miércoles, 11 de diciembre de 2024

El Fary



Ignacio Ruiz Quintano

Abc Cultural


“Vaya torito, ay torito guapo, tiene botines y no va descalzo.” Dicen que el Fary tenía de vecino a uno de los Pecos, y que el de los Pecos no veía bien que el Fary escandalizase a las visitas saliendo por las mañanas a hacer “footing” por la urbanización en chándal colorado y botines de tacón cubano. ¡El Fary! Si el 98 se había echado a la calle a redescubrir España y redescubrió la españolada, el Fary se echó a la calle a redescubrir Madrid y redescubrió la madrileñada.


El 98: Azorín, de Alicante; Machado, de Sevilla; Unamuno, de Bilbao... Los domingos, para no ir a misa, iban a Guadarrama, y allí tapaban la falta de fe con la sobra de paisaje. Pero luego don José Ortega y Gasset, que, como decía Pemán, todo lo sabía con tanta elegancia, para enloquecer a los muniqueses tenía que hablar, no de pavimentos de granito de Guadarrama, sino de toreo. “Vaya torito, ay torito guapo, tiene botines y no va descalzo.”


El 98 vino a Madrid de fuera. El Fary, de dentro: Ventas del Espíritu Santo, que es Bilbao, Sevilla, Alicante y Guadarrama al mismo tiempo. Yo creo que el Fary sólo salió de Madrid una vez, cuando Ullán lo llevó para la TV al zoco Marrakech, con sus ciegos y sus tullidos, con sus olores fundamentales y antiguos: a cuero, a aceite, a sebo de carnero.


Todo Marruecos está lleno de promesas y de fe –dice Foxá–. Toda la cultura está aquí. Porque de esta piojera del Mediterráneo brotó la Acrópolis, la Biblia, el Evangelio, el templo de Luxor, Florencia, Raimundo Lulio, la Divina Comedia.


Como Juan Ramón lo había sido de España, el Fary fue “un nostálgico habitante simultáneo” de todo su grande Madrid, pero ¿quién le explica esto a la pobre Alicia Moreno? “Vaya torito, ay torito guapo, tiene botines y no va descalzo.” Yo lo vi una vez, al mediodía, de cañas y gambas en la Cruz Blanca con Manili, que mataba, por la tarde, la corrida de Miura, cuando Manili era el Tigre de Cantillana y salió de la miurada como triunfador de la Feria de San Isidro. Para las cañas y gambas, Manili, y para el mus, Chenel, con su mechón de “novísimo” del exilio (?). (La única explicación para el exilio de Chenel es que a Franco no le gustara la faena al “ensabanao”, vaya torito, ay torito guapo, tiene botines y no va descalzo.)


Con su perdiz disecada sobre el televisor, del Fary, que tenía botines y no iba descalzo, sólo se avergonzaban, y no sé por qué, los horteras.

Miércoles, 11 de Diciembre

 


Pangolín común

martes, 10 de diciembre de 2024

Las cloacas de Broncano



Ignacio Ruiz Quintano

Abc


En pleno Régimen de juglares y bufones, lo ha dicho la Milá, de los Milá de Fuenterrabía de toda la vida, que en su caso es Menorca, heredera (la Milá, no Menorca) de un rancio abolengo, el condado de Montseny, conquistado en los felices años 20 en la Diputación Provincial de Barcelona:


Broncano y su equipo están limpiando las cloacas de España.


“Cloaca” es palabra fina, de gente que chanela el latín, pues los mugrillas prefieren decir “escorredero”, “albañal” o “tragadero”. En la cleptocracia felipista los españoles dejaron de tutear a Gonzalón (aquel tuteo falangista que tanto le gustaba a él) el día que a nuestro estadista hispanodominicano le dio por decir que “el Estado de Derecho también se defiende en las cloacas”. De repente Felipe, que había abandonado a Marx, padre del marxismo (al que nunca había tratado), se abrazaba a Blanqui, padre del blanquismo (hablamos de Luis Augusto, no de Pepiño), que parecía, al de decir de Tocqueville, “haber vivido en una cloaca” como ésas que en España, al decir de la Milá, está limpiando Broncano, en defensa, al decir de Gonzalón, del Estado de Derecho, ese pleonasmo que nada significa, pero que hace que los españoles, al oírlo, pongan los ojos como bolitas de alcanfor. Porque, entre nosotros, ¿qué es el Estado? Si miramos a la gota fría (“garantizarles que el Estado en toda su plenitud está presente”), sería lo mismo que la vida vista por Shakespeare: nada más que una sombra... (“Una historia narrada por un necio, llena de ruido y furia, que nada significa”). Pero si miramos a un cachopo, nos ahorramos leer toda la obra de Dalmacio Negro, si nos vamos al instante parlamentario del director general de la Juventud de Asturias, Francisco de Asís, confirmando el número de empleados en su falansterio, que no es precisamente el del “poverello”: 24, mismo número de nervios que tiene el hombre (y la mujer), y que cuestan 1.7 millones de euros para la “gobernanza lúdica” que supone el reparto de trescientos mil en subvenciones.


Dado que España está más por el cachopo que por Shakespeare, lo que hace Broncano con su humor de maño que acaba de perder el tren, nuestro ingenio de Estado, es, de dar crédito a la Milá, “drenar el pantano”. “Drain the swamp”, en palabras de Reagan para poner en marcha la Commission Grace (por su presidente, J. Peter Grace) para eliminar el gasto superfluo en el gobierno federal y que al final (los cheques y los balances) es el chocolate del loro. Explicado por Curtis Yarvin con aviso para navegantes: “La Comisión Grace gastó 75 millones de dólares en un informe de 47 volúmenes. Identificó 424 mil millones en ahorros al implementar sus recomendaciones. Doce se convirtieron en ley, ahorrando entre dos y cinco mil millones. Supongo que es un buen rendimiento para un informe de 75 millones”:


Veamos si Elon y Vivek pueden igualarlo.


Broncano es el loro del chocolate, pero es el loro de las Milás.


