José Ramón Márquez
Cada día aprende uno algo nuevo. Hoy, sin ir más lejos, aprendí dos cosas: una es que hay una señora que escribe en el autoproclamado ‘Diario Global en Español’ que se llama Ruth Toledano, y la otra, que esa señora es Cronista Oficial de la Villa (¿sigue siendo villa o eso era otra antigualla de Manzano y se fue junto con los maceros?) Bueno, pues esta señora o señorita hoy llena el folio con la cosa esa facilona, agradecida y poco comprometida en su periódico que es darle palos a la Presidenta de la Comunidad de Madrid y, de pronto, se da la vuelta el artículo (vamos a llamarlo así) y se pone a despotricar de los toros, cosa que también es facilona, agradecida y poco comprometida en su periódico.
¡Vaya! ¡Ya está la abuela fumando! Se pone la tía enfrente del ordenador o lo que use para escribir y cuando se le seca el hilo, se engancha a decir que al Dalai Lama ése ‘le repugnaría sobremanera (sic) la defensa de la tortura que lleva a cabo esta mujer’ (se refiere a la Presidenta). Debo confesar que lo de ‘sobremanera’ me ha impactado, porque creo que no señala precisamente en la dirección de las buenas lecturas, sino más bien hacia la del lenguaje burocrático que impera en las aulas de la universidad. También debo confesar que hace años tiré a la basura, por poco útil, un ejemplar que tenía del Libro de Estilo del entonces autotitulado ‘Diario independiente de la mañana’, pero creo recordar que eso de presuponer la articulista (vamos a llamarla así) lo que repugna o deja de repugnar a un personaje público no constaba como estilo aceptable en tan seria publicación.
Bueno, pues luego continúa el documentado artículo con un mareo de vaivén de cifras millonarias, de tantos por ciento, de inversiones o desinversiones, de aumentos en las cuotas de no se qué dineros que la taimada Presidenta pretende destinar con impunidad al ‘...martirio y asesinato público de los animales...’ y demás tabarra sobre ‘...perseguir, aterrorizar, agredir y asesinar a cientos de toros y vaquillas...’
La verdad es que la Cronista de la Villa no es amena, no tiene talento para serlo usando palabras tan graves, pero, al menos, esta heredera de Don Pedro de Répide marca la tendencia: no nos van a dejar en paz hasta que no acaben con esto. Lo malo es que, aunque parezca mentira, en esa guerra contra nuestra afición cuenta, sin ella saberlo, con la ayuda de buena parte del escalafón taurino, de ese mundo de tunantes y de embaucadores que han transmutado el toreo bueno en una especie de filigrana cursi, de un rococó que sirve para detener los relojes, de los ganaduros que se han dedicado a aguar o aniquilar la bravura de los toros, de los sinvergüenzas que se dedican a despuntar los pitones para humanizar la fiesta, de los que llenan las orejas de los pencos con periódicos, de los que utilizan sus columnas en prensa o televisión para atender intereses empresariales o para mentir haciendo comulgar con ruedas de molino a los incautos, los que un brillante día decidieron que había que poner un peto asqueroso que salvase las tripas del aleluya, porque ya no había hombres que lo hiciesen.
P.S. Me envía R. un suelto de Ruth del año 2000 en el que la pobre declara haber oído ruido de ‘pezuñas doradas’ sobre el asfalto. ¿El toro que mató Fortuna en la Red de San Luis? No. Se refiere a los camellos de los Reyes Magos.