lunes, 31 de octubre de 2022

Halloween


 


Así es como, hace poco más de veinte años, me enviaba Alaska sus encantadores artículos para la sección Gente y Aparte de los sábados en ABC. Con ella aprendió uno a tomarse en serio el espectáculo Halloween, que entonces, aquí, era sólo otra americanada a lo Spielberg. (¿Para cuándo esa película lagrimera de Spielberg sobre el fantástico Bernie Madoff?) Después vino Clint Eastwood con Un mundo perfecto y el niño que jugaba al truco o trato. "¿Truco o trato?", fue a decirle en un Halloween mi hijo al portero de su casa antigua. El portero lo tomó por una mofa y salió de su garita con un bate de béisbol. Mi hijo se pasó al Tenorio.

Ignacio Ruiz Quintano

[Publicado el Sábado, 31 de Octubre de 2009]

De Vinicius como Premio Garner

 


 Erroll Garner con Clint Eastwood. Imagen tomada en Los Ángeles mientras Garner grababa una versión de "Misty" específicamente para el debut como director de Eastwood, "Play Misty for Me", lanzado en 1971

 

Ignacio Ruiz Quintano

Abc


    Lo escribió Hughes, la inteligencia más pura y elegante del actual periodismo español, después del partido contra el Sevilla de Sampaoli y su bilardismo “calbo” (eso incluye el rodillazo del Papu a Valverde en una acción de comando como las de la compañía Easy para inutilizar los cañones alemanes que batían las playas de Normandía):


    –Todo el peligro venía de Vinicius, con su sonrisa de Erroll Garner, aquel pianista de jazz, y su misma genialidad feliz. Él es el Erroll Garner del fútbol
.


    En la Semana de la Premiación, donde hasta el Barcelona se lleva las pedreas, el Erroll Garner (“Play Misty for Me”, 1971, debut de Clint Eastwood en la dirección) me parece el mejor premio fuera de concurso para el mejor futbolista fuera de concurso, Vinicius, el único que, una vez harto de fútbol, le compensa a uno las incomodidades de volver al estadio.


    Entre esas incomodidades está la de aguantar al pipero (otro invento de Hughes, como el de liberalio) de al lado que se desespera cuando a Vinicius no le sale el conejo de la chistera, gaje del oficio de supremo regateador y cosa que le pasa incluso a David Copperfield, el mago capaz de echarse de novia a Claudia Schiffer, pero al que yo vi fracasar en el madrileño Palacio de los Deportes cuando intentó llevarse volando a Jesús Polanco, el “Jesús del Gran Poder” que dijera Guerra.


    El pipero es víctima del Relato, que decretó en su día que Vinicius era otro meme, y, haga lo que haga, ya no va a dar su brazo a torcer, por lo que intentará hacerle la vida mediáticamente imposible. Para fingir que recula, el Relato dice que “el bueno” es Rodrygo, la triquiñuela tan española de elogiar contra alguien: el objetivo es Vinicius. Y cuando ya es todo el Madrid el que se les viene encima, entonces salen con que el Madrid es… cholista.


    –A veces nos miramos demasiado al espejo –ha dicho Ancelotti, y ¿para qué queremos más?


    Y así como la naturaleza, en las obras de los metafísicos, sostenía el espejo donde se miraba el hombre, el Cholo, en las obras de los relatores, sostiene el espejo donde se mira el Madrid, que tiene a Vinicius deslumbrando donde el cholismo tiene apagado a Joao Félix, que un día considerará en el espejo su rostro… y se irá, para olvidar cómo era.


    En este Madrid de Ancelotti, cholista no es ni el cañón de Valverde, aleación del de Ari Haan en el Ajax de Cruyff y del de Ronald Koeman en el Barcelona de Cruyff (se lee la marca del balón en cada chut de esta gente), sólo que Valverde tiene la ventaja de Tyson, que golpeaba con ambas manos.


    El origen del presunto “cholismo” madridista es una serpiente de verano (¡de veranillo de San Miguel!) como la del presunto “cachondeo” pemaniano de una beata... cachonda. “Mi querido amigo”, escribió Luis Calvo, director de ABC, a Emilio Romero, director de Pueblo: “José María Pemán, hace un mes, recibió en su casa de Madrid un ‘coup de télephone’: Era una señora. ‘Señor Pemán -le dijo-; perdone usted que le moleste, pero como usted es académico y sabe tanto de palabras, quisiera hacerle una consulta. Ayer he leído un artículo del señor Romero, en Pueblo, donde pone una cosa que me parece muy mal.’ Pemán contestó: ‘¿Qué era?’ ‘No se lo puedo decir. Me da vergüenza...’ ‘Entonces, no tiene objeto esta conversación...’ Y la señora, muy ruborizada, en tono tímido, pronunció esta palabra: ‘Cachondeo’. Y colgó el teléfono. Yo pienso en esta graciosa anécdota cuando en un libro de Tomás de Quincey me encuentro con un verso escrito en latín por ese famoso ensayista inglés: ‘Et responsum est cum cachinno’. He aquí el sucedáneo de ‘cachondeo’: Cachinno, que quiere decir: burla y carcajeo. Es decir, ‘cachondo’.”