[Martes, 3 de Diciembre] 

La Segunda División. 19.- El Tenerife

 

Presentación de dos pilares soñados


Diarrá, en nuestra peña cordobesista. Fué el mejor jugador del Córdoba y es de los pocos que se salvan en el Tenerife


Francisco Javier Gómez Izquierdo


      La tradicional igualdad de la Segunda no viene determinada, gracias a Dios, por el valor de las plantillas sino por el imprevisible rendimiento de las mismas. Los agoreros de agosto, servidor sin ir más lejos, nos compadecíamos de equipos con escaso presupuesto -general de la tropa menesterosa el Mirandés-, que conformaban las plantillas con jugadores de bajo costo que carecían de pretendientes*.  Varios clubes de 1a RFEF disponen de tesorerías más boyantes que el "equipo rojillo", ahora "jabato". Luego están los clubes que tres meses antes de acabar las ligas tienen contratados jugadores que han llamado la atención, tal que el Tenerife fichando a nuestro Diarrá, el medio más destacado de 1a RFEF, o Juande, respetable central que contribuyó al ascenso del Málaga, sin olvidar al eterno talentoso Mikel Mesa, que tan buena campaña hizo en el Zaragoza.


  He esperado escribir sobre el Tenerife porque no acababa de entender su errático deambular: "tiene que reaccionar" pensaba no sólo el Heliodoro, sino también servidor, pero ya van 18 jornadas transmitiendo fragilidad. Todo le sale mal al Tenerife. Aquí en Córdoba con 0-0, Ángel, un 9 con el culo pegado -va para treinta y cinco tacos- falló un penalti y es que cuando las cosas están por salir mal...  ni Pepe Mel, siempre revulsivo, ha sido capaz de mejorar a Óscar Cano, despedido tras media docena de partidos.


    Al veterano Tomeu Nadal se le buscó relevo en la portería con Salvi, pero no se aprecia mejoría, como tampoco con los centrales Gayá, canterano del Mallorca, o el malagueño Juande, que comparten culpabilidad con los antaños solventes José León y Sergio González; David Rodríguez, canterano chicharrero, peca de impetuoso por la derecha, y Adrián Guerrero, lateral zurdo traído de Suiza, no hace olvidar al francés Mellot. Aitor Sanz, capitán que lleva más de un decenio como mediocentro en Tenerife, anda desconocido. Junto a él debía brillar Diarrá, al que servidor tiene devoción (en mi Peña cordobesista le homenajeamos en mayo antes de marchar a la isla), pero rema muy arriba a mi parecer y naufraga como el resto del equipo. Waldo tiene buen currículo y buenas condiciones; también Bodiguer;  los dos ex cordobesistas: el primero titular, no así el francés; los dos sufriendo una pesadilla insospechada. Luismi, el 11, es el mas visible. Gasta moño y es bajito, saca todo y además se atreve a "chupar". Me da que el Sevilla le soltó por el físico; su clase es evidente pero su gambetear transmite decadencia. Elegante si se quiere, pero decadencia al fin.


     A la delantera se le supone un valor por encima de lo que se estila en Segunda. Maikel Mesa parece atrofiado tras salir de Zaragoza; el gigantesco Enric Gallego, aquel goleador del Extremadura, Huesca y Osasuna parece encogido; Ángel, jugón excelente, parece también aletargado como Cantero, cedido por el Levante..., o los jóvenes Teto, canterano de la casa, o el argelino Yanis de diecinueve años cedido por el Betis... De todos estos delanteros se esperaba mayor rendimiento, pero un mal viento anda sopla que te sopla por Tenerife. Hombre por hombre, la plantilla tendría que disputar el ascenso y con esas intenciones se empezó el campeonato pero a estas alturas todo huele a morrocotudo disgusto. Ver cómo la cincuentena de aficionados tinerfeños abroncaba a sus jugadores que se acercaron al graderíoa pedir perdón tras el 3-0 de El Arcángel me dio cierta pena... pero conforme está la cosa en Burgos y Córdoba necesitamos candidatos por abajo.

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   *Hacer una mili en Miranda es ya signo de distinción.

Martes, 10 de Diciembre

 


Sus cabellos de místico azafrán llora diciembre

lunes, 9 de diciembre de 2024

La flor era Vinicius

 


La sombra de Mbappé


Ignacio Ruiz Quintano
Abc


En la Segunda Venida de Ancelotti, el Real Madrid ha sido una Oficina de dos empleados: Courtois y Vinicius. En Anfield no estuvo Vinicius, que tiene allí su estadio europeo, pero sí estuvo Courtois, que impidió la goleada, ya que en su puesto no puede impedir esa agonía como de casa rica que no llegara a fin de mes que produce este Madrid de Ancelotti: un tiro a puerta en todo el partido: el penalti fallado por Mbappé.

Explicación españolísima de esa cosa que atiende por “los profesionales” (en política, “los expertos”): “Es que el contrario también juega”. Pero no puede ser que una banda inglesa de tarugos juegue al fútbol como el Dinamo de Kiev de Lobanovski, arrasando a un equipo de estrellas metidas en un calcetín de Simeone, ese cholismo para pijos con Modric (“Todavía quedan tres partidos y tenemos que mejorar”, declaró en Liverpool, sin reírse) de tótem para Charos que recoge ovaciones por esos campos de Dios (en Anfield hizo de Manolo Morán en “Manolo, guardia urbano”) y con Bellingham, un pavo de cien millones, persiguiendo a los carrileros contrarios, dejando a Mbappé arriba, solo, con la sensación de que el chaval pasa vergüenza viéndose delante de tanto público en pelotas. Para parar, mandar y templar al equipo más agresivo de Europa, tú sacas un centro del campo con Camavinga privado de Valverde, más Modric, para que Camavinga tenga que correr por él y por los otros dos, hasta que se rompe. Estos desequilibrios matan al medio centro (primero Aureliano, luego Camavinga), y por añadidura, a los centrales. La solución habitual es “aconejarse” todos en el área y que alguna pelota le llegue a Vinicius, que siempre ha sido (lo confirmamos en Liverpool) la flor de este equipo. Son, estos, grandes días de fiesta para el antimadridismo, que es a lo que se reduce hoy “ser español” en España.

