó: "¡Ésa, Raúl la hubiese metido!". Disfruté el comentario tanto que por poco no cierro los ojos allí mismo. Había tanto ahí... Raúl empezó fallando y así aprendimos que el gol llega antes. El gol ya estaba. Y en Mbappé el gol ya está. De todos modos, lleva ocho y todo apunta a que será Pichichi. Todo tiene que ajustarse. Primero, el contraste entre los años de ansiedad y chiringuitismo y lo que en realidad es Mbappé, un ser humano; también entre la capacidad del propio Mbappé y su neto, sus definiciones. Mbappé es menos que el ruido provocado estos años, pero más de lo que estamos viendo. Vivimos así un momento confuso donde se juntan la miopía y la presbicia y en unas semanas veremos claro. Nos harán las gafas de ver de lejos y las de ver de cerca y habrá, a la vez, un instante de decepción y otro de reconocimiento. A mí me recuerda, en sano y más ético, al Ronaldo Nazario que fichó el Madrid. Mbappé tiene un repertorio más reducido que Vini, que Cristiano o que Benzema, igual que el Ronaldo poslesión tenía su arrancada, el desmarque, la bicicleta y el tiro. Pero es que con eso ya es mucho, ya da para un gol por partido.


El Geta es un equipo de autor. Bordalás cae bien porque su manía futbolística no la gesticula mucho. Mantiene una frialdad, una desesperanza muda, casi un flemático estoicismo. Con su gorra, sus gafas y su barba parece el retrato robot de un asesino que no te esperarías.


El Getafe pudo marcar en una segunda parte muy mala del Madrid con Lucas, con FranGªcon Modric de palomero senil...


Bastante hicieron todos.


Lo positivo: Asencio y Ceballos, y es impresionante pensar que el primero juega porque no había ya más remedio. Por eso Asencio, en el fondo, es una acusación viva a Ancelotti. Cada alineación suya lleva dentro un reproche que ya se mantendrá hasta el final. Tanto cuerpo técnico y no veían lo que la grada sí... El populismo futbolístico es necesario.



Eva Nasarre

El final del partido, del que poco se podía sacar, como del sobrante del sobrante del sobrante de la casquería, sebo y poco más, llevaba la sensibilidad, que no la vista, a Endrick calentando el abductor. El chico venía como Pelé y parece Eva Nasarre en la banda. No dudamos de las buenas intenciones de Ancelotti, ni de sus razones, seguro que justificadas, pero desde fuera parece un bullying. Si fuera hijo nuestro, hace mucho que hubiéramos ido al colegio a hablar con el profesor.


Tampoco se entiende que Valverde, que lo ha jugado casi todo, no sea retirado alguna vez aunque sólo sea por no tentar a la suerte. Pintus verá estas cosas cagándose en la santa madonna porque luego todos le mirarán a él.



@realmadrid

De Nadal a Modric



Ignacio Ruiz Quintano

Abc


La temporada de fútbol transcurre como un viaje en Ave, llena de parones por necesidades técnicas (el negocio de las Selecciones, que a ningún aficionado importan) en mitad del campo, y contentos con llegar. Vuelve, pues, la competición de clubes, ahora con la espada de Damocles (imagen muy del gusto del periodismo deportivo) que es la tercera guerra mundial al fondo. Al ser mundial, algo tendrá que ver Infantino. Y al “jugarse” en terreno europeo, algo tendrá que ver Ceferino.


Con la competición de clubes, vuelve al Real Madrid la guerra de centrales. ¿Fichar centrales? Dos opciones se presentan, si va a venir la guerra: una, tirar la casa por la ventana y traer un camión de centrales sacados de las listas que hagan sus representantes; y la otra, no traer a nadie, porque, total, ¿para qué?, y guardarse el dinero para la era posnuclear, donde sólo habrá quedado en pie el Bernabéu, “más allá de la cúpula del trueno”, pero sin Tina Turner, para no molestar a los del Ruido, que, sin casas, consumidas por el fuego atómico, vivirán en quechuas por la Castellana, como cuando la acampada de la Sintel.


Ancelotti, que es un payés de los de “quien nada juega nada pierde”, estará de acuerdo con la segunda, mientras que Guardiola, por poner el contraejemplo, que es un payés de los de “quien nada juega nada gana”, estará de acuerdo con la primera, y ahora que ha renovado con el City (señal de que el City se irá de rositas con la Premier) acaparará el mercado de centrales sólo para que ninguno caiga en Madrid, donde sólo queremos ver a Guler, y no lo podemos ver porque tenemos que gestionar la pensión de Modric dándole minutos para sus cotizaciones.