    Ya en serio, el Madrid aprovechó el sábado para presentarnos a los premiados Courtois y Benzemá. Courtois, la consolación del Premio Yashine, porque los porteros, según David Vidal, no son futbolistas (“futbolistas son los que meten los goles”). Y Benzemá, la consagración del Balón de Oro, “un premio del pueblo”, dijo él al recogerlo, como el hermano de Juan Guerra al “recoger” Rumasa. Llamar “Premio del Pueblo” al Balón de Oro es como llamar, cosa que hizo Fidel, “Playa del Pueblo” a la de Varadero. Después, el Sevilla y de nuevo el arrebato: ese arrebatarse del Madrid como un cazo de leche que te lleva por delante en tres minutos. El detonante del sábado fue el cuento bilardista de Bono para perder/ganar tiempo al reloj. El miedo es a que el Mundial pueda llevar esta euforia carlettona como el 11M se llevó la de los galácticos de Queiroz, circunstancia que aprovecharía el Relato para dejarnos en brazos del City, Mejor Equipo de la Tierra, y de Gavi, Mejor Joven de la Galaxia.


    –Tócala, Vini.

 


 ***


@janS0L0
Trecemil ochocientos treeeeeeece, nuevemil euuuuuuuros! #BallonDor


DOS PELUCOS

    El premio serio (Benzemá, frente a los cómicos del City y Gavi) estaba tan cantado que el único comentario de la escuela de Fráncfort en su lucha de clases fue el de los pelucos de Benzemá (un Red Gold de medio millón de euros) y de Lewandowski (un Unisex Casio Vintage, dorado, de cuarenta euros), lo cual indica la rápida adaptación del polaco a la austeridad catalana. Sólo una cosa resultó más estrambótica en la gala francesa: el octavo puesto de Vinicius, estrellón de la Liga y vencedor, también en París, de la final de Champions.
 
[Lunes, 24 de Octubre de 2022]
 


Lunes, 31 de Octubre

 


Luces de la ciudad

domingo, 30 de octubre de 2022

Halloween. Los "buebos" de don Inda


Los "buebos" de don Inda

 
Ignacio Ruiz Quintano
 
Abc

    La repentina excarcelación de “psicokillers” (de izquierdas, pero “psicokillers”) sólo puede obedecer a una “rave” progre de Halloween (¿truco o trato?).

    España se hace cruces con las prisas del gobierno por poner en la calle a la nueva Agustina de Aragón de la izquierda en armas, y más viniendo de un hombre de la cachaza de Rajoy, que en todas sus actuaciones obraba como si siguiera la recomendación del rey don Sebastián a sus fidalgos: “Caballeros, morir sin prisa”.

    Y, sin embargo, ahí están: el presidente culpando a “esas nubes que pasan”, que diría Cela; el ministro del Interior culpando a la Audiencia, convertida en “after hour”; y el ministro de Justicia culpando a Estrasburgo, la urbe rosa y gótica que amaba Gecé, por la carnación sana de sus gentes, su Mercado de los Lechoncitos y sus tejadones brunos y grises con alas de oca.
    
Desde luego, no parecen un gabinete de guerra, y hasta me han recordado la perplejidad de Bush cuando vio salir como gamos a Bono y Zapatero de Iraq sin poner los pies en el suelo:

    –¿Pero estos no mataban toros?
    
No, estos acaso sean los que, en el reparto de papeles de la Santa Transición, acaben con los toros… y con los presos, que es cultura de derechas, igual que los otros acabaron con la siderurgia y los mineros, que era cultura de izquierdas.

    Veías a Gallardón con la soñarra del madrugón por abrir la cancela de la pantera etarra y sólo le faltaba el rótulo, francamente quevedesco, de “Suelto presos de repente”, en homenaje a aquel “Pongo buebos de repente” de la taberna “Biencomes”, en Elorrio, donde Indalecio Prieto, guasón y tragaldabas, que llamaba al tabernero “Ko-ko-ro-ko”, se ponía de huevos como un quinto.

    –Porque te digo, Eulogio amigo –escribe Prieto en su carta (27 de julio del 48) a Urréjola, en que pone de chupa de dómine a todo el exilio–, y heme aquí parodiando al Quijote, que existen “hombres”, “hombracos” y “cacamutios”.

    Señor, señor.

[Publicado el 24 de Octubre de 2013]

Remembranzas Trevijanistas XXVII



MARTÍN-MIGUEL RUBIO ESTEBAN


Doctor en Filología Clásica


Nos despedimos del maestro una tarde gris de primero de marzo de 2018 en el Cementerio de la Almudena, en donde tras varias intervenciones de algunos miembros del MCRC y una virtuosa interpretación con el violín del Bolero de Ravel, banda sonora de los medios radiofónicos de dicho Movimiento, el cadáver de Antonio fue incinerado.