Si le pegan una patada, que se aguante y se quede con la patada –ha resumido a Vinicius, y lo ha hecho en nombre de la alta cultura española, Javier Clemente, que no es el Mono Burgos y puede permitirse la campechanía.

En la alta cultura española, que incluye al piperío, cuesta asimilar la idea del negro rebotado. Vinicius se rebota, y eso no es “fair play”. En Butarque un defensa le puso la rodilla en la espalda, y a Vinicius, que es, de natural, la alegría cubanísima de la huerta, se le puso el gesto que se le ponía a Ben-Hur cuando, amarrado al remo, recibía el latigazo en el barco. Cosas del carácter (justo lo que le falta a Mbappé). Por eso triunfa en el Real Madrid.

La grandeza del Madrid es que tiene para todos, y todos, madridistas y antimadridistas, reciben sus regalos a su tiempo. Ahora es tiempo para el antimadridismo, que goza como chancho en charca de barro con los reveses blancos, pero luego vendrá mayo, y vuelta a empezar. En noviembre toca el Apocalipsis. “A mucha gente no le conviene que llegue el Apocalipsis”, dijo Pitita Ridruejo. ¿Señales? A Clemente lo entrevistan para meterse con Vinicius. Y para meterse con Florentino, entrevistan a Tebas, nuestro Elon Musk de los goles, y a un Roncero de Namibia, pero en culé, que hizo Balón de Oro a Rodri (¡a Rodri!) y domina la lírica lastimera de los misioneros del balón. En esa votación había otro Roncero culé en El Salvador, pero a ése no lo han llamado por si el teléfono lo levanta Bukele y les recita el “Romance del prisionero”: “Por el mes era de mayo / cuando hace la calor, / cuando canta la calandria / y responde el ruiseñor …”

Sobre el nudo gordiano de Mbappé (jugar por el centro o por la izquierda), esta anécdota de Pato en el Milán de Berlusconi y Leonardo: “Estábamos concentrados, yendo en autobús al estadio. Suena el teléfono: ‘Hola, Berlusconi quiere hablar contigo’. Digo: ‘¿Eh? ¿A la hora del partido?’. Me dice: ‘Que juegues más por el centro’. ‘¿Cómo lo hago? Mi entrenador es Leonardo’. Me dice Berlusconi: ‘Tú, tranquilo; ve al centro, que te lo estoy diciendo yo’. Entonces le comento a Leonardo: ‘Oye, Leo, me ha llamado Berlusconi y me dice que juegue por el centro’. Y me dice ‘Vale, tranquilo, ve por el centro’.

Y empezó a ir bien porque ganamos al Real Madrid.



Namibia



El Salvador

[Sábado, 30 de Noviembre]

Notre Dame de París


 Fue posible


Jean Juan Palette-Cazajus


Son las doce de la noche, “Le Monde” titula: “La estructura de la catedral parece salvada y preservada”. Es la primera oportunidad de serenar apenas la respiración desde la 18.30, cuando la primera noticia del catastrófico incendio me pilló en el autobús 15, camino de mi asilo madrileño. Encendí rutinariamente mi teléfono tropezando con un vídeo en directo que mostraba llamas impresionantes saliendo del crucero de la catedral. El objetivo se detenía también, en amplia panorámica, sobre las caras horrorizadas e incrédulas de la multitud que se iba agolpando en las orillas del Sena. El choque inicial en el hueco del estómago fue violento. Pero tras él, mi primera reacción fue la de incredulidad: esto tenía que ser algún montaje de ficción ostentoso y truculento. 


Pero no. Llegado a casa logré conectarme con un canal galo de información continua y pude presenciar horrorizado los espectaculares progresos del incendio. La digestión posterior a una entrañable comida con amigos se fue cortando violentamente y el cuerpo se encogía y tetanizaba. Mientras, la cabeza salmodiaba por su cuenta, autista, mecánica,  machacona: “no puede ser, no puede ser, no puede ser, no puede…”. Empiezan a llamar las amigas, los amigos, la familia, casi todos con lágrimas en la voz. Ante nuestros ojos incrédulos las llamas van alcanzando la flecha de Viollet-le-Duc y la transforman rápidamente en trágica tea. Como en una pesadilla la vemos trastabillarse y luego derrumbarse sobre las cubiertas: una masa incandescente de 500 toneladas de madera, 250 de plomo, con las doce estatuas de los apóstoles, en cobre color cardenillo que la flanqueaban, donde Viollet-le-Duc se había representado a sí mismo bajo los rasgos de Santo Tomás con una escuadra en la mano. Fundido también, claro, el gallo que la remataba y encerraba –dicen– una espina de la Santa Corona, una reliquia de Saint Denis y otra de Santa Genoveva.


Mi amiga y yo lo tuvimos claro: la caída de aquella bomba incendiaria sellaba la suerte de toda la cubierta. Reventó la tensión, me desmoroné y me tiré varios minutos lloriqueando como un crío, vergonzosa e imparablemente. Oía, en un nublado, mi amiga, arquitecta de pro, tratando de animarme, con palabras que me resultaban surrealistas, y  ponderando las alentadoras perspectivas reconstructivas ofrecidas hoy por los adelantos técnicos y la calidad de los profesionales. Le dije que desde el triste día en que viera a mi madre de cuerpo presente no había vuelto a padecer tal sentimiento de dolor, de impotencia y de brutal sinrazón. Con granítico criterio moral soriano, tachó mi amiga de grave pecado tal equiparación de las realidades materiales con la vida de las personas y me conminó a no consignar aquí tamaña indecencia. Pero cual lo sentí, cual lo sigo sintiendo, aquí lo dejo. Desde la conciencia de haber presenciado un momento irreparable de la historia; desde la trágica certeza de la arbitrariedad definitiva de sus albures. Desde la implacable posibilidad histórica de las peores imposibilidades.


