martes, 31 de enero de 2023

Hughes

 

Curtis Yarvin & Hughes


Ignacio Ruiz Quintano

Abc


    Y ¿cómo firmará usted, amigo Martínez Ruiz, en el ABC?, preguntó don Torcuato, que quería suprimir los seudónimos. “Azorín, naturalmente”, contestó el nuevo. “¿Y por qué no se aviene usted a firmar con su nombre y sus apellidos?” “¿Suprimiría usted la marca ‘La Giralda’ (negocio de don Torcuato) en las botellas del agua de azahar? Pues ‘Azorín’ es mi marca de escritor.”


    Pemán, el único que tenía, con Ruano, eso que Umbral llamaba “el secreto del artículo”, dijo que Martínez Ruiz hizo a “Azorín” para que se atreviera a lo que no se atrevía su timidez, que no es el caso de Hughes, pues él quería ser Francisco Santas, pero en ABC le dijeron: “Hemos invertido en Hughes”. Y como Hughes cumple ya una década, de la cual nos cae ahora, como regalo del cielo, un libro (“Dicho esto”, se titula la selección de textos) que es el gotelé cultural de este tiempo de España… ¡y del mundo!, pues Hughes, al no ser publicista de pandilla o de partido, puede observarlo todo, libre como un mochuelo, en la rama más alta del olivo.


    Los dos talentos que a uno lo han deslumbrado en el periodismo (“pupila y muñeca”, según Ruano), José-Miguel Ullán y Hughes, no son periodistas, y son, sin embargo, quienes mejor han cortado con el cuchillo jamonero del humor el meme cultural de España, que es el jamón. Somos “una rumba bailada alrededor de un jamón”, en metáfora del cubano Bobadilla. Un jamón a defender de las uñas ajenas con los dientes propios, como hacía Pepe Brajeli (apoderado de Curro), colocando su dentadura sobre el plato de ibérico, si tenía que ir al lavabo.


    –A mí me gusta viajar con un jamón –contaba en su día El Cordobés, que fue nuestro David Bowie–. Al llegar  al hotel, lo cuelgo en la ventana y voy cortando.


    Este libro de Hughes hace de Hughes el Homero de “piperos” y “liberalios”, hallazgos suyos, pinchándolos con su pluma sobre el papel, como a esos insectos de engorde que cría Bill Gates. ¡Hay que ver cómo ganan los artículos de Hughes en papel! Sobre ello algo nos dijo Ullán tirando de un maestro zen que veía el universo entero encerrado en una hojilla de papel sobre la cual flotaba una nube.


    Sin nube, no hay papel. Nube y papel “entre-existen”. Y sin sol, tampoco habría papel. El sol, pues, está en el papel, así como el leñador que corta el árbol, el pan de trigo que lo alimenta, la señora madre del leñador, todo: “Si la nube regresa al mar, el rayo solar al sol o el leñador a su madre, adiós papel”.


    Hughes pide papel, y hay que dárselo, si queremos leer cosas como ésta: “Los centristas, que no han dejado de equivocarse en los últimos años, siguen ahí, Dios los guarde, mirando la actualidad desde su colina de libros y moderación, esa altura montaigniana”.


    A Montaigne lo despertaba un criado “tocando la flauta suavemente” (¡con moderación!), y sólo Hughes podía entrar a cuchillo (jamonero), porque lo tiene, en este “montañismo” español, “ondoyant et divers”, que nos despeña.

 

[Martes, 24 de Enero]

Fríos

 

Descanso en la faena en la

 Plaza de Abades

 

Contenedor en el patio de los naranjos

 de la Mezquita


Francisco Javier Gómez Izquierdo

    
         Existe un frío en Gamonal que sólo se ausenta a mediados de julio. "En llegando el mes de agosto" se regenera y como si su intensidad la dirigiera un demonio con batuta apostado en parte de lo que queda de la campa de los chalets de Aviación, el aire del Norte aviva racheado la friura con intensidades caprichosas nada más doblar la Calle Vitoria en dirección a la carretera de Poza de la Sal, y allí el extranjero experimenta en sus propias carnes esa fama de "hijos del Frío" de la que presumen los aficionados del Burgos y hasta los toros de Antonio Bañuelos. El frío de Burgos es el aire del Norte. Ocho grados con este viento es mucho más desagradable que menos cuatro en calma. El frío de Burgos es a la intemperie. En casa, con calefacción, ver nevar desde la ventana hasta produce placer.


    En Córdoba también se pasa frío. En Córdoba el frío se padece en las casas, preparadas más para combatir "la caló" que el menos tres. Aclaremos que muy pocos días y años más bien raros como el presente. En casa, comprada con toda intención orientada a la umbría, tengo frío. "Más frío que en Burgos", dicho muy repetido por los cordobitas. Como no es cosa de estar acurrucado al brasero y uno ya saben que es de andar sus kilómetros todos los días me he acercado a la judería donde las brigadas de recogida de naranjas están a pleno rendimiento. Allí, un guiri de por lo menos Holanda, toqueteaba las naranjas amontonadas en un contenedor del patio de la Mezquita hasta que eligió la que le pareció más apetecible. Con idioma de mudo, dedos juntos dirigidos hacia la boca y un no enérgico con el índice, le advierto que son ácidas e incomibles. El guiri sonríe con cierta beatitud y se echa dos gajos al coleto... y luego otro, y otro..., hasta acabarla. Coge otras tres y las mete un morralillo. Le miro con cara de tonto, supongo, mientras veo cómo se dirige a la puerta del Perdón. "Hay gente muy rara, con gustos extravagantes a los que han llegado no se sabe cómo..." me voy diciendo, "...gente que no creía que pudiera existir..."


