lunes, 15 de julio de 2024

Merecido



Pedri junto a la iglesia memorial del Káiser Wilhelm dejada como monumento a la devastación (Fotografía tomada en Berlín el día del España-Croacia por Ángel León, buen amigo)



            Francisco Javier Gómez Izquierdo


            Eran las "en punto" cuando Mainoo se puso delante del balón en el centro del círculo; comprobó que sus compañeros formaban dos líneas perfectas; una con cuatro elementos, la otra con cinco, juntas y arrimadas las dos a la marca que divide el territorio de cada equipo y ¡pum! lanzó para sorpresa de propios y extraños a Pikford, su portero, para que éste largara un pase profundo a Saka, el en apariencia niño bonito del entrenador Southgate. El movimiento más pareció salido de la sesera de un estratega tan chusquero como ridículo que de la cabeza del almirante que se espera. En la primera parte no hubo más. Bueno, sí. Se vió al elegido mejor jugador de Inglaterra, Foden, chospar alrededor de Rodrigo, ese medio centro envidia de entrenadores, a Mainoo del que dicen es talento por desbravar, buscando en vez del balón a Fabián desesperadamente, y Rice, un tipo serio que suele jugar con mucho sentido, preocupado del escurridizo Olmo, al que mi chico y los del pueblo de mi doña le llaman "el chico de la Justa".


      La primera parte fue pesada, aburrida, de cambiar de posición en el sofá cada fuera de banda y cuando "mesié" Letixier amonestó a Kane y Olmo servidor temió a ese árbitro de baloncesto en el fútbol tan querido y respetado por los locutores televiseros españoles y que tanto daño están haciendo a la comprensión del deporte más hermoso del mundo. Eché de menos a "mesié" Turpin, pero reconozco que su paisano corrigió los dos arrebatos. La Segunda parte asomó tormentosa, para servidor al menos, cuando se vio a De la Fuente hablar con Zubimendi porque Rodrigo se había lesionado. Me invadió el pesimismo, pero al tiempo (un minuto) y rascándome preocupado el colodrillo apareció Lamine en modo saleroso para poner a Nico un balón de gol... que lo fue tras certero disparo del muchacho de las rastas que lucen hipnóticas y hechiceras. Con el gol en contra, el entrenador inglés, que confía en la Fortuna como si estuviera adoptado por ella, a la hora echó mano de sus conjuros: primero de Watkins, el del gol que aún no cree haber marcado ante Holanda, y diez minutos después de Palmer, un cigüeño que personalmente no me cae muy bien del todo desde el año pasado con los sub-21 pero que tiene una zurda de aquí te espero. No, míster Southgate, todos los años no pare la borrica un boche. Ustedes pasaron con un penalty ante Holanda de los que no valían cuando el fútbol no era televisero; porque Pikford estuvo afortunado en la tanda de lanzamientos ante Suiza, por la tijera de Bellingham al borde del toque de campana... Han jugado feo, muy feo. El equipo inglés ha estado mal "apañao" y teniendo en cuenta la cantidad de talento que almacena, los dioses del fútbol han hecho justicia no permitiendo que ustedes ganaran la Eurocopa. La ha ganado España, la selección que se ha adaptado a cada situación, pero siempre con intención ganadora. Ha sido así porque Luis de la Fuente sabe mucho de ésto y ha demostrado a los que ha llamado que tiene fe ciega en ellos. Su medio llegador era Pedri y es decisión que Olmo asumía, pero Kroos, al que parecía preparada ésta Eurocopa para personal engrandecimiento, posibilitó con inusual violencia que el bueno de Dani dijera "...aquí estoy yo. Te arrepentirás de lo que has hecho con mi amigo". La confianza de don Luis en Oyarzábal la tachaba de enfermiza Rafalín: "... Siempre lo pone aunque sea poco". Pues por algo será. La jugada del gol del triunfo perdurará en las memorias y la firma la lleva Oyarzábal. ..¿Y qué decir de Cucurella, al que dábamos como suplente de Grimaldo? (Permítaseme apuntar que yo lo veo un poco "desbaratao" y a veces embestidor a destiempo, pero está a lo que está, éso sí). ¿Y Zubimendi o Merino, prestos a cumplir lo que se les mande? Son tipos todos a los que el seleccionador conoce desde chicos, chicos. Si él confía en ellos, como el otro don Luis, el Aragonés, confiaba y conformó un equipo temible, felicitemos a este hombre y dejémosle trabajar en paz como a él le gusta. Servidor cree que la labor le cunde.