Pocos motivos había para dudarlo, pero hoy quedó trágicamente claro que Notre Dame de Paris era el símbolo por excelencia de la continuidad nacional francesa. En esa clase de adscripciones y advocaciones identitarias hay siempre factores aleatorios, arbitrarios e irracionales, nunca me cansaré de repetirlo, pero en este caso abundaban las referencias concretas: París es la única gran capital europea que disfrutaba de la presencia de una importante catedral gótica. Situada además en el centro geográfico, geométrico y simbólico de su expansión histórica. El Kilómetro cero de las carreteras francesas arranca desde el “parvis”, el atrio, de Notre-Dame. Las vicisitudes y heridas del santuario fueron incontables. Tiempo habrá desgraciadamente para hablar de ellas. Si fue muy maltratada por la Revolución, con anterioridad a ella, la catedral les había ido resultando tan obsoleta como “démodée” a los prelados y prebostes de los siglos XVII y XVIII, en épocas de máximo desprestigio de la arquitectura “gótica”, o sea bárbara. El estilo ojival, lo fueron rescatando los románticos y sobra la evocación del conocido papel de Víctor Hugo.


No hubo momento importante de la historia reciente de Francia que no quedara solemnizado y eternizado en Notre Dame: el Te Deum presidido por De Gaulle, el 26 de agosto de 1944 tras la liberación de París, con tiroteos incluidos en el atrio del santuario; el funeral  del propio general De Gaulle el 12 de noviembre de 1970; el de François Mitterand, el 11 de enero de 1996 con las lágrimas de Helmuth Kohl y la presencia de un Fidel Castro abotargado en insólitos traje y corbata; la misa solemne en memoria de las víctimas de los atentados, el 15 de noviembre de 2015 y el bordón de la torre doblando por ellas.


Notre-Dame no era la más grande, la más alta ni tal vez siquiera la más bella de las catedrales góticas francesas. (¡De dónde sacar fuerzas para seguir escribiendo y hacerlo en imperfecto!). Pensemos en Reims, en Amiens, en Chartres, en Bourges. Pero su silueta era particularmente grata y  armónica, aparecía ante los ojos como una milagrosa evidencia, conocida desde la memoria del alma, realzada por un marco urbano tan digno de ella como universalmente familiar. Hace muchos años que no había entrado en Notre-Dame. No sabría decir cuántos. París es una ciudad en situación terminal de artificialización, teatralización y museificación. Las colas delante de la catedral son -¡eran!- perpetuas e interminables. La perspectiva de visitarla en medio de un hormiguero agobiante, coartada ya toda posibilitad de vivirla, de sentirla, de paladearla, me resultaba definitivamente vomitiva. Prefería desde hace años soñarla y recordarla. 


Simple variante antropomórfica de la explotación ganadera, el turismo de masas sólo apunta a la rentabilización económica del manejo y desplazamiento  de la cabaña humana. Antiguamente los monumentos de la cultura occidental sólo eran asequibles a la pequeña minoría que disfrutaba del privilegio de viajar. Hoy la presencia invasiva de los hatos humanos ha logrado el resultado paradójico de degradarlos y trivializarlos hasta el punto de hacerlos invisibles. La única prueba fehaciente de su existencia es la postal turística donde el turista –milagrosamente– nunca aparece.
 

El 19 de septiembre de 1914 la catedral de Reims fue bombardeada e incendiada por las tropas alemanas. Quedó casi totalmente destruida. Antes de su retirada, en 1918, los germanos se volvieron a despedir con obuses del cadáver trémulo donde otrora se consagraran  los reyes de Francia. Aquel ensañamiento tenía una explicación. El adjetivo “gótico” con que los barrocos y neoclásicos franceses calificaban despectivamente el arte ojival, olvidados o ignorantes de que aquel arte había sido el genuino de la Isla de Francia, sirvió en cambio a los alemanes, a partir del romanticismo, para plantear y reivindicar la germanidad original de aquel estilo. Ya muchos años antes de la Guerra de 1914-18, los historiadores del arte habían restablecido la procedencia originaria del “Opus Francigenum”. Y el pangermanismo se cobró su frustración. Ésta fue siempre mi tesis y puede aparecer como francocentrada. Una importante tesis universitaria alemana acaba de confirmar honestamente la hipótesis.


A lo largo de la pasada y trágica noche han sido varias las voces francesas que han recordado lo que en su momento se conoció como el “martirio” de la catedral de Reims. Para decir que lo que estaba ocurriendo en Notre-Dame era -lo comparto- incomparablemente peor. Porque no acontecido en el marco de la peor confrontación bélica que conociera el mundo, que todo lo diluía en un común horizonte del horror y la devastación, sino en el de una sociedad posmoderna acostumbrada al dulce confort y a la intangible presencia de su entorno patrimonial. Basta con pensar en la indignación de la mayoría de la sociedad francesa  por las recientes degradaciones –al día de hoy de repente tan irrisorias– ocasionadas al marco urbano por los “chalecos amarillos”.


Por muy larga y cuidadosamente restaurada que quedara la catedral de Reims, se quebró definitivamente la fisiología de su organicidad milenaria y quedó infartada la necesaria coalescencia entre continuidad y “autenticidad”. ¡Qué difícil, y hoy más que nunca, resulta explicitar todo aquello!  Nunca tampoco, lo sabemos, volverá Notre-Dame a ser lo que fue….Personalmente  cabe dudar de que yo llegue a ver lo que algún día será su resurrección de las llamas. Destino inesperado, extraño y miserable el de sobrevivirle a Notre-Dame de París. 

 No puede ser

 Muere la Flecha de Viollet-le-Duc

 No puede ser

 Reims 1914

Reims 1919

Abril, 2019

Lunes, 9 de Diciembre

 


Dormir el sueño de las manzanas

domingo, 8 de diciembre de 2024

Hughes. Girona, 0-Real Madrid, 3. Pas de problème Mbappé


 @realmadrid


Hughes

Pura Golosina Deportiva


Toda la semana estuve pensando algo que durante el partido ya me pareció una palmaria evidencia: no hay caso Mbappé.


A Mbappé no le pasa gran cosa. Pasa que no le conocíamos. Había una distancia enorme entre lo que se hablaba de él y lo que era él. Era una reputación hecha en un 20% de repeticiones de goles y en un 80% de Chiringuito.