Los viejos, la generación de Modric, defienden lo que es. Los jóvenes, la generación de Guler, defienden lo que tendría que ser –sostenían los clásicos.


Para esos clásicos, los jóvenes piensan que "los viejos tienden demasiado a la comodidad y a la hipocresía"; y los viejos consideran que "los jóvenes son insensatos, atolondrados e imprudentes". Ni que decir tiene que España es un país de viejos, cuyo lenguaje popular está saturado de sentencias de viejo. ¿Para qué va a cambiar de criterio Ancelotti, si en cada partido la mayor ovación del piperío es cuando entra o cuando sale Modric?


A Guler lo hemos visto esta semana batirse el cobre en el barro de Montenegro, y esa imagen encaja en unas confidencias futbolísticas de Valverde sobre su experiencia personal. De Guler circula el rumor de que Ancelotti no lo pone porque le cuesta defender, rumor que se disipa cuando ves defender a Modric, y Valverde ha reconocido en la tele de Valdano que él, de joven, era media punta y tampoco corría mucho: “Yo odiaba correr y entrenar. Pensaba que tenía las cualidades y ya. Pero tuve un entrenador en Peñarol, El Chueco Perdomo, que decía: ‘Si no defiendes, no vas a jugar’. Me quitó. Uno cuando no juega ya lo empieza a entender todo”.

 

Que el único odio profesional de Valverde fuera a correr y a entrenar lo engrandece como futbolista. Sólo un tonto corre por gusto. Él, si corre, lo hace por dinero, que a todas luces es lo inteligente. Cualquier otro odio es perder el tiempo, como debe de pasarle al cocinero Ferran Adriá, que lo único que quiere, dice, es que pierda el Madrid. A lo mejor es que Adriá es federal de toda la vida, pero ¿por qué Ferran? En el Ampurdán, según Pla, los nombres solían responder a los amores por los santones políticos: los Baldomers lo eran por Espartero, el general; los Emilis, por Castelar; los Nicolaus, por Salmerón; etcétera.


Modric está en edad de moverse por la alta competición con andador, pero viene de disputar con su país los dos partidos del parón, gesto que le alaban todos, con lo cual, para reponer siquiera el andador, muy previsiblemente descansará ante el Leganés para jugar de salida en Anfield, ocupando el sector natural de Valverde, destinado éste a quemarse vivo tapando al ratonero Díaz. Y aquello podría convertirse en un Waterloo como el de hace dos años en Manchester.


Cuando se despertó, Nadal se había ido y Modric seguía allí.



Drácula de Bram Stoker


[Sábado, 23 de Noviembre] 

Lunes, 2 de Diciembre


 

Hen party

domingo, 1 de diciembre de 2024

Córdoba, hoy

 


Cristianas y musulmanas

F.J.G.I.

Don Concha


Cebrián y sus Founding Fathers

Ignacio Ruiz Quintano

Abc Cultural


Don Concha es como Umbral llamaba, por abreviar, a don Víctor García de la Concha, el director de la Academia, huérfana de Umbrales y petada de Marías y Cebrianes.


El cometido de la Academia es masticar la prosa que luego se expende en los estancos del grupo Prisa con la garantía del Estado. Se trata de prosa-alfalfa laica, cuyo hito fue escribir Dios con minúscula, “dios”, cosa que hizo Cebrián, porque a don Concha, ¡ay, Jesús!, le faltaba valor.


Lo de escribir con mayúscula o minúscula los nombres según quiera uno elevarlos o rebajarlos lo explica muy graciosamente el padre Isla en su Fray Gerundio, pero a ver cómo resuelve don Concha el marrón zapateril de la redefinición de “franquismo”, que conlleva, siquiera por disimular, la de “comunismo”.


El franquismo fue una dictadura paliada por el incumplimiento, en latiguillo feliz de Gabriel Maura, donde cabía el epigrama del regalo de una tortuga al dictador, que éste rechaza: “No la quiero en casa –dice–, porque luego se les toma cariño y se sufre mucho cuando la tortuga se muere.” Pemán, que también fue académico, pero con lecturas, dijo que Franco fue un dictador pícnico a lo Sancho: malicia, refranes, paciencia, sentido práctico... ¿Totalitarismo?


Zapatero (dícese del que maniobra o ha maniobrado mal o no entiende la maniobra, según el Diccionario Marítimo Español del capitán de fragata don Timoteo O’Scallan) quiere que los académicos definan el franquismo como el “mal metafísico”.