 Desgraciadamente no nos unió suficientemente el dolor por su pérdida a las distintas y variegadas personas que asistimos a la despedida definitiva. Por una parte, estaban sus hijos, Pablo y Diego, que quizás por desavenencias con el MCRC, se mantuvieron un tanto apartados en el lúgubre acto. Luego estábamos los viejos amigos de Antonio que, aunque mirábamos con simpatía a los miembros del MCRC, como creación propia del maestro, su última obra, no pertenecíamos como miembros sensu stricto al Movimiento, y quizás, por ello, nos mantuvimos cercanos pero silenciosos, renuentes a protagonizar ningún gesto de despedida que pudiese oscurecer mínimamente el protagonismo patente y merecido del MCRC. También vimos un par de políticos supérstites de la Junta Democrática. Y el gran grueso de las personas que estaban en aquella despedida laica de ateo coherente –pero en absoluto anticlerical– lo constituían, obviamente, los miembros del MCRC, que, sin embargo, tampoco constituían una unidad compacta, sino varias corrientes fundamentadas –seamos claros– más en personalismos y celos pueriles que en razones doctrinarias o estratégicas. Una pena, porque a todos les unía un amor verdadero al maestro. La mayor parte de ellos rodeaban cariñosamente la figura abatida de Helena Bazán, magnífica mujer y quizás el último amor de don Antonio, consolada también por su familia. Me hubiera gustado que el hondo dolor sincero que allí percibí hubiera roto todas las desavenencias y egolatrías que allí también observé. Por lo poco que supe posteriormente, no fue así. La pasta herida de la que estamos hechos los hombres es incorregible. No hay cosa más estrafalaria y triste que querer competir en protagonismo por el funeral de un amigo.

Mientras volvía a Valdepeñas recordé los momentos pasados con Trevijano, siempre intensos intelectualmente y, por ello, llenos de excitación y vida. La mayor pasión de Antonio, incluso mayor que la Democracia, era el conocimiento. Su hambre de saber nunca se satisfizo. Supo siempre estar conmigo en los momentos que más se necesita de los amigos. Su sentido de la amistad creaba vínculos poderosos. Y aunque su compromiso vital con el MCRC le consumía el mayor tiempo del día en sus últimos años, siempre tuvo tiempo para hablar con este humilde servidor de lo humano y lo divino. Hombre grande y caballeroso donde los haya, nunca podré olvidarlo. Mi gran amigo Antonio, siempre un optimista indesmayable, hasta en sus últimos días.

Decía mi admirado Paco Nieva que cuando hablamos de un amigo muerto hablamos de nuestra propia muerte consciente, de nuestra muerte vivida, de todo lo que ya está muerto en aquél y en nosotros. Efectivamente, Antonio desapareció para mí y yo desaparecí también para mí, en un sentido figurado, pero no por eso menos real en mi más firme interioridad. Únicamente, de los dos, yo soy el que es consciente de que he desaparecido con él y me lloro con él. Así es como mejor viven los muertos, en la muerte de los demás.

Granadino de Alhama, hijo de un registrador de la propiedad, Antonio García-Trevijano pertenecía a una de las grandes familias de La Alpujarra, establecida entre Órgiva, Alhama y Granada. Su abuela, María Trevijano Marra-López albergó en su casa en enero de 1926 a Federico García Lorca y Manuel de Falla. La familia García-Trevijano, profundamente siempre liberal y cristiana, ha constituido desde hace dos siglos una nutrida pléyade de notarios, registradores y abogados de gran prestigio.

No paró de tocar el piano familiar Federico García Lorca la vez que entró en la casa de los abuelos de Antonio, y Manuel de Falla compuso allí mismo una mazurca dedicada a la joven hija, pianista virtuosa, Carmen García-Trevijano, y así aparece en las partituras del gran músico. De esta mazurca la profesora de Canto, Adriana Torres Reyes, subraya: “Esta breve mazurca para piano, escrita en ¾ compás característico de este tipo de danzas, se divide en tres secciones claramente diferenciadas, que el compositor deja patentes a través de dos barras de repetición que posibilitan los cambios de tonalidad en la armadura. Cada sección consta de una fase de ocho compases que se repiten íntegramente. El manuscrito presenta al final de la partitura un signo que consideramos puede indicar la repetición de la primera sección para dar por finalizada la pieza. De una manera general podemos decir que la pieza presenta los rasgos característicos de las danzas con un carácter desenfadado y bailable. La falta de indicación de tempo hace pensar en la premura de la escritura, o quizás se pueda deber a que, al estar dedicada a una pianista nobel, el compositor no quiso forzar a la intérprete a un tempo rápido propio de la mazurca. Otro rasgo que nos hace pensar que está dedicada a una pianista nobel es el hecho de que presenta gran sencillez tanto en la distribución del acompañamiento como en los giros melódicos y rítmicos que no plantean serias dificultades técnicas. Sin embargo, la maestría del genial compositor se demuestra en que a través de recursos técnicos limitados, consigue una estructura formal totalmente coherente y sublime, y una elocuencia melódica de gran riqueza”.