Casi todos los Galácticos que ha fichado Florentino tuvieron problemas al llegar. Lo normal es el desajuste. Ha habido siempre problemas en su integración en un equipo que, a menudo, no los necesitaba o necesitaba lo opuesto. Algunos de ellos aceleraron en ese punto una decadencia que ya había comenzado. Otros, simplemente, no mejoraron su versión anterior.



 @realmadrid

Quizás eso no pase con Mbappé. Es muy posible que se parezca más a Cristiano que a Kaká, pero sus problemas, esas inadaptaciones, esas fricciones de contacto, son, no sólo normales, sino lo esperado si se echa la vista atrás. Es más, podríamos decir que son menores dada la enormidad de su fichaje, de su coste psíquico, y de la absoluta inadecuación con el equipo, que se ha terminado de descomponer con su fichaje.


El problema Mbappé no es el problema de Mbappé y cargarle con eso empieza a parecer una estrategia interesada. Un poco como con Vinicius.


En Gerona el Madrid salió con un 4-2-3-1 y eso estuvo bien porque multiplicó a Bellingham, protegido con dos medios detrás y centrado en un lugar donde podía asistir y "llegar". Así lo hizo, un gol y una asistencia, y algún pase muy bueno a Mbappé.


Cuando fue cambiado, Modric jugó allí unos magníficos minutos finales. Él "vio" a Mbappé en el tercer gol, pase celebradísimo en una secuencia de dos desmarques eléctricos del francés, un jugador que se ve mejor desde la cámara-dron. Ese puesto de centro del equipo, de estrella protegida, lo permitía el 4-3-2-1. La pregunta es si resulta sostenible. ¿Dónde meterán en ese dibujo a Vinicius cuando regrese? ¿De ala izquierda? ¿No es sacrificar a quien se mueve ya entre el extremo y el nueve? ¿No es pedirle mucho sacrificio defensivo en la banda?


Y esto pasa casi con cualquier esquema o forma táctica que se escoja. Hagan la prueba. Ensamblar a Mbapé, Vini y Bellingham entre sí y luego con el resto del equipo es como uno de esos problemas matemáticos que pasado un siglo resuelve un ruso loco y solitario.



 @realmadrid

Hay un problema con Mbappé, meter a Mbappé en el equipo, pero poco problema con él. Se esperaba un egocéntrico vanidoso y, al contrario, parece un buen chaval. Parece, incuso, alguien sin el ego retumbante necesario para ser Mbappé. Es alguien sencillo que se integra bien.


Y su problema de rendimiento, hay que insistir, es una deformación exagerada: lleva 0'55 goles por partido. He de repetir aquí lo del otro día: en media goleadora, sólo le superan ahora mismo Cristiano, Puskas, Hugo, Di Stéfano, Van Nistelrooy, Ronaldo y Zamorano. Con sólo una leve mejoría, con un par de noches felices en el Bernabéu, el problemático Mbappé se colocará entre los cinco goleadores más efectivos y constantes de la historia del Madrid.


No es ninguna locura pensarlo porque eso está ya ahí, latente en su juego. Mbappé falla, pero es que sus desmarques lo colocan en situación de fallar. Mbappé se coloca frente al gol. Y eso ya es un porcentaje de su juego realizado, la mitad del trabajo de marcar. Cuando esté clara la posición del 10 que ha de asistirle (el problema de Bellingham) esto también mejorará.


El peor Mbappé en el peor momento tiene la media goleadora de Benzema, el jugador de culto, secreto, para paladares exquisitos. La duda es si Kylian será un goleador a la altura de Hugo o de Ronaldo Nazario. Es decir, dudas menores de talla. El tamaño de su estatua en el museo del club. La duda existencial real y acuciante es cómo se colocarán los demás a su alrededor, un problema habitual en el Madrid. Un problema de esferas galácticas, de rotaciones, de órbitas y estrellas, de sistemas solares... Esto es un trabajo más bien de Ser Superior que de entrenador, y de ahí las dificultades.



 @realmadrid

Lenox y la Inmaculada


"Por la paz, la igualdad y la justicia"


Ignacio Ruiz Quintano

Abc


    Como corresponde a un ejemplar de Tirano de la Trona (arrogancia, infantilismo e irresponsabilidad), el presidente del gobierno de España dedicó el día de la Inmaculada a homenajear a John Lennon, el “Lenox” de Tierno en la inauguración de un paseo al beatle en el Retiro:
    

Hace 40 años John Lennon moría asesinado. Nos arrebataron al músico pero nos queda su mensaje, su voz. Para seguir imaginando y luchando por la paz, la igualdad y la justicia –tuiteó Sánchez.
    

Es un tuit-puzzle de citas para mises en los concursos de belleza de Villatripas de Arriba, el pueblo de Krahe en La Mandrágora.
    

Por seguir con el psicoanálisis, el sentimentalismo, según Jung, es una superestructura que enmascara la brutalidad. Si te adorna una sensibilidad musical entre el Koala y Manolo Cabezabolo, le haces un tuit empalagoso a un tío tan “fino” como Lennon y restableces tu pureza de corazón para poder competir con la pureza de alma de la Inmaculada.
    

Cuenta Dalrymple que, cuando en su trabajo en los suburbios ingleses como médico de prisiones y hospitales observa lo que la revolución sexual ha causado, piensa en las palabras que conmemoran al arquitecto sir Christopher Wren, en el suelo de la catedral de San Pablo:
   

 –Si buscas un monumento, mira a tu alrededor.
    

Que son las palabras que nos vienen a nosotros cuando en nuestro trabajo como chismosos observamos lo que la revolución educativa ha causado en la generación del sanchismo, y eso que nadie pide a Sánchez que en la festividad de la Inmaculada tercie en la disputa medieval entre dominicos y franciscanos sobre el pecado original.
    

Envíame un socialista que esté bueno –era cuanto pedían los “telepollas” (palabra de Cela) en las tertulias del “populismo”.


