Dalmacio Negro
El Reino de España, devenido una caja de Pandora en su marcha hacia la democracia avanzada prescrita en la Carta Otorgada de 1978, corre el riesgo de quedarse fuera de la historia. La humillante visita del terrorista colombiano Petro, condecorado con el collar de Isabel la Católica para más inri, es una prueba. La Nación española está secuestrada por el consenso oligárquico adorador de la trinidad progresista formada por Mammón, el dios del dinero, Hermes, el dios de los ladrones y Koalemos, el dios de la estupidez, que ha desplazado a la cristiana: al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo respectivamente. Y está gobernada además en este momento, que podría ser el final del sistema de corrupción establecido debido a sus excesos e incompetencia, por representantes de Ápate, la diosa de la mentira, y Dolos, el dios de las trampas, las malas artes y la traición.
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