      Creo pertinente señalar que se recogen unas 1.600 toneladas de estas naranjas amargas. No sé cómo va el porcentaje, pero con uan parte de ellas se hace jabón, con otra abono y creo que la mayoría se destina amermeladas.

Martes, 31 de Enero

 


Lorenzo en Brighton

lunes, 30 de enero de 2023

54 years ago

 

[Al fondo, Yoko con bolsa del Cortinglés]

Rock and Roll Garage
@rocknrollgarag1


54 years ago, on January 30, 1969, The Beatles performed at the rooftop of their Apple Corps headquarters at 3 Savile Row, in central London's office and fashion district.

Primera regla de Bear Grylls

Bear Grylls

 

 

Ignacio Ruiz Quintano

Abc


    Primera regla de Bear Grylls, ex militar del SAS británico y aventurero en la TV: “Nunca gastes en capturar a un animal más energía que la que te proporcione comerlo”.


    Con la estructura actual del fútbol, la Copa del Rey es un trofeo de segunda cuya conquista exige más energía que un trofeo de primera: el negocio sólo es para el Barcelona, que se garantiza jugar la Copa Rubiales en Arabia, el desierto donde brillan sus luceros Pedri y Gavi, con los que el Relato antimadridista escribe luego sus mil y una noches del “fúpbol”, más las opiniones políticas de Xavi, que en la “jaima” se suelta como un Richard F. Burton egarense.


    Para afrontar con garantías la Champions, que es su competición, el Real Madrid debió presentarse a pelear la Copa en Cáceres con el Castilla; y luego, en Villarreal, lo mismo; y ahora no estaría en la necesidad de desgastarse inútilmente con la peña de Simeone, quemando a Vinicius, que está pidiendo a gritos un Manolín Bueno.


    Manolín Bueno era el suplente de Paco Gento para los partidos en que no convenía poner en riesgo a Paco Gento (por ejemplo, en San Mamés), el Vinicius de la época, si bien los que pegaban a Gento no tenían la claque mediática que tienen hoy los que pegan a Vinicius, convertido en el Cascamorras de la Liga de Tebas por el Relato antimadridista, del que forma parta la TV pública, cuyos sacamuelas censuran en las acciones de Vinicius, no las patadas que recibe, sino las protestas que manifiesta.


    La soledad del portero en el penalti es una broma al lado de la soledad de Vinicius ante el lateral derecho, puesto estelar en la Liga de Tebas, que ha consagrado como figuras a Baillu, Maffeo, Raillo, Foyth o Mandi, todos ya con su Homero en los medios, donde son presentados como Ulises atados al mástil para resistir las provocaciones de las sirenas, que siempre son Vinicius. En el Relato antimadridista, Pedri es jugón y Vinicius es provocador; Gavi es fogoso y Camavinga es karateca (esto, a sabiendas o no, lo divulga Valdano), y para el árbitro resulta moralmente más asequible tarjetear a un karateca que tarjetear a un fogoso.


    Esta lluvia fina del Relato antimadridista cala en el piperío, propenso a dejarse impresionar por las hermanas Izquierdo del “mainstream”, que le calientan la cabeza con que Bale es mal madridista porque juega al golf o con que Tchouaméni (mi imperial Aurealiano) se va a un partido de baloncesto en vez de escuchar los comentarios de Carlos Marchena al Villarreal-Real Madrid, entre ellos el de que las rayas del Var “las tiran humanos, y los humanos se equivocan”, obviando la observación de Mae West, que dijo: “Errar es humano, pero sienta divinamente”.


    Divinamente, desde luego, le sentó al Villarreal la raya que validó su segundo gol, el que hizo exclamar a los narradores: “¡Eliminatoria encarrilada! ¡Castigo importante!” ¿Por culpa de quién? De Vinicius, que se dejaba la energía en hablar en vez de hacerlo en jugar. ¿Con quién hablaba? Con el portero suplente del Villarreal, Pepe Reina, célebre gagman internacional, cuya “fogosidad de capitán” (“es que lo vive, que lo siente, que lo sufre”) le hacía dar conversación al extremo del Madrid, que tiene de los nervios al antimadridismo, que ahí se pierde hasta Parejo, soberbio jugador que contra el Madrid deja escapar detalles de Rencorejo.


    Tráiganle un Manolín Bueno a Vinicius y sáquense del centro del campo a los treintañones, que Rudiger empieza a sufrir el síndrome Samuel, central sin laterales para desahogar y sin centrocampistas para picar, trabajo que hacía Casemiro, que incluso tiene cara de picador (el Relato antimadridista ha aprovechado la sanción a Casemiro por amarillas en Manchester para compararlo con Panadero Díaz: ya saben, “la permisividad arbitral con Casemiro en España”). Para un central recién llegado, parar delanteros a pelo, o a capela, es como poner banderillas en Lisboa, donde no está permitido picar, y el toro se te viene encima entero. Ahora que llega lo gordo, el ideal antimadridista sería neutralizar mediáticamente a Vinicius por provocador, a Camavinga por karateca, a Aureliano por  falta de compañerismo y, de paso, a Rudiger por loco.


    El antimadridismo rampante, relanzado con los fastos de la Copa Rubiales en Ryad, es la rama deportiva del rencor igualitarista de España que en la capital yita cantos al forastero (¡el antimourinhismo!) para que se vaya, y si se queda, lo tira al pilón.