El abuelo de Antonio, José García Moreno, fue ya de muy joven presidente del Casino de Granada y gobernador civil en Málaga. En esta ciudad –nos dice Juan González Blasco– tuvo una eficaz actuación y heroico comportamiento en la lucha contra una epidemia, una pandemia de gripe, concediéndole la Reina María Cristina en el Real Sitio de San Ildefonso, el día 19 de julio de 1887, la distinción de Caballero de la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica. Contrajo matrimonio con la joven de veintitrés años de edad María Trevijano Marra-López, natural de Málaga, quizás el personaje más popular y querido que ha tenido La Alpujarra. Esta unión impulsa aún más, la ilusión y pasión de José por la política, ocupando la jefatura del Partido Liberal del distrito electoral de Órgiva. En las Elecciones Generales de marzo de 1898, José García Moreno presenta su candidatura por el Partido Liberal en el distrito electoral de Órgiva. Obtiene un gran triunfo electoral y el acta de diputado a Cortes, siendo ya un político de reconocido prestigio en los círculos de Granada y también en el mundo liberal de Madrid, ganándose la amistad de Práxedes Mateo Sagasta y también de Emilio Castelar. El servicio más importante de su actividad parlamentaria fue una proposición de ley por la que se trazó una carretera desde el puente del río Guadalfeo a Vélez de Benaudalla, por la falda de la Sierra de Lújar, y que empalma con la carretera de Motril. Esta proposición fue tomada en consideración el 14 de mayo de 1898. Este hecho hizo que el Ayuntamiento de Órgiva le declarase “Hijo Predilecto y Preclaro de la Villa”. Su esposa, María Trevijano, cultivó la amistad y el mecenazgo con políticos y artistas que visitaban su mansión. Una de las primeras visitas que recibió el matrimonio fue la de Antonio Maura, siendo ministro de Gracia y Justicia, Gobernación y destacado miembro de la sección gamazista del Partido Liberal. Posterioremente, cuando Maura, ya como conservador y Presidente del Gobierno, bajaba a La Alpujarra para cazar, pintar acuarelas y montar en burro, se hospedaba en la casa de José García Moreno y María Trevijano.

[El Imparcial]

Domingo, 30 de Octubre

 



Tamquem tabula rasa

"Zaqueo, date prisa y baja, porque es necesario que hoy me quede en tu casa"

DOMINGO, 30 DE OCTUBRE

En aquel tiempo, Jesús entró en Jericó e iba atravesando la ciudad. En esto, un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y rico, trataba de ver quién era Jesús, pero no lo lograba a causa del gentío, porque era pequeño de estatura. Corriendo más adelante, se subió a un sicomoro para verlo, porque tenía que pasar por allí. Jesús, al llegar a aquel sitio, levantó los ojos y le dijo:

-Zaqueo, date prisa y baja, porque es necesario que hoy me quede en tu casa.


Él se dio prisa en bajar y lo recibió muy contento. Al ver esto, todos murmuraban diciendo: «Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador». Pero Zaqueo, de pie, dijo al Señor: «Mira, Señor, la mitad de mis bienes se la doy a los pobres; y si he defraudado a alguno, le restituyo cuatro veces más». Jesús le dijo:

-Hoy ha sido la salvación de esta casa, pues también este es hijo de Abrahán. Porque el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido.


Lucas 19,1-10

sábado, 29 de octubre de 2022

Irán


El Librillo verde


Ignacio Ruiz Quintano
Abc

Entre lo del general Flynn en Washington y lo de las feministas suecas en Teherán, no hay que hacer caso omiso de la hipótesis zoroástrica de los dos Grandes Espíritus, uno malo y otro bueno, que vencerá cuando Persia conquiste el mundo.

Acabar con la Guerra Fría es comenzar la Guerra Caliente con el “establishment”, que lleva medio siglo viviendo del momio. Sin enemigo a la vista, ¿cómo sacarle el dinero a nadie para combatirlo? Washington, pues, parece hoy un pantano infestado de caimanes, y ahí vamos a ver a Trump, si se propone drenarlo.
Lo de Obama no fue un gobierno, sino una peluquería de marujas cotorreando para el “Times” de Slim y el “Post” de Bezos, “sostenes de la democracia”, ante cuyas portadas palidece el “Arriba” de 1940, con su “Rusia culpable”. A su lado, el “Librillo verde” de Jomeini sería la escuela de periodismo de Joseph Pulitzer.
Los “midia” que apoyaron a Ted Kennedy, el senador que en 1984 se marcó un Don Julián con… ¡la Urss!... para impedir la reelección de Ronald Reagan, invocan una ley de 1799 para quitarse de en medio a Flynn, acusado de hablar con Rusia, pero señalado como opositor al acuerdo nuclear con Irán, esa herencia del gran Carter, junto con la ruina del crédito (Community Reinvestment Act del 77).
¿Y la “pañolada” de las feministas del gobierno sueco en Teherán?