Si se conviene en que el franquismo es el “mal metafísico”, el comunismo sería el bien supremo que propugna un tal Ginés Fernández. “Comunismo: propuesta que lucha por la libertad, la igualdad y la democracia.” José García Domínguez ha avisado de que, por exabruptos mucho más leves que ése, Stalin envió al Gulag a miles de revisionistas de la misma ralea que Fernández. Y Cristina Losada viene en ayuda de don Concha con una historia de los ochenta: Zhelyu Zhelev, expulsado del Partido en 1965 y luego primer presidente democrático de Bulgaria, escribió un libro titulado “Fashizmat” (“El fascismo”) en el que describía la estructura del Estado fascista, que, casualmente, coincidía punto por punto con la estructura del estado comunista. Los estudiantes preguntaban a los libreros: “¿Tiene el libro ‘Kommunismat’, de Zhelev? Y lo prohibieron.


Ahí tienen una solución salomónica para el diccionario –concluye Losada–. Comunismo: véase Fascismo. Fascismo: véase Comunismo.

La Segunda División. 16. El Almería

Maximiano, Chumy, Edgar, Pubill, Kaiky, Luis Suárez / Centelles, Nico Melamed, Arribas, Robertone y Rachad

    

 Goleadores: Baptistao y Luis Suárez, felicitados por Gui Guedes (27) y Pozo (17)

 

         Francisco José Gómez Izquierdo

 
      Si hay un equipo fiel a aquella doctrina de Johan Cruyff en la que no importaba que te marcaran cuatro goles si tú marcas cinco o seis, es el Almería de Joan Ferrer "Rubi". Encaja muchos goles el Almería, 26 en concreto; sólo el colista Cartagena con 27 le supera en faceta tan negativa, pero ¡amigo! no hay delantera como la del equipo del Poniente andaluz. Luis Suárez es jugador de primera y Leo Baptistao también, por mucho que supongamos su decadencia porque va para quince años que apareció por Vallecas para pasar luego al Atleti, Betis, Villarreal, Español ..., China, Brasil y vuelta a la península con aún treinta y dos años, siete menos que Modric, un poner. Luis Suárez es el pelotero más valioso de Segunda, Baptistao cumple bien su oficio; Arribas era la mayor promesa del Castilla hace dos años y los veinteañeros Marezi y Rachad están dispuestos a dar mucho que hablar.


   No sólo por esta delantera se considera la del Almería la mejor plantilla de la categoría; es en las bandas donde con un inteligente barajar, Rubí ha conseguido un poderoso caudal suministrador de ocasiones de gol. No parecen laterales al uso ni tampoco extremos puros. Son atípicos carrileros que atormentan a los rivales por su disposición táctica. Así en la derecha, Pubill, campeón olímpico parece quizás el más reconocible lateral pero el 2 lo lleva Arnau Puigmall, un torbellino que trascamundea rivales, y Pozo, con su cabeza gacha es llegador impetuoso que no anda mal de puntería. Por la izquierda también se alternan o juegan juntos Bruno Langa con Centelles que suelen tener por delante a Nico Melamed, el díscolo medio españolista, o Babá o el talentoso Melero, mediocentro jugón que deja sitio cuando Rubí teme al contrario, al "pulpo" Lopy o al portugués Gui Guedes, uno de los tipos más duros de los almerienses, Robertone aparte, que por desgracia anda lesionado. Centrales titularísimos, dos: Chumi, gallego con seis años en la cantera del Barça y que suma su quinta temporada de rojiblanco con el puesto fijo acompañado de Edgar, mediocentro bético reconvertido en central al que servidor ve un caminar zancudo como de grulla, en ocasiones elegante pero otras con torcida apariencia y dudosa eficacia. El joven brasileño Kaiky queda a la espera. De portero sale Fernando, un murciano convertido en institución en Almería donde cumple su octavo curso. Empezó en el banquillo, pero Rubí, sus razones tendrá, ha sentado a Maximiano, el portero de bonito nombre, y ha dado la responsabilidad de parar a un capitán que sabe serlo.
    Al hilo de los nombres bonitos recuerdo que Cruyff, que no tenía inclinación por ningún portero, eligió al brasileño Jair como su favorito, no por lo que paraba sino porque le gustaba cómo sonaba el nombre.


    Buena plantilla la del Almería a mi parecer, con entrenador que conoce muy bien la categoría, pero a mí Rubí me escamó un tanto hace años cuando llevando al Sporting de Gijón: apartó al pater del equipo y quitó de rezar el Padrenuestro antes de saltar al campo, costumbre ancestral que venía de antes de los tiempos de los Quini, Ferrero y Megido. Imagino que en Almería donde suele haber varios jugadores musulmanes su disciplina será más flexible, por la cuenta que le trae.