ANCELOTTI Y ARAGONÉS

 
    En un arranque de humildad zapateril (“a humilde a mí no me gana nadie”, llegó a decir Zp en el Congreso), Guardiola ha dicho a los ingleses algo a lo que nunca se atrevió Churchill: “Lo siento por mis ‘haters’, pero estaremos en los libros de historia”. Mientras, el pobre Ancelotti, despojado de toda su historia por Xavi en la Copa Rubiales de Arabia Saudí, se vio en Villarreal ante la necesidad de recordarle al veinteañero Rodrygo, cabreado por un cambio, lo elemental: “Tú a mí me saludas”, que ha escandalizado tanto como en su día el “Je vous salue, Marie” de Godard, pero el tuteo de Ancelotti a Rodrygo es la versión Murphy del usteo de Aragonés a otro brasileño, Romario: “Míreme a los ojitos”. ¡La jerarquiología!
 

[Lunes, 23 de Enero]

Lunes, 30 de Enero

 



Sin pedo libre

domingo, 29 de enero de 2023

Remembranzas trevijanistas XL




MARTÍN-MIGUEL RUBIO ESTEBAN
Doctor en Filología Clásica


Para Trevijano la negación de valor estético a la obra artística producida por la cultura modernista está justificada. Queriendo ser un movimiento de influencia social y política, a la vez que experimentador de virtualidades de la materia, el arte modernitario ha roto tres principios de la estética. 1. La belleza no consiste en la emotiva expresión de una pasión exhibicionista, sino de una pasión domada, mitigada o disimulada mediante reglas del oficio. 2. Los ensayos experimentales de materias sin forma, o de formas sin materia, legítimos en la ciencia y en el pensamiento metafísico, no son susceptibles de representación artística, pues la presencia de la razón en el arte no fundamenta la razón del arte. 3. Los propósitos utilitarios de la artesanía y la decoración son incompatibles con los fines desinteresados de la expresión estética en el arte, aunque no porque sean útiles las cosas cesen de ser bellas, como creía Théophile Gautier. En la noche del arte todas las cotizaciones parecen pardas. La cotización de las famas mediáticas pone en el mismo nivel artístico los fracasos de Mark Rothko, o los fraudes de Andy Warhol, por ejemplo, y las excelencias pictóricas de Jakson Pollock o Francis Bacon. Las numerosas escuelas o estilos modernitarios que han embarullado y ofuscado el panorama del arte, se podrían reducir para Antonio García-Trevijano a las seis matrices fundadoras que quisieron acabar con el predominio del impresionismo, y de sus magníficas secuelas en el arte de la modernidad: la escuela simbólica, la primitiva, la formalista o geométrica, la deformista o grotesca, la informal o abstracta y la amorfa o materialista. Las únicas herramientas objetivas de que se puede disponer para discernir el grano de arte, en la paja de la producción mercantil de obras modernitarias del arte, son las que nos prestan gratuitamente las obras maestras del siglo XX. La estética de estas grandes obras permite descubrir los fracasos y los fraudes de las imitaciones, mistificaciones, sofisticaciones e impudicias de los simples objetos de arte, sin arte, que llenan salas de galerías y museos provincianos.

Las vanguardias artísticas han sido víctimas de una lamentable confusión. Se creyeron revolucionarias por el mero hecho de decirlo con estilos chocantes. Pero una cosa es la revolución social o política en el arte, y otra, el arte de la revolución artística.

No he conocido ningún experto en arte que relate la historia y lo que nos cuenta cada cuadro como Antonio. Sus descripciones literarias, llenas de inteligencia, sensibilidad estética y erudición artística, hacen que los cuadros nos hablen y nos digan su verdad.

El Grito, de Edvard Munch. Obra maestra de las inspiraciones locas del arte en la que la cruel indiferencia de la Naturaleza ante el insoportable sufrimiento moral de un adolescente cadavérico que grita enfatiza la angustia existencial, el espanto de un drama social repugnante, la pulsación tanática, y subleva el sentimiento instintivo del espectador. Las señoritas de Aviñón, de Pablo Picasso. Aquí Trevijano sostiene los mismos puntos de vista que Matisse ( “Burla del arte moderno”), Braque ( “nos quiere dar a beber queroseno” ), y Stein ( “horrible revoltijo” ). Este cuadro carece de reglas objetivas del oficio y de emoción expresiva, y en lo relativo a la representación plástica de la prostitución supuso un retroceso respectos de Gauguin y Toulouse Lautrec. La encantadora de serpientes, del aficionado Henri Rousseau, funcionario aduanero, representa el sueño feliz de un funcionario aduanero, estremecido por una diosa minoica, naïf de cabeza, que no de corazón, como lo es también la ingenua pintora del Árbol del Paraíso, Séraphine Louis. Desnudo femenino de medio cuerpo con sombrero, de Ernst Ludwig Kirchner, manifiesta, en palabras del propio pintor, un profundo amor por la figura femenina, y que “una cosa así sólo puede pasar una vez”. La gracia del gesto espontáneo, la belleza sensual y misteriosa de la muchacha, la armónica entonación del color, el riguroso esquematismo del dibujo y la maestría de la línea de contorno, hacen comparable su estética de la feminidad a la que expresan los desnudos de Manet y Modigliani. La novia del viento, de Oskar Kokoschka, nos impresiona el ánimo. El amor desenfrenado sólo es vencido por la naturaleza insobornable del hastío, como ya nos lo dijese Catulo. El arte ha metido la crueldad del amor carnal en el torbellino etéreo de la lucidez de un hombre roto y despellejado, junto al que yace el vigoroso cuerpo intacto de una mujer, que sólo es hermosa porque está dormida. La modelo del cuadro fue la bella Alma Schindler, esposa de varios hombres de genio, y que tuvo una relación adulterina y tormentosa con Kokoschka, entre 1911 y 1914. Para huir de la voraz Alma el pacifista Kokoschka se alista en la Gran Guerra donde buscando la muerte es gravemente herido en 1915. Feininger –nos decía Trevijano– tiene hoy más fama en EEUU que en Europa. En España sólo es conocido por los eruditos y los amantes del gran arte. Y, sin embargo, sus paisajes urbanos de Gelmeroda (Estanque de pueblo, de 1922; la serie de fachadas de la iglesia gótica, con diminutas siluetas humanas de hábitos negros entrando en ella, de 1926; y sus originalísimas “vedutas” del mar Báltico, especialmente la confusión de mar y playa en los balandros de Antes de la lluvia, de 1927 ), por la lucidez mental de la composición, la inusual armonía de muy pocos colores fríos-cálidos, el esquematismo de la formas y la expresión de paz infinita, constituyen una de las creaciones más emocionantes, elegantes y espirituales de la pintura figurativa, en toda la historia del arte. Cuando regresó a EEUU hizo tan difuminados y brumosos los contornos del dibujo, que se aproximó a veces a las bellezas sublimes de Turner.