Los pueblos deben poner su confianza en las lanzas de sus soldados más que en el c… de sus mujeres –dijo la hermana de Bermudo II, camino de Córdoba para esclava del harén de Almanzor, como recoge Sánchez-Albornoz, que yace en Ávila bajo el epitafio “Donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad”.
La “pañolización” de las suecas choca como la presencia de Pedro Domecq con dos sultanes de Persia en el entierro del Camborio. Después de todo, Suecia era el país sin dramatismo, en palabras de Foxá, que una noche, pasado de “aquavit”, dijo a un amigo sueco:
Si no poseemos un alma inmortal, Estocolmo tiene razón y Ávila es absurda.
 

Arte. La abstracción pura, una idea totalitaria, no es compatible con el arte

 

Mark Rothko
 
 
El salto al segundo grado de abstracción pictórica, a la «gran abstracción», lo dieron los cultos y exquisitos pintores que trataron a los colores como los compositores a las notas y escalas musicales. Esta revolución sinestésica, basada en estudios complementarios de la teoría del color de Goethe, tuvo lugar tanto en París, con el «orfismo» del francés Robert Delaunay («Las ventanas» de 1912), residente en España desde 1914 a 1920, como en Munich, con el grupo «Der Blaue Reiter» del ruso Kandinsky («Acuarela sin título» de 1913).
 
     El español Joan Miró llegó a este sublime grado de abstracción en pinturas como «El carnaval del arlequín» de 1924 y «La poetisa» de 1940, equiparables en sinfonía cromática y tema iconográfico a las de Kandinsky en esos mismos años. Aunque esta abstracción suele sublimar hacia atrás, hacia un mundo infantil donde la fantasía sustituye la falta de imaginación, implicó un refinamiento estético en una sociedad adulta que se resistía a salir de la infancia. Luego, Klee puso frugalidad en el conocimiento íntimo de la naturaleza, Pollok reveló la exuberancia y complejidad existentes en su estructura y Wols pintó como una fuga de Bach el desdichado paso solitario del hombre por el mundo («El barco ebrio» 1945). Por eso, el segundo grado de abstracción es progresista, y además, me gusta.
 
     El asalto al tercer grado de abstracción, la «abstracción pura», eliminó el tema y la forma, para quedarse sólo con la materia pictórica en planos de colores amorfos o de un solo color, sin referencia alguna a la sociedad o la naturaleza. Este ataque metafísico a la posibilidad de arte plástico, motivado por razones ideológicas en los años que precedieron y siguieron a la Revolución de 1917, fue acometido primero en Rusia, por artistas promotores de un nuevo orden igualitario y, después, en Holanda, por la iconoclasia de un grupo de diseñadores y arquitectos calvinistas.
 
     Entre los primeros, Malevich, inventó el «suprematismo» autónomo de los elementos pictóricos frente a la impureza de cualquier trazo que recordara la naturaleza. Entre los segundos, Mondrian creó el «neoplasticismo» de los cuadrados rojos, amarillos y azules enmarcados en bandas rectilíneas negras. La destrucción del arte se completó cuando los americanos Newman y Rothko suprimieron la geometría, que era un resto impuro de la naturaleza, para reducir la pintura a manchas de un solo color sin límites precisos. La ironía ha hecho de una utopía de la igualdad proletaria la mejor expresión capitalista del arte pictórico de la modernidad. Pero la abstracción pura, una idea totalitaria, no es compatible con el arte. Por eso es reaccionaria y, además, no me gusta.
 
Antonio García-Trevijano

Sábado, 29 de Octubre

 

 

De los templos caídos
grava menuda hicieron
los martillos
largos
de los picapedreros analíticos

viernes, 28 de octubre de 2022

El poder presidencial


 

Ignacio Ruiz Quintano

Abc


    La hipótesis de Galbraith según la cual el presidente Truman no tuvo otra opción que tirar la bomba atómica (“De haberse resistido –escribió–, se habría enfrentado a fuerzas muy superiores al poder presidencial”) debiera dejarnos con la curiosidad de saber qué clase de fuerzas eran ésas, y, sin embargo, ya vemos lo poco que escandaliza hoy el hecho de que al frente del poder presidencial americano figure un fantasma.


    Truman fue un centrista “avant la lettre”: “Si vemos que gana Alemania debemos ayudar a Rusia, y si gana Rusia debemos ayudar a Alemania, y así que maten a tantos como sea posible”, dijo al enterarse de la guerra de totalitarismos en Europa. Las “fuerzas superiores” hicieron el resto.


    El poder presidencial americano fue una creación (también) de Alexander Hamilton, que lo concibió para parar los pies al demos del Congreso (después de todo, los americanos eran víctimas del parlamentarismo/liberalismo inglés). Concibió la presidencia como una especie de monarquía, y en los debates de Filadelfia llegó a plantear que el cargo fuera vitalicio. En ese puesto se necesitaba “energía”, y el ejecutivo hamiltoniano tendría “unidad” o “poder en una única mano”. (“Unidad de poder y coordinación de funciones
, definiría lo suyo, oh, justicia poética, el inquilino de El Pardo). La institución funcionó como un reloj durante seis presidencias, hasta Jackson, que dio una patada al reloj y dejó suelto al cuco.