    Y les enviaban al Toni Manero que nos gobierna, gracias al cual España es hoy lo que tanto impresionó al marqués de Custine en la Rusia zarista: “la disciplina de campamento que sustituye al orden urbano, el estado de sitio convertido en estado normal de la sociedad”.

Diciembre, 2020 

Estado



Ignacio Ruiz Quintano

Abc


Para ser progre hay que ser funcionario o millonario, es decir, dueño de una vida tan inexplicablemente regalada que le haga a uno pensar: “Tiene que haber una explicación para todo esto que me pasa.” El viejo progre común ha creído encontrarla siempre en la “Filosofía de la Historia” de Hegel, un libro, según Russell, en verdad muy importante, a juzgar por los efectos que ha tenido, y un libro sin la menor importancia, si se juzga por cualquier verdad que pueda contener.


Amarrado a su nómina del Estado prusiano, Hegel propuso un sistema de la Historia de acuerdo con el cual se supone que han de desarrollarse los hechos. La cosa queda intelectual y gusta mucho en España –el país, por cierto, que más farlopa consume en el mundo–, cuyos hegelianos piensan: “Ahora lo entendemos todo.” ¿Que los hechos no se ajustan al sistema? Ya lo dijo el maestro: “¡Peor para los hechos!”·


Tomemos el ejemplo del “Katrina”. La explicación hegeliana, adornada con una sonrisa de oreja a oreja en nuestros presentadores de noticiarios, ha sido: “Bush se niega a firmar el Protocolo de Kyoto para que sus petroleras sigan echando humo; este humo calienta a la atmósfera, que contesta con huracanes como el ‘Katrina’, cuyas víctimas no pueden ser atendidas por los soldados/azafatas porque estos son en realidad guerreros tremendos que están en Iraq haciendo la guerra injusta, inmoral e ilegal –‘sangre por petróleo’, ya saben– de Bush.” ¿Alguna pregunta? No. ¿Para qué? Ya sabemos que este “mantra”, repetido por “misses”, corresponsales, cantantes y cineastas –la “conciencia crítica” transformada en la fórmula “pánico et circenses”–, es el tabarrón que ameniza nuestras noches de Walpurgis de la indignación.


La manía de juzgar las costumbres de otra cultura con los valores de la propia fue corregida por la “nueva etnografía” y sus enfoques “etic”, en el sentido del análisis propio, y “emic”, en el sentido del análisis ajeno, pero la progresía pasa de “nueva etnografía”. Ahí están los Fusté, el risueño matrimonio catalán pillado en el garlito del “Katrina” en Nueva Orleáns. “Detrás de la primera potencia mundial hay un mundo muy débil”, declaró él, funcionario de Salud en la Generalidad del Carmelo barcelonés. Ella, funcionaria de Turismo en el mismo falansterio, prefirió declarar su “desengaño por el papel del Estado” en América. ¡Ah, el Estado! El Estado y los Fusté. En la guapa Francia de “l’État c’est moi” el verano de 2003 –¿otro calentón por las chimeneas de Bush?– se llevó por delante a quince mil complacientes súbditos del Leviatán del inspector Clouseau. La España de los Fusté es como la de los Botejara, pero con más Estado.

Domingo, 8 de Diciembre

 


Ratones Pérez

Y el ángel se retiró

 DOMINGO, 8 DE DICIEMBRE


En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era MaríaEl ángel, entrando en su presencia, dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo». Ella se turbó grandemente ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquel. El ángel le dijo: «No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin». Y María dijo al ángel: «¿Cómo será eso, pues no conozco varón?». El ángel le contestó: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer será llamado Hijo de Dios. También tu pariente Isabel ha concebido un hijo en su vejez, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, “porque para Dios nada hay imposible”». María contestó: «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra». Y el ángel se retiró.

Lucas 1, 26-38

sábado, 7 de diciembre de 2024

Clasicus


Dmitró Chihrinski


Ignacio Ruiz Quintano

Abc Cultural


Señores, hemos llegado al “Clásico”, que es como el “As”, uno de los faros de la hegemonía cultural, llama al Madrid-Barcelona de esta noche en el Bernabéu, donde se ventila la Liga de fútbol exactamente igual que hace cincuenta años.


¿Y qué ha cambiado en cincuenta años?


En la historia de las mentalidades, que es una medida francesa muy útil, nada: el español sigue siendo ese logrero incansable que, a base de ronear al poder, consigue que no le toquen el cocido. Donde había un yugo y un haz de flechas hay un puño y una rosa, y donde había un bigotito delgadito hay una barbita canosita. Mediocridad y, un par de veces por semana, fútbol. Hoy, el “Clásico”.


Antes, el clasicismo consistía, como bien decía Pemán, en hacer que todo, la Verdad, la Vida, la Belleza, tuviera... menos cuento. Ahora, gracias al fútbol, no hay clasicismo sin cuento, y todo el mundo se pasa la semana echando el suyo con la cosa del “Clásico”.


“Cuentos del fútbol”, tituló Valdano una antología infumable de literatura balompédica, y eso parecen estos días los periódicos, en cuyos editoriales sólo falta pedir la suspensión de la democracia para ver el “Clásico”, como han pedido los ecologistas para salvar al planeta.


El Madrid se juega su victoria consecutiva número 13 y con Pellegrini en el banquillo. Todo suena a Fernández Flórez: “La novela número 13” y “El sistema Pelegrín”. Los del Madrid son futbolistas superiores a los del Barcelona, pero ganará el equipo que menos mire a su entrenador: Pellegrini, el primo de Dulce María, en el Madrid, y en el Barcelona, Guardiola, el “Pep” –ese muchacho indeciso– de la progresía ibérica.


Pellegrini tiene cabeza de estratego pobre, porque ésa ha sido su carrera, y podría repetir la pifia europea de Lyon. Guardiola tiene la escuela de Cruyff y un juego de copas en la vitrina del mueblebar. Por ese lado gana Guardiola. Más lo que en este régimen de democracia faisanada impone Zapatero, que en Madrid es del Barcelona como en Barcelona sería del Madrid. El oportunismo de Laporta, ese epígono nacionalista del doctor Robert, ha hecho el resto, y el Barcelona es en este momento el club del sistema, el Hamilton del fútbol: poca historia y mucha adulación. A veces recibe una sanción, y entonces no la cumple. Su victoria en Madrid sería la de una nación. Para el Madrid, en cambio, ganar hoy sólo supone la victoria número 13. ¡Y sin Chigrinski!