Para García-Trevijano, Soutine llegó a conciliar el expresionismo de Van Gogh con el realismo de Rembrandt. Para comprender la grandeza artística de Soutine, y la profundidad de su significado humanista, basta comparar su Buey muerto de 1925, con el Buey desollado de Rembrandt. Una misma pieza de carne abierta en canal, colgando de las patas traseras, está dibujada de la misma forma en ambos cuadros, para poder expresar con colores diferentes ideas radicalmente opuestas. Rembrandt describe la idea de la muerte, en tanto que proceso natural de la vida, con el color amarillento de un animal desangrado para el consumo humano. Soutine denuncia, con color de sangre y negruras, sobre un fondo de puro azul cielo, la bestialidad de la muerte en tanto que asesinato de la vida. Si en aquél nos sorprende la dura belleza de la descripción, en éste nos conmueve la dramática intensidad de la emoción. La mayor abstracción de Soutine y la viveza de los contrastes de color, permitió que su buey muerto superara al desollado de Rembrandt en la expresión de sentimientos. Además, este cuadro extraordinario nos parece que presiente la indiferencia de la humanidad ante la previsible masacre del pueblo judío.

Como se puede ver, Trevijano siempre fue atrapado por la belleza de aquellas obras maestras comprometidas con lo humano, y cuyos artistas se sentían de algún modo corresponsables con las alegrías y tristezas del mundo. Es la misma razón que hizo que Dios naciese niño indefenso, como modo de experimentar el riesgo de su Creación y comprometerse totalmente con ella.

[El Imparcial

Domingo, 29 de Enero

 

Invierno inglés

"Bienaventurados los pobres"...

DOMINGO, 29 DE ENERO

EN aquel tiempo, al ver Jesús el gentío, subió al monte, se sentó y se acercaron sus discípulos; y, abriendo su boca, les enseñaba diciendo:

-Bienaventurados los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados los mansos, porque ellos heredarán la tierra. Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos quedarán saciados. Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios. Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi causa. Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo.


Mateo 5,1-12a

sábado, 28 de enero de 2023

Pulgones


Consensos


Ignacio Ruiz Quintano
Abc

El consenso es el pulgón del oligarca.

Como el “diputado catalán” que describió aquí Fernández Flórez, el oligarca cuida al pulgón, lo saca por las mañanas, lo coloca en las plantas que son para él más sabrosas, le deja hacer allí lo que le da la gana: sorber el zumo, tomar el sol, pasearse, amarse... Luego lo recoge y lo vuelve a guardar en su galería. ¿Qué le exige a cambio de esto? Casi nada. El pulgón exuda un líquido azucarado del que el oligarca hormiguero es tan goloso que por conseguirlo y saborearlo descuida hasta el cuidado de sus propias larvas y deja extinguir la comunidad. ¡Y a ésas hemos llegado!

En el Régimen del 78, y a resultas de la corrupción moral, se solapan hoy dos consensos: el fundador, en el que ya sólo está Vox (y por eso ese partido es presentado por el sistema como antigualla de Recaredo), y el separatista, editorializado (“Pactar Cataluña”) en junio del 16 por el periódico global y bendecido por toda la partidocracia andante, aunque en la puntilla a la Nación (¡que es la Nación lo que estorba!) cada cabestro juega, de la Filosofía a la Academia, el papel asignado por los Floritos que nadie nombra.
¿Naciones? ¡Huy, qué horror! ¡Qué fascismo más gordo!
Sólo el consenso separatista, que va ganando, hace “comprensible” a un adulto la existencia en la Constitución de ese “drógulus” metafísico del 155:
Suponga, padre –dice el filósofo Ayer al cura Copleston en la BBC–, que digo “Hay un drógulus allí”, y usted dice “¿Qué?”, y yo replico “Drógulus”, y usted pregunta “¿Qué es un drógulus?” “Bueno, digo yo, no puedo describir lo que es un drógulus porque no es la clase de cosa que usted pueda ver ni tocar. Pero hay un drógulus justo detrás de usted, espiritualmente detrás de usted.” ¿Tiene eso sentido?
¿Tiene sentido la piñata Xavi-Casillas de la Concordia, si Xavi presume de “odiar al Real Madrid” como “te enseñan en Cataluña”? Sí, si hay Casillas que compran que el demonio del odio es… Mourinho, que pasaba por allí.
 