    –No fue hasta el siglo XXI que se materializó plenamente la versión hamiltoniana de la presidencia –dice Sheldon Wolin en apoyo de su teoría del “totalitarismo invertido” que padecemos.


    Según Wolin, esta doctrina inspiró el “ejecutivo unificado” de Bush Jr., aunque quien mandaba era Cheney, el amigo de caza de Scalia, el juez originalista (“el originalismo es la doctrina que exhorta a los políticos a guiarse por la sabiduría de los Padres Fundadores, la Constitución de 1787 y la Biblia”). Las corporaciones, entonces de tendencia republicana, engulleron al gobierno de Bush Jr. (¡de Cheney!) como la ballena a Jonás (el profeta bíblico, no el chico de Trueba). Luego las corporaciones arrojaron al partido republicano y, con Obama, engulleron al demócrata. Trump fue un moscardón en la sopa, apartado de un manotazo por las “fuerzas superiores” que ahora juegan a “Halloween” con Sleepy Joe.


    –Los efectos del impacto de la guerra total sobre la Constitución serán incorporados a la Constitución de tiempos de paz –advirtió, ¡en el 47!, Edward S. Corwin.


    Todas las teorías del poder están resumidas, con la proverbial franqueza oriental para el despotismo (bien lo vio el marqués de Custine), en una parrafada de Putin: “Cuando una persona es elegida, puede tener algunas ideas. Luego viene gente con maletines, bien vestida, con traje oscuro y corbatas negras, que empiezan a explicar cómo se hacen las cosas”.


    Vamos, que el pueblo reina, pero no gobierna.

[Viernes, 21 de Octubre]

 

Sheldon S. Wolin  

Viernes, 28 de Octubre

 


Otro italiano

jueves, 27 de octubre de 2022

La postverdad


Impuestos: la piedra de escándalo de Trump que la socialdemocracia no nombra

 
Ignacio Ruiz Quintano
Abc

El objeto del periodismo anglosajón es el mismo que el de la filosofía griega según Platón: la verdad. Y si Pilato preguntó “¿Qué es la verdad?” fue porque en el pretorio no había un solo ejemplar del “The New York Times” de Slim que darle.

El NYT es el Aristóteles de la verdad:

Decir de lo que es que es y de lo que no es no es.
La fórmula es sencilla: si Assange filtra correos en “WikiLeaks”, es un topo de Putin; pero si Ellsberg filtra los Papeles del Pentágono al NYT, es un patriota digno del Premio al Sustento Bien Ganado.

¡La verdad! Walter Duranty, corresponsal del NYT en Moscú, visitó en el 33 Ucrania y afirmó que los rumores sobre el hambre eran ridículos, la misma impresión que en Angola (régimen de progreso) sacó James Brooke en el 85.

Argumento de autoridad denunciado por Revel: es verdadero porque Fulano, premio Nobel, lo ha dicho. (Pero ¿qué pasa si el premiado, como Dylan, no levanta el teléfono?)

Contra la Guerra de las Galaxias (la guerra de Reagan contra el comunismo), se construyó el mito del Invierno Nuclear, refutado por “Nature” en el 86. Pero en el NYT insistieron, buenos son ellos, y contestaron con un artículo (Frederick Warner) sobre el Invierno Nuclear que causaría, ya,… ¡Cuatro Mil Millones de Muertos!, cifra algo superior a la que se maneja en el periodismo anglosajón (y en los “Think Tanks” del PP) si ganara Donald Trump, el Pat Robertson (mediáticamente) de nuestro tiempo.

Los telediarios están para socorrer a los ciudadanos en una democracia –escribió en el 87 en el NYT Dan Rather, un pequeño Willi Münzenberg en cazadora.

Por eso la CNN rotula para los niños las frases de Trump. Si la voz de Trump dice “Obama es el fundador del Daesh”, la TV rotula “No lo es”. (Hombre, si hubieran hecho eso con el discurso de Obama en El Cairo, les sale un karaoke de Puigdemont.)

Cubrir a Trump (¿de basura?) es un desafío –se queja, en el NYT, el piadoso Jim Rutenberg.

Política “postverdad”, lo llaman. Ellos.
 
[Publicado el 25 de Octubre de 2016]
 

Jueves, 27 de Octubre

 

Solución habitacional

miércoles, 26 de octubre de 2022

El cuadro


Grant y Picasso



Ignacio Ruiz Quintano
 
Abc

 Entre “Las Meninas” de Velázquez en el Prado y el “Giovanna Tornabuoni” de Ghirlandaio en el Thyssen, ¿por qué Obama (la idea, aventada por Costos, es qué bueno es Obama, que va de museos, pudiendo ir de puticlubs, como Trump) se cuela en el “Sofidú” para un selfie con el “Guernica” de Picasso?

 Por propaganda.

