lunes, 9 de enero de 2023

Tebas tutea a sus estrellas

 


"Arrogancia", en alemán futbolero

 

Ignacio Ruiz Quintano

Abc


    Del Mundial de Infantino, un “calbo” (con “b”) suizo jugando en Catar a Lawrence de Arabia, a la Liga de Tebas, un licenciado que en Twitter tutea a sus estrellas, y Vinicius es una estrella, pues no se sabe de nadie que acuda a un estadio a ver un partido porque se trata de la Liga de Tebas, y, sin embargo, sé de muchos que pagan su entrada sólo porque juega Vinicius.


    En el “Estadio de la Pulmonía” de Valladolid Ancelotti sustituyó a Vinicius, al que se le subían los gemelos, y Vinicius, en vez de salir por donde él quería y el sentido común indicaba, fue obligado por un árbitro muy raro a dar la vuelta al campo, recibiendo del público toda clase de insultos racistas (y de los otros), es decir, una vuelta al ruedo sin devolución de prendas, porque, bien mirado, ¿qué le va a devolver Vinicius a un energúmeno que le llama “mono”? Esta vuelta al campo fue lo que en la vida política se llama “pena de telediario”, que consiste en que la TV te saque en sus informativos subiendo/bajando los escalones de la Audiencia. ¿Qué hizo Vinicius para semejante castigo?


    Los locutores de TV, siempre tan jocosos, lo compararon con la vuelta al ruedo de los toreros, algo así como la que Luis Miguel Dominguín se pegó en Las Ventas con el índice levantado para proclamarse Número Uno. Los radiofonistas tuitearon una foto de Vinicius llevándose el dedo al ojo, gesto, según ellos, que significa “llamar loco al árbitro”. Los gestos, es cierto, no son tan universales como se cree. A Foxá se le hacía curioso que fuera en una época tan moderna como el primer tercio del siglo pasado cuando triunfó un arte exclusivamente de gestos: el cine mudo, que levantó a Chaplin al trono de la gloria. Y flipaba (Foxá, no Chaplin) con el hecho de que en los Balcanes el gesto afirmativo consistiera en mover la cabeza de derecha a izquierda para decir: “Da, da”, es decir, “Sí, sí”. (La negativa, en bajarla afirmativamente y chasquear un poco la lengua mirando al cielo: “Ne, ne”. “No, no”). ¿Es balcánico Vinicius?


    Cuando Lewandowski, en alusión al árbitro, se llevó el dedo a la napia en un gesto típico de la cultura hispánica del perico, los mismos que empujan a Vinicius sostuvieron a Lewandowski con la copla del gesto teutónico:


    –Gesto ofensivo en Alemania –escribió el decano del oficio–, según hemos sabido luego todos (!), algo así como “éste anda con la nariz alta, es un arrogante”.


    Hace muchos años que los ingleses dividieron el mundo en “cejialtos” y “cejibajos” (“highbrows” y “lowbrows”), pero nunca había oído uno hablar de narialtos y naribajos. Mas Lewandowski pudo jugar el derbi catalán de este domingo.


    –Los racistas siguen yendo a los estadios y viendo al mejor club del mundo de cerca, y La Liga sigue sin hacer nada... –comentó Vinicius en las redes sobre su grotesca experiencia pucelana.
    Entonces, sólo entonces, apareció el jefazo de La Liga, Don Tebas, en Twitter para pararle los pies a un genio veinteañero que lo único que pide a cambio de su alegría es que en los estadios españoles no le llamen “mono”: “En La Liga llevamos años luchando contra el racismo. Vinicius es muy desafortunado, injusto, y no es cierto publicar que La Liga no hace nada contra el racismo, infórmate mejor”.


    Don Tebas escribe mal y no tiene la gracia tuitera de Elon Musk. Vinicius oyó lo que le llamaban en Pucela, donde presumen de buen español, y por mosquearse (ya lo vivió en el Camp Nou y en el Civitas) es un “desafortunado injusto que falta a la verdad”. De ahí el tuteo falangista: “Infórmate mejor”.


    Dalmacio Negro, como Goethe u Ortega, que también frecuentaron Alemania, como Lewandowski, ve en las formas de trato el mejor indicador del estado de las sociedades, y un síntoma muy común, aparte el aumento de “la mala educación”, es la generalización del tuteo, típico en los movimiento totalitarios. Es lo que quiso dar a entender Lerroux cuando declaró que, exceptuando al señor Maura, “todos nos podemos llamar de tú en este Parlamento”.


    Para Vinicius, “informarse mejor” debe de ser que espere a que los periodistas le traduzcan el verdadero significado de los insultos que recibe. En TV ya dijeron que “dejar de hacer el mono”, como le pedía al futbolista un tertuliano, en español culto significa “dejar de hacer el tonto”. De lo que sucedió con Vinicius en el derbi con el Atlético (¡que avergonzó incluso a Pedro Sánchez!) nunca se supo, pero resulta que si Vinicius no quiere ser injusto con Don Tebas debe seguir esperando, y dejar trabajar a la Constitución. Porque… ¿qué ha hecho en ese asunto La Liga?




"Hoy no trabajamos porque vamos a ver a Pelé"

Calle de la Independencia, Guadalajara, Jalisco,

 en el Mundial Mécico'70



EL ÁRBOL DE NAVIDAD


    Davide Ancelotti defiende que su padre ha aportado tácticamente mucho: “Es humilde, pero inventó un sistema, el 4-3-2-1”, es decir, el árbol de Navidad. Ocurrió en el Milán y por el azar, como todos los inventos: se juntaron muchos jugadores buenos y Ancelotti pasó apuros para colocarlos y contentarlos a todos. Un día se lesionó Shevchenko, y Ancelotti (lo cuenta en sus memorias)  optó por retrasar a Pirlo para organizar el juego detrás de dos centrocampistas ofensivos: surgió como necesidad práctica, pero cuadró a la perfección con la filosofía del presidente. “Como dicen en España, la necesidad aguza el ingenio”.

[Lunes, 2 de Enero de 2023]