Cabestros
 
[Publicado el 7 de Febrero de 2019]

Sábado, 28 de Enero

 

Hyde Park

Felicidades al editor

 

 

CLIC

 


viernes, 27 de enero de 2023

Quitarse el Burke


Philippe Muray

 

Ignacio Ruiz Quintano

Abc


    En esta España delirante (medio siglo de mixtificación política, “haciendo creer a un pueblo, sin poder ni educación, que es el pueblo más libre e ilustrado del mundo”), el simple latido de una “eco” (¡el Nudo Cordiano!) introduce la serpiente en el jardín de la Derecha que cita a Burke, el que hizo de la irresponsabilidad política un dogma liberal (el otro Nudo Cordiano).


    El chapoteo en el aborto tiene a la Derecha atascada en el “Cuento de invierno” de Shakespeare, con un gallego que hace sus cálculos electorales jugando a San Patricio que limpia de serpientes el abrevadero pepero:


    –Veamos: cada 11 corderos dan 28 libras de lana; cada 28 libras de lana hacen una libra esterlina. 1.500 corderos trasquilados ¿qué suma hacen de lana? Es un cálculo que no puedo hacer sin calculador.


    El calculador es Borja Sémper, que no ve mal que el gobierno de España amenace al gobierno de Pucela, proponente del latido de la discordia (nunca mejor dicho), con el artículo 155, Joker o comodín de nuestra arbitrariedad constitucional, cuya esencia recoge, por cierto, Burke cuando, al hablar de Enrique VIII, dice que, si el destino hubiera querido que aquel tirano existiese hoy, “cuatro términos técnicos le habrían bastado para hacer lo que quería”:


    –Sólo hubiera necesitado esta breve fórmula de conjuro: “Filosofía, Luz, Libertad, Derechos Humanos”.


    A nuestros burkistas de salón les gusta de Burke la moderación (el gato por liebre de la prudencia), que en política es el nombre elegante para designar la corrupción: “La moderación en las formas –recuerda un sabio– se impone cuando los extremismos de fondo han pactado la impunidad de sus desmanes: nada más moderado que los modales de los atados al poder con pactos secretos de inmoralidad política”.


    –Ese pactismo no puede dar vida a nada sano, pero da de comer a los historiadores y profesores de la situación, los únicos que se lo toman en serio.


    Mientras el tiburón salpique (“el tiburón se baña, pero salpica”, decía con delicioso cinismo un oligarca cubano de Batista), nuestros ilustrados con nómina del Estado no van a quitarse el Burke, que como filósofo vio venir la independencia americana y el militarismo francés, pero que como político todo lo subordinaba al partido (¡el patriotismo de partido!) y suprimió la representación (la “virtual” es una broma) con su discurso a los electores de Bristol en virtud del cual el diputado elegido en un distrito de Bristol se convierte en representante de toda Inglaterra, con lo cual ya no responde ante nadie, lógica perfeccionada luego por alemanes anglófilos, como Leibholz, para enjaularnos en este Estado de Partidos que niega los tres elementos (representativo, electivo y divisorio) de la “democracia representativa” de Hamilton.


    No tenemos democracia, pero tenemos corazón, cuyo latido divide a los cordicolianos de Cordicópolis (homenaje pepero a Muray) en cordicólatras y cordicócratas.

 

[Viernes, 20 de Enero]

Viernes, 27 de Enero

 

 

Chinatown

jueves, 26 de enero de 2023

Estado compuesto (y con novias)



 H. G. Koenigsberger

 

Ignacio Ruiz Quintano

Abc


    Con la bendición de Bildu en el Congreso de los Diputados y la coalición con los comunistas en el Ayuntamiento de Madrid, la derecha de Casado , que es la de Fraga, ya dispone de la pauta completa de vacunas para moverse en el alterne del Centro, que en política es  siempre el Estado. ¿Qué Estado? El “Estado compuesto” (y con novia).


    El “Estado compuesto” es un indigesto caldo de gallina anglo-alemán cocinado por H. G. Koenigsberger (Inglaterra y Alemania, con Rusia en cola, son las potencias más interesadas en completar la fragmentación de España) y servido por John H. Elliott, que es sir e hispanista, con lo cual, para los catetos que nos mandan, no hay más que hablar.


    El “Estado compuesto” es la solución de nuestros arbitristas al problema planteado por Ortega, de madrugada y con trancazo, en las Cortes de la República: los conceptos de autonomía y federalismo no son análogos, sino opuestos, pues no es los mismo ensamblar las piezas de un puzzle, para formar un cuadro, que coger un cuadro y hacerlo añicos, para crear un puzzle; ni buscar más poder en la unión con otros países que desmembrar el territorio nacional en regiones independientes.


    Si tienes una fuga de agua no llames al Seguro: te mandará fotógrafos en vez de fontaneros. Y si tienes una fuga de soberanía no llames al Partido: te enviará fontaneros en vez de juristas. ¡Figúrense lo que un Bolaños, que una vez aprobó unas oposiciones españolas, puede hacer con un “Estado compuesto”, que es como el biombo verde de Bartleby el escribiente!
    

En la derecha bendecida por Mertxe Aizpurúa (¡la novia era ella!) y municipalizada por el comunismo carmenitano de don Luis Cueto Álvarez de Sotomayor, el Sobrinazo, los arbitristas son Enrique López, el Hamilton de Cacabelos, consejero de Ayuso, loco por una ley de pandemias, y Juan José González, el Madison de Ávila, ex presidente del TC, que, como “las cosas están mal”, ofrece “consenso”, y con el consenso, “un Estado compuesto”, o sea, el final de la escapada.