Sábado, 7 de Diciembre

 


Vecino Jack

viernes, 6 de diciembre de 2024

El periodismo ciudadano


Curtis Yarvin

Ignacio Ruiz Quintano

Abc


Arrecia la propaganda de guerra, y conviene cuidarse de lo que uno oye y lee en los medios encargados de distribuirla, razón por la cual arremeten contra las redes sociales (¡el “periodismo ciudadano”, lo llama Elon Musk, siempre por delante!), cuyos usuarios de a pie son los destinados al sacrificio en el frente. En América, la pelea entre periodismo lobista y periodismo ciudadano es a muerte:


El New York Times ganó el Pulitzer por dos años seguidos impulsando el engaño sobre Rusia, y todos ustedes, los “lemmings”, los siguieron hasta el abismo, quemando su credibilidad para siempre. Lo que leemos en X puede estar equivocado, pero sabemos que los medios tradicionales son simplemente perros falderos de los demócratas... ¡Así que X es el medio ahora! –resume James Woods, al que Musk tenía bloqueado en su X.


Para Musk, un lince para verlas venir, el periodismo ciudadano es el periodismo del futuro, que ya está aquí, se supone que en su X, “donde se puede escuchar a verdaderos expertos en cualquier campo en particular, y puedes escuchar la refutación”, lo que ha provocado una falsa estampida de viejas del visillo progresista que, a falta de vida propia, se dedican a roer en las ajenas para denunciar quién falta a misa.


En España, contra el periodismo ciudadano impulsamos el periodismo de Estado, a partir de que, según la leyenda, el mejor periodismo mundial se hizo aquí, durante el franquismo, en “Pueblo”, el diario del sindicato vertical. Hoy, y gracias a la Democracia Que Nos Dimos, sus estrellas son Inchaurrondo y Broncano: una quería ser Rachel Maddow y se ha convertido en Bill Maher: y el otro quería ser Bill Maher y se ha convertido en Joy Reid. Contra la guerra sólo está el periodismo ciudadano: todo el mundo puede recordar con “El cuaderno gris” de Pla lo bien que se vivió en España gracias a la neutralidad de Dato durante la guerra del 14, por no hablar del bar del Palace durante su continuación en el 40 gracias a la neutralidad de Franco.


Compañeros hay que ven en el periodismo ciudadano intrusismo, dado que el tuitero común carece de la póliza de la Complutense, donde, allá por el 78, un profesor de profesión militar que daba comunicación me quiso expedientar por atribuir en un examen la “democracia representativa” a un tal Hamilton, en vez de a su Suárez, el del aeropuerto. Que uno sepa, el último hamiltoniano respetable es Curtis Yarvin, único pensador vivo (por pensador y por vivo) que nos queda, y que acaba de publicar un ensayo sobre el poder que quita el hipo, sobre todo a Trump y a Must, que ahí tienen lo que pueden hacer y seguramente no harán, salvo milagro.


Los progresistas no creen en el sistema de gobierno estadounidense, sólo en el poder. Los conservadores no creen en el poder, sólo en el sistema de gobierno estadounidense. Por lo tanto, los progresistas siempre ganan y los conservadores siempre pierden.


Y aquí, que si Azúa zurra a Sánchez.


[Viernes, 29 de Noviembre] 

La España constitucional. Posautonomías


Adolfo Suárez González


Ignacio Ruiz Quintano
Abc


El 78 fue el diálogo entre el pánico de los que estaban y la codicia de los que venían, sin lo cual no se explica el arreglo de lo que ahora termina.


Pánico y codicia unidos no podían esperar a una Constitución, y forzaron a Suárez, erigido en poder constitucionario (según Sieyes, el poder constituido que se las echa de poder constituyente) a crear un unicornio jurídico: las Preautonomías. La primera, en septiembre del 77, para los catalanes, y la segunda, en enero del 78, para los vascos. Después, y para colocar, a petición socialista, a la “famélica legión”, el simpático centrista Clavero inventó la Teoría de la Tabla de Quesos, popularmente resumida en “café para todos”.

Igual que Cánovas había estimulado los nacionalismos vasco y catalán para arrancarle pelos al lobo del carlismo rampante, Clavero creía que la achicoria para todos rebajaría el café vasco-catalán (¡el mito nacionalista del “despertar”!).


El derecho de autonomía (?) –explicaba aquel buen hombre– tiene tres aspectos: autoconfigurarse, autorregularse y autogobernarse.

Desde la famosa “garantía institucional” schmittiana no se había visto cosa igual, pero hacía falta “poner negro sobre blanco”, a lo Ónega, el nuevo derecho, y para eso estaba Manuel García Pelayo, que no tiene la disculpa de la ignorancia, como los constitucionalistas de hoy, pues era, además de lector, amigo de Carl Schmitt, quien le regaló en su casa de Berlín un libro sobre el general prusiano Scharnhorst, y por dedicatoria, este aforismo de Jünger: “Nadie muere antes de cumplir su misión, pero hay quien la sobrevive”.


García Pelayo sobrevivió (mal) a la Constitución, pero no a las Autonomías que él definió cortando con la radial conceptual de Errejón la famosa logorrea forense de Groucho (“la parte contratante de la primera parte…”):

Las partes se constituyen como entidades jurídico-políticas a partir de la unidad y no la unidad a partir de las partes.

Y a partir de ahí, las Posautonomías.