 Una noche, entre “Los amigos de Julio Camba” en Casa Ciriaco, Blanco Tobío contó que al ir a ver el “Guernica” en Nueva York dio con una cola de visitantes enorme, y preguntó a su amigo el director del Museo qué esperaba ver esa muchedumbre: “¡Ah! ¡El horror de aquel bombardeo, vergüenza de la Humanidad!” A lo que respondió Tobío: “Y entonces, ¿qué guardan para Hiroshima?”

 La socialdemocracia es relativismo y propaganda. Relativismo es sostener que Guernica e Hiroshima valen lo mismo. Propaganda es la “matracada política” (Fumaroli), una mezcla de “cultura” y publicidad (habituación impuesta a las mentes mediante fórmulas repetitivas de eslóganes) con que barnizar a los zombis, que somos nosotros.

 Si aceptamos por la propaganda que Picasso inventó el arte abstracto con la geometría cúbica, que es triangular, de las napias de sus señoritas de Aviñón, ¿cómo no aceptar, por la propaganda, que el “Guernica” representa la guerra? La realidad dice que los cubos fueron cosa de Braque y de Gris, o que el apocalipsis taurino del “Guernica” era la visión picassiana de la muerte de Sánchez Mejías, pero la realidad, ay, sólo es “una mentira inevitable sobre la verdad”.
 
Y llegamos al selfie del Nobel de la Paz con el “Guernica”. Teniendo en San Luis un cuadro mejor, “La ciudad incendiada” de Meidner, incluso para entender el horror del siglo XX (¡el siglo del hongo nuclear del demócrata Truman!), ¿qué pensaba en Madrid, ante ese picassiano estrépito pictórico de tauromaquia, el baloncestista que en la Casa Blanca lanzaba Predators como un oficinista aburrido bolas de folio a la papelera?

 Faltó Carmen Calvo, invitándolo a admirar los “mármole” del suelo.
 
[10 de Julio de 2018]


Picasso y Luis Miguel

Arte. "Mi falta de respeto a pinturas abstractas"

Mujer con abanico

 

Uno de mis mejores amigos, Juan Quirós, administrador de la propiedad intelectual de las esculturas de Dalí y reputado experto en arte clásico y moderno, me reprocha con afecto mi crítica negativa al cubismo de Picasso y, sobre todo, mi falta de respeto a pinturas abstractas tan consagradas en los museos y libros de arte como las de Mondrian, Malevich, Albers, Newman, Rothko, Reinhardt, Klein o Fontana.

     En cuanto a Picasso, me gustan los paisajes de Horta, algunos retratos, la mujer con abanico y la mujer con mandolina, pese a su angosto y pobre cubismo. En cuanto al abstracto geométrico o puro, no se trata de que no lo entienda, sino de que lo he entendido demasiado bien. Obra artesanal para ilustrar portadas de libros o folletos publicitarios. Su idea estética o su concepción del arte no superan la infinita estupidez del diálogo entre los metafísicos del espacio en un solo color, tributarios de la geometría en ángulo recto de Mondrian, del suprematismo de Malevich y del homenaje al cuadrado de Albers
.

Antonio García-Trevijano

Miércoles, 26 de Octubre

 

San Evaristo

martes, 25 de octubre de 2022

La locura atómica


 Johnson con el juez Abe Fortas, julio de 1965

 

 

Ignacio Ruiz Quintano

Abc


    Que un hombre tan ajeno a la cursilería como Lyndon B. Johnson lamentara lo poco que se le agradecía su trabajo para contener a sus generales en lo de Vietnam (“No tenéis idea de lo que harían si no estuviéramos aquí nosotros para pararlos”) hace que el miedo de uno sea menos a las bombas atómicas que a las cabezas de quienes pueden tirarlas en esta fiebre del sábado-noche geopolítica que tiene a los cursis de aquí bailando un “moonwalk” demencial de palomas en Cuelgamuros (huy, firmar un bien de interés cultural no, ¿y si se entera Bolaños?) y halcones en el Dombás (huy, qué bien Borrell, destrucción mutua asegurada, sí, sí, sí).


    No está mejor la cosa por ahí fuera. Macron, el tío que más palos ha pegado a los franceses desde la Ofensiva del Sarre, se ha mostrado recalcitrante con la solución nuclear, y el gobierno conservador inglés, que hace “balconing” diplomático, le ha llamado “gallina” por no atreverse a apurar ese chupito. La carrera es entre Wallace, ministro de Defensa, que se expresa como un “hooligan” del Millwall (el del león rampante), y Truss, la primer ministro, que no oculta su “preparación” para tirar la bomba. Son la clase de gente que ha dilapidado, exclusivamente a fuerza de gamberradas, el mayor capital político acumulado por su partido; les queda la gamberrada mayor: una mascletá nuclear.


    –Con todas esas tropas y esas armas a su disposición, ¿por qué no usarlas? –planteó un secretario de Estado, Madeleine Albrigh, al jefe del ejército, general Powell.