[Publicado el 6 de Enero de 2022] 

Jueves, 26 de Enero

 


En vano, altiva Londres, a porfía

miércoles, 25 de enero de 2023

Las dos iglesias de Gamonal

 



Francisco Javier Gómez Izquierdo

Servidor de ustedes, que fue primogénito de una prole formada por seis criaturas, anda por la casa de la madre nonagenaria, aquí en Gamonal, donde además de saludar y admirar  su templo de siempre, la Real y Antigua, que se proyectó con ánimo de que fuera catedral, las paredes de la otra iglesia del barrio, San Pablo, nos avisan que a ella también hay que empezar a echarle siglos, medio de momento, y que tal día como hoy, 25 de enero, abrazó la fe de Jesucristo, aquel Saulo feroz en la persecución de la cristiandad.


   Permitan que transmita la sorpresa e incredulidad que me asaltó a principios de los 70, cuando se estaba levantando San Pablo por creer que una iglesia tan moderna no podía ser una iglesia como Dios manda. Vamos, como nuestra "Antigua", que era edificio en el que sospechábamos intervención divina.

 
   Días de frío, estos, en Gamonal.

Sobre la Facultad de Periodismo


Emilio Romero, por Juan Palacios


ABC AL PASO

El azúcar de Bergson

EMILIO ROMERO: “SI LE GUSTA ESCRIBIR, LO SUYO ES EL ABC, UN PERIÓDICO-INSTITUCIÓN”


Ignacio Ruiz Quintano

 

Abulense, como Juan de la Cruz, Teresa de Jesús, Santayana o Luis Calvo Andaluz (“¡ni Luis ni Calvo ni Andaluz!”), Emilio Romero, el Gallo de Arévalo, nombrado por Sánchez Bella (a sugerencia de López Rodó) director de la Escuela Oficial de Periodismo, es quien, en el 71, lleva el periodismo a la Universidad, con la ayuda de Ansón y la oposición del almirante Carrero, que teme “llevar más agitadores” a la Universidad. Carrero le recuerda a Romero un artículo pintando a Ansón de “caballo en cacharrería”, y Romero lo tranquiliza:

 

Es verdad, pero ahora me he preocupado de quitar los cacharros.

 

 

En el invierno del 78, con la perspectiva de otro año en blanco (poner copas en Ibiza en verano para pagarte un invierno de Facultad en Madrid), y por ver si lo del periodismo tiene salida, escribe uno a los periódicos donde quisiera escribir, y responden todos, incluido Emilio Romero (el gallo del periodismo, al que le roncan los cojones, atendiendo un SOS de estudiante sin más recomendación que un hambre calagurritana, ¡los 70!). Dirige el “Informaciones” de la calle de San Roque (mi primera Redacción, de visita) y me invita a filete con patatas con servicio en su casa, no sé si por Hurtado de Mendoza (mi primer almuerzo periodístico). A esa edad impresiona el “usteo” (nada de tuteo falangista, que se impondrá luego, con el felipismo): me cuenta que este “Informaciones” es un embarque sin rumbo, y se trata de elegir un destino que encaje con lo mío.

 

¿Así que tiene usted una carta del ABC?

 

Sí, señor.

 

Pues, si le gusta escribir, lo suyo (lo mío) es el ABC. Un periódico-institución. La República no pudo con él. Caerá con la Iglesia y el Ejército.

 


La carta

 
Cuando, en los 50, el Régimen destituye de la dirección de ABC a Torcuato Luca de Tena por el “caso Beria” (una información cuyas galeradas van y vienen con el ciclista del periódico a la Censura donde los censores se han ido a dormir sin dar el visto bueno a la noticia de Beria, el ex jefe de la policía soviética, fugado de Rusia y escondido en España a la espera de saltar a América), Romero, que dirige “Pueblo”, se solidariza con su colega, y va a la calle.
 

Hay que esperar siempre a que se deshaga el azúcar –es un requiebro-fetiche de Romero, que cita a Bergson.
 
Una leyenda urbana dice que en el suarismo los periodistas triscan libres por las verdes praderas de Aleluya: es cierto en el lado de los “rojos” (lenguaje de la época), no en el de los “azules”, testigos incómodos del pasado, que es la víspera, de los “demócratas de toda la vida”. A finales del 75, el comportamiento de Suárez, “personaje que viene de todas partes”, es, dice Romero, “de mandón provinciano y providencial: su tratamiento contra articulistas abiertos era el de la suspensión de la columna o el cese”.
 

–Suárez me tenía más miedo a mí que a Carrillo, y era natural. Carrillo conocía su biografía; yo, su biopsia.
 
Del sombrero del franquismo sale la paloma de la democracia y Emilio Romero empieza a escribir en el ABC de Guillermo Luca de Tena, “primero con el seudónimo de Fouché, para no alarmar, y después con mi nombre”. Pero…



El gallo de Arévalo y Suárez
Tragicomedia de España, Emilio Romero
 
 
[26 de Agosto de 2020]

 

La ‘viogen’, un discurso antiespañol

 

Hughes

Abc
 
23 de enero de 1995: ETA asesinó a Gregorio Ordóñez. Ahí suelen acabar los recuerdos. Ese año, el PP ganó sin él las elecciones municipales en San Sebastián con más de un 24% de los votos, pero gobernó Odón Elorza gracias a PNV y EA. Después, María San Gil fue defenestrada. El PP está ahora en el 10%. Así se pierden las ciudades, los países. Poquito a poco. Moderadamente.


