ROMBOS TALIBÁN
Por elconfidencialdigital.com nos hemos enterado de que la revista talib InFight
publica una foto del entierro del último muerto español en la que se censura con un rombo el rostro de nuestra ministra de Defensa (aquí todos aguantamos la risa como el centurión de La vida de Brian ante las gangosidades de Pijus Magnificus), María del Carmen Chacón Piqueras, Carme Matamoros para el mulá Omar, que será el redactor jefe de la revista.
El islam tributa reverencia a la belleza, y habría que preguntarle a la arabera -arabista es otra cosa- de las Escuelas Aguirre (el oasis del paquete de Camel en Madrid), Gema Martín Muñoz, a qué viene ese rombo oprobioso sobre el rostro de una dama que, al decir de los antitaurinos, si mordiera una esquina, haría una taquilla de toros, cosa que saben los piratas somalíes, razón por la cual
exigen toda la recaudación más la clavícula intercostal del piratilla chico que está volviendo loco al apuesto juez Pedraz.
Si María del Carmen aspira, como es el deseo de su esposo, a suceder en La Moncloa al Mugabe de León, tiene que quitarse de encima ese rombo.
Ignacio Ruiz Quintano
Por elconfidencialdigital.com nos hemos enterado de que la revista talib InFight
publica una foto del entierro del último muerto español en la que se censura con un rombo el rostro de nuestra ministra de Defensa (aquí todos aguantamos la risa como el centurión de La vida de Brian ante las gangosidades de Pijus Magnificus), María del Carmen Chacón Piqueras, Carme Matamoros para el mulá Omar, que será el redactor jefe de la revista.
El islam tributa reverencia a la belleza, y habría que preguntarle a la arabera -arabista es otra cosa- de las Escuelas Aguirre (el oasis del paquete de Camel en Madrid), Gema Martín Muñoz, a qué viene ese rombo oprobioso sobre el rostro de una dama que, al decir de los antitaurinos, si mordiera una esquina, haría una taquilla de toros, cosa que saben los piratas somalíes, razón por la cual
exigen toda la recaudación más la clavícula intercostal del piratilla chico que está volviendo loco al apuesto juez Pedraz.
Si María del Carmen aspira, como es el deseo de su esposo, a suceder en La Moncloa al Mugabe de León, tiene que quitarse de encima ese rombo.
Ignacio Ruiz Quintano