Octubre, 2017

La Segunda División. 18.- Albacete Balompié

Albacete de leyenda. Nombres en el pecho


Alberto González en el Linares con su libro


Clubes de 1ª 94/95

 

   Francisco Javier Gómez Izquierdo


        En unos fascículos que sacó el Interviú hace 30 años y que servidor tiene encuadernados, sorprende una liga en primera en la que había dos equipos ya desaparecidos: C D Logroñés y S. D. Compostela y otros siete que hoy andan por la Segunda: Zaragoza, Racing, Deportivo, Málaga, Oviedo, Tenerife y Albacete. En aquel noventa y cuatro el club de moda era el Albacete con un entrenador, Benito Floro, que impactó al mundo del fútbol.


        Se añora en Albacete a Floro, a Catali y al diez, que era Zalazar (su hijo Cuqui lleva el nueve en el Córdoba); añora aquellos noventa... y el Alba que siempre ha tenido buen ojo con los entrenadores fichó el año pasado a Alberto González, un tipo que lo salvó del descenso y que se le ve estudioso en las disposiciones tácticas del juego y sobre todo de la importancia de las transiciones (Benito Floro hablaba de la importancia del saque de banda). En el Linares "teleentrenaba" desde lejos con un ordenador y en semanas alternativas lo hacía presencialmente. Reconozco que a mí me parecía extravagante que viniera al Córdoba -se le tanteó- pero también reconozco que no se recuerda un Linares mejor dirigido.


        La plantilla se ha hecho con economías, contratando un portero canario muy veterano, Lizoain, que paró en equipos modestos como Alcorcón, Mirandés tres temporadas, Andorra... y a Christian Rivero no sé si cedido por el Valencia o ya en propiedad. Los defensas son de perfil bajo. Peones currantes repescados en caladeros menesterosos tal que los veteranos Álvaro Rodríguez fichado hace tres años en el Burgos,o Jaume Costa, ex Mallorca y Villarreal; joven es Juan María, gaditano que el Albacete cedió al Mirandés la temporada pasada, así como Lalo, cedido en ésta por el Leganés. Diego González, de la cantera sevilista como Juan Mari, que tras cuatro años en el Elche acompaña a Jon García -cinco temporadas en el Racing de Ferrol- en el centro de la defensa; Agus Medina es mediocentro con cara de labrador que arara un surco infinito; se hace acompañar de un sevillano, Meléndez, en la tarea destructiva. Otro que tal, Rai Marchan, salido del Castilla y que pasó cuatro años en Australia. Para construir, Riky, asturiano elegante que lleva el brazalete de capitán y que pasó por El Plantío; Morcillo, zurdo puro que en sus inicios en el Athletic llamó la atención con sus disparos; Fidel es aún más zurdo que Morcillo y jugador al que servidor tiene en gran consideración. Lo defendí mucho cuando estuvo en el Córdoba y le achacaban indolencias. Muy buen pelotero Fidel consagrado como tal en el Elche pero ya mayor y muy baqueteado, la verdad. Otro ex cordobesista y onubense como Fidel es el delantero centro Quiles, al que Alberto González asocia con el murciano Higinio (todos los Higinios futbolistas son murcianos); tiene Higinio cara de currante, frente de currante y andares de currante. Otro tío del que fiarse, pues si no hace más es porque no puede... y por último el pequeñito extremo Juanma, el 7, mi favorito, el que marcaba los goles del Burgos que ascendió de 2ªB. y al que Albacete aplaude cuando lo ve bullir codicioso en el Carlos Belmonte. Alterna titularidades pero Juanma es de los que ponen al espectador "en preventiva".


    Gracias a su entrenador veo al Albacete hacia mitad de la tabla a pesar de tener un plantel de bajo coste, pero Alberto González ha conseguido equilibrar la austeridad de su plantilla casi matemáticamente: seis victorias, seis derrotas y cinco empates. La próxima jornada con el Castellón toca X en la quiniela. 

Viernes, 6 de Diciembre

 


Tabla de gimasia constitucional

Día de la Constitución 1978. Nada que celebrar

 


De la No Constitución y sus Concordias

CLIC

jueves, 5 de diciembre de 2024

La España contitucional. Firmas



Casa Manolo


Ignacio Ruiz Quintano
Abc


En el día de San Jorge la derecha de Madrid puso a su candidata por Barcelona a firmar ejemplares de la Constitución’78 en la Rambla Cataluña.

La Constitución’78 no es política (reglas del juego y sanseacabó), sino ideológica. Eso significa que en el paraíso que describe siempre anda suelta una serpiente, y así se vio aquí cuando el Rumasazo (“Tó pa’l pueblo”, en resumen de Guerra), perpetrado con el “voto de calidad” de Manuel García Pelayo, hombre, al fin, bien orgulloso de la mecánica alemana de la Constitución’78 y sus espantosas gárgolas góticas, como ésa del “Estado social de Derecho”, tomada del socialdemócrata Hermann Heller, que suena a música de Kraftwerk y que gustó mucho aquí, dado el “enorme hartazgo de nimiedad, de pequeñez, de lacería aldeana” en la España locaza del 78.

Claro que García Pelayo no era ningún Carreras ni ningún Pérez Royo. En agosto del 36 se encontraba en Berlín y fue invitado a cenar por el fundador de la ciencia constitucional, Carl Schmitt, en su casa de Dahlem.

Al despedirnos, el profesor me invitó a bajar a su biblioteca, de la que tomó un libro sobre Scharnhorst (mítico general prusiano), en una de cuyas primeras páginas escribió este aforismo de Jünger: “Nadie muere antes de cumplir su misión, pero hay quien la sobrevive”.

Con la candidata Álvarez de Toledo firmando ejemplares de la Constitución’78 (para ella, la obra más importante de España… ¡en 500 años!), también podía verme yo grabando a punta de obsidiana un corazón en la ceiba bajo la cual lloró Cortés, cuyas “Cartas de Relación” desde México-Tenochtitlán no me parecen inferiores a la Constitución de Abril Martorell y Alfonso Guerra en “Casa Manolo”. Pero preferí ver otra cosa: si los candidatos a diputados se ponen a firmar Constituciones, ¿por qué no se iban a poner los candidatos a novelistas a firmar Quijotes? E imaginé a Almudena Grandes dedicando ejemplares del Quijote en el “Cervantes” de su esposo, el Poeta de la Experiencia señor Montero. 


Abril, 2019