Mató ETA. PSOE, PNV y PP hicieron lo suyo. Ahora ese terrorismo ha desaparecido. Sus efectos y objetivos permanecen, pero no hay tiros y se ha sustituido oficialmente por otro: el machista.

23 de enero de 2023. Un hombre mata a una mujer y a su hija en Valladolid y, en La Sexta, el presentador Ferreras analiza la reacción de Vox, que ‘solo’ condena el “doble crimen” que él denomina “terrorismo machista”. “Intolerable”, dice la tertuliana Morodo, “inhumanidad”, añade el tertuliano Gascón; Maestre habla de “negacionismo”, término ya usado por el centrismo más impaciente: “Son en parte responsables”.


Todo porque Vox se niega a añadir ‘machista’ a ‘crimen’. ¿Tan importante es una palabra? Se trata de una de las líneas del régimen. Lo que define el dentro-fuera. Que se considere un nuevo terrorismo nos da una pista definitiva.


El discurso de la violencia de género (viogen) sirve para distraer, para confundir, porque sustituye un enemigo por otro. Oculta los enemigos reales y pasamos a luchar contra uno fantasmal: el machismo en el alma oscura de los hombres ¿Quién organiza ese terrorismo? ¿Quién lo financia? ¿Con qué objetivos? El disparate es absoluto. Pero el discurso de la ‘viogen’ es instrumental. Es un artefacto ideológico para confundir usado por quienes ya confundieron a España cuando el 11M, el pacto con ETA o el golpe catalán. Ahora se valen de este discurso usando a las víctimas para sus repulsivos y sinuosos intereses: ocultar el enemigo real persiguiendo otro ilusorio, falaz, imposible de prender.


Por tanto, quien hable de ‘violencia machista’ está realizando, sin querer y muchas veces queriendo, la siguiente confesión: “Colaboro a la estrategia del movimiento de destrucción nacional de España”.

Miércoles, 25 de Enero

 

 

un gallo gentil, y en triste alerta

martes, 24 de enero de 2023

La doctrina Juan Fernando


 Si vamos a ser fascistas,

“nos merecemos unas tetas más grandes”

 

 

Ignacio Ruiz Quintano

Abc


    Como en nuestra “democracia liberal” no se puede hablar, sin consecuencias, de la guerra o la vacuna, hablaremos del último grito del constitucionalismo hispánico, la doctrina Juan Fernando, según la cual todo lo que no está prohibido es obligatorio.


    –La vacunación del Covid puede ser obligatoria en España, dado que no existe ninguna cláusula constitucional que lo impida –reza la doctrina Juan Fernando.


    ¿Qué cláusula constitucional de Weimar impedía los campos de trabajo? Ninguna. Pero hay que ser un jurista fino para ver estas cosas, y Juan Fernando López Aguilar es un canario hecho constitucionalista en Granada, plaza de finísimos juristas como Trevijano, Nicolás R. Rico o incluso el masoncico Fernando de los Ríos, Don Suave, a quien sus alumnos arrastraron a ver una puesta de sol porque en Granada, le dijeron, salía un rayo verde de la Alhambra.


    Juan Fernando es el jurista del babilismo socialdemócrata, que designa la pasión de hablar en público sin sentido. Al decir del coordinador de la Junta Democrática, este babilismo lo importó el Psoe a la cultura de la Transición para la comunicación dramática: con Felipe González, que empezó babileando como Cantinflas y terminó balbuceando como Chiquito de la Calzada. La hojarasca palabrera cubre esa mineralización del rencor igualitarista de España que representa el Psoe y del que Juan Fernando es una gema.


    En España, desde el 78, todo lo que no está prohibido es obligatorio. Y lo que está prohibido, también, como el “mandato imperativo”, prohibido en la Constitución y, desde entonces, permitido para votar todas las leyes, que en buena lógica serían nulas de pleno derecho, si no fuera por las cantinfladas (y las chiquitadas) de los doctrinarios a lo Juan Fernando, que ahora nos quiere vacunar con una póliza constitucional en el antifonario, que así se entiende ese cartel en una finca de la vega del Jarama en San Martín que avisa con tinta roja: “Prohibido robar”, y que resume el pacto de la Transición entre los servidores del Estado, a cuyo poder adoraban, y los enemigos del Estado, a cuyo poder temían.


    ¿Han reparado ustedes en esos perretes que van de la correa pegando saltitos junto a sus amos y pendientes, no del camino, sino de las chuches que estos llevan en la mano? Son los ciudadanos de la Agenda 2030, con su pipeta, su vacuna, y de chuche, su prozac. ¿Qué artículo de la Constitución impide que seamos obligados a vivir tan simpático ideal cínico?


    En la doctrina Juan Fernando sólo nos chirría un poco el concepto “obligación”. En Inglaterra los “levellers” rizaron el rizo de pedir “libertad de servicio militar obligatorio”, pero Cromwell los aplastó. No es lo mismo que te metan en un cuarto de autopsias y te claven una jeringa de Estado los guardias de Hitler o de Stalin, a que lo hagan los practicantes de Juan Fernando. Si vamos a ser fascistas, “nos merecemos unas tetas más grandes”.

[Martes, 17 de Enero]

Martes, 24 de Enero

 

Beckham al corte

lunes, 23 de enero de 2023

El Madrid reverencial



Ceferino, el Abogado de los Pobres

 

Ignacio Ruiz Quintano

Abc

                Ceferino, el jefe visible de la Uefa, y que tiene pinta de jefe de los malos en una película de Ozores (donde Valdano haría de jefe de los buenos), dice en un documental sobre la Superliga que “en el Real Madrid se creen que todos deberían hacerles reverencias”. Pobre Ceferino, tan importante y tan acomplejado. ¿Por qué hacer reverencias al Real Madrid y no al NK Maribor?

                Segovianos, segovianos, somos gente comunera

                Ceferino pertenece a un pueblo orgulloso que no reverencia a nadie, y está en la Uefa para hacer con el Real Madrid lo que Copérnico, al decir de los libros de ciencia, hizo con el Hombre: ponerlo en su sitio y doblegar su orgullo. ¿Pero de qué orgullo se habla, preguntábase un sabio, cuando los hombres se consideraban miserables pecadores temerosos de un Dios airado que los azotaba con plagas, hambres y terremotos?

                La idea de un hombre medieval o de comienzos de la era Moderna diciéndose: “¡Estoy en el centro del universo y qué cosa tan gloriosa es!” –dice un historiador del amanecer y de la decadencia de la cultura– es una invención del cientifismo contemporáneo.

                ¿Pero de qué reverencias habla Ceferino, cuando el Real Madrid se deja zarandear en los sorteos (“¿Oporto? No, mejor PSG”) y arbitrar por Hernández Hernández y De Burgos Bengoechea en una Supercopa de España que se ventila en el desierto para que Don Rubiales juegue a Lawrence de Arabia en un palco saudí?

                Un dicho chestertoniano enseña que sólo es posible ser reverente hacia una hermosa mentira, y no parece ser el caso del Real Madrid cuya sala de trofeos humilla tanto a un abogado igualitarista de Liubliana cuya causa en la Uefa son los pobres, como la de Infantino, otro abogado, en la Fifa.

                Infantino cae bien porque en la escuela suiza sufrió de niño acoso por pelirrojo, trauma del que, ya de “Supercalbo” se resarció en Catar reparando “la injusticia” que para él suponía que Messi, otro pelirrojo, no tuviera un Mundial en su palmarés. Del narcisismo del personaje informa “The Times” de Londres, según el cual Infantino dio, por email, “órdenes expresas a la TV de sacarlo, al menos, una vez por partido”, y no de cualquier modo: “No podría salir revisando su móvil, y siempre tenía que estar mirando al terreno de juego; si aparecía al lado de un jeque, no podían salir de rodillas para abajo”.

                En su condición de Abogados de los Humildes, Infantino y Ceferino, que podrían considerar el traslado de sus sedes de Suiza a Burundi, donde no tendrían que vérselas con el Real Madrid reverencial, están salvando a los pobres del mundo, pero están condenando al fútbol, cuyos protagonistas salen a competir sin saber muy bien de qué competición se trata, como salíamos en los 80 del After Hours (Paul HackettGriffin Dunne– en la película de Scorsese). ¿Catar, Cáceres, Villarreal, Arabia? ¿Mundial, Liga, Copa, Mundialito, Champions, Solteros contra Casados? Bueno, se trata de extraer dinero. Después de todo, ¡hay tantos pobres!

                En estas circunstancias, para un entrenador debe de ser muy difícil mantener la tensión competitiva de sus jugadores, no siendo Mourinho, el mejor detector de majaderos que uno ha conocido (el último, el socialista Lobato, que presume de haber suspendido su “militancia” en el Madrid en protesta contra Mourinho).

                Mourinho es un entrenador de trofeos, no un entrenador de fútbol dijo Cruyff en 2011, a lo que Mourinho respondió: “Se lo agradezco, de hecho soy un entrenador de trofeos. Me encanta aprender de Cruyff, pero todavía tiene que enseñarme a perder una final de Champions 4-0”.

                Xavi recurre a la blasfemia en las arengas, como Benito Floro en Lérida cuando lo echaron, pero en las ruedas de prensa opta por la reverencia al anfitrión: “Arabia Saudí tiene cosas que mejorar, pero como nosotros en España. También hubo mucha crítica a Catar y se ha visto que no es para tanto”. Contra eso Ancelotti sólo puede competir con un levantamiento de ceja, como cuando Valdano le afeó no haberse hecho de izquierdas cuando el arrendador de la granja familiar se llevaba la mejor gallina. La única vez que Ancelotti se salió de sus famosos zapatos fue para ponderar a Gattuso: “Para dejar claro qué carácter tenía Gattuso, diré que una vez se comió un caracol vivo en Milanello”.

                El pobre Ceferino le falta al respeto al Real Madrid (dos cosas envidiaba Churchill de España: el Mediterráneo “y ese maldito Real Madrid”) como el viejales Le Graet le falta al respeto a Zidane. A Le Graet su estupidez le ha costado perder el cargo, pero a Ceferino la suya le ha valido consolidarlo. Hay que ir por la Superliga.

 




BALE Y ADIÓS

                El periodismo piperazo lo señaló desde el principio con una hernia, y Bale respondió haciéndose el autista, demostración de una inteligencia superior a la media. Se fue del Real Madrid pitado por los piperos (el feliz hallazgo de Hughes), que son como los pluviales, esos pájaros que limpian los dientes a los cocodrilos, que para ellos es la prensa. Dejó en el club 19 títulos, entre ellos cinco Champions (tres consecutivas), más una colección de jugadas que piden música de Vangelis y la estética de “Carros de fuego”. Un Bestia, aunque para los paletos cejijuntos siempre será el golfista que posó con una pancarta en Gales.

[Lunes, 16 de Enero]