    Si la Gran Bretaña se viese envuelta en una guerra nuclear, escribía Bertrand Russell en el 59, no se realizaría tentativa alguna para defender a la población civil, sino que se mantendría con vida un poco más tiempo a los que tienen a su cargo el disparar proyectiles dirigidos y bombas contra Rusia, a fin de que en sus últimos momentos puedan causar en Rusia algunos centenares de millones de muertes.


    –Estos últimos supervivientes morirían sabiendo que su propia nación no existía ya, pero gozarían (así al menos hay que suponerla) con el dulce pensamiento de una venganza inútil.


    Los dos grupos hostiles defendían la misma política, “incluso se alistan con frecuencia a la religión” en su apoyo: la mentalidad que hace posible justificar semejante política con motivos idealistas “es moralmente espantosa y envenena todo pensamiento y todo sentimiento sanos” en aquéllos que se dejan dominar por ella.


    Nuestra época es la obra maestra de la corrupción y la frivolidad. Truss baraja la posibilidad de un nuevo Big Ben en su búnker (se supone que el de Sleepy Joe será el de Bush Jr., “en un lugar no revelado del norte de Virginia”), donde podría convertirse en la única inglesa superviviente, y ya nadie podría decirle fea, como Churchill a Bessie Braddock, la diputada laborista que le llamó “borracho”.


    –Señora –replicó él–, usted es fea, y yo mañana por la mañana estaré sobrio.


    Sólo que esta vez no habrá mañana.

 

[Martes, 18 de Octubre]

Martes, 25 de Octubre

 

 

Señales

lunes, 24 de octubre de 2022

El Reglamento

 

...y con los fuertes, débil


Francisco Javier Gómez Izquierdo

Los que hemos aplicado el Reglamento sabemos que un preso que tiene un momento de ofuscación, cuando un poner, se le deniega un permiso ("¿Qué quieren que haga? Sólo se lo dan a los chivatos") que creemos merece no es justo ponerle un parte. El funcionario de prisiones escribe un parte disciplinario si el interno de tercer grado llega tres horas tarde por la noche, ó borracho ó faltón.. ("¿Qué os créeis? No sabéis con quien estáis hablando. Una llamada y no me sancionan. Sé con quién tengo que hablar"). El funcionario de prisiones sabe que La Ley es más que el Reglamento y también sabe lo que dice aquélla sobre las condenas superiores a cinco años. El buen funcionario no debe entrar en política y mucho menos ser riguroso o consentidor con internos conforme a las modas televiseras y los caprichos gubernamentales. El buen funcionario de prisiones debe aplicar el Reglamento penitenciario con seguridad y conocimiento y si por ejemplo ha fallecido la madre de un interno, no obligarle a fregar los tigres porque le tocaba y el Reglamento dice... A veces el buen funcionario debe plantarse ante su director y decirle: "No hago éso porque está prohibido por el Reglamento".


     El señor Burgos Bengoechea expulsó ayer a un buen mozo del campo del Villarreal que quiso ser educado y agradecido con quien le procuró educación y fortuna. El señor Burgos Bengoechea cree que se sabe el Reglamento y que lo interpreta bien, pero como al señor Burgos Bengoechea no parece gustarle el fútbol y sólo entiende que debe rendir cuentas ante la superioridad que le abona sus servicios, le promociona generosamente y le exige aplicar el Reglamento con escrupulosa rigurosidad, pues no se para en analizar las circunstancias y el derecho consuetudinario que concurren en cada lance del juego.


     Si el señor Burgos Bengoechea fuese un buen árbitro y persona de buenos sentimientos tendría que haber previsto que el Villarreal marcaría algún gol y el autor se lo dedicaría a uno de los más grandes profetas que haya dado el fútbol español. Estaba obligado a mostrar respeto ante lo que otros, él también debería, tienen por sagrado. Su lógico propósito prepartido tendría que haber sido hacerse el desentendido si la celebración no acarreaba sobresalto, escándalo o tumulto. Alex Baena fue discreto y hay cosas que la prudencia invita a no ver. La prudencia; no el miedo. Porque el miedo vuelve sordo al árbitro que oye lo que dice el entrenador del Barça o el Madrid en la banda y encoge la mano cartulinera ante el poderoso al tiempo que se las da de valentón hasta con un veterano reconocido por su modosidad y excelente comportamiento, Canales el sábado sin ir mas lejos y ¡claro! ante el club que cae mal a la superioridad, tal que el Villarreal a Don Rubiales.


     ¿De qué están hechos éstos hombres y mujeres que deciden sobre nuestras vidas, haciendas y hasta sentimientos? ¿Será de verdad el fin de la Humanidad?

Objetivo: salvar a Xavi

 


    

Ignacio Ruiz Quintano

Abc

 

El destino manifiesto del Real Madrid es la liga europea, y el destino manifiesto del Barcelona, si queremos mantener el interés del Clásico, debe ser la liga española. Dejemos, pues, trabajar a Xavi, no sea que Laporta llame a Luis Enrique y le arme un equipo-alternativa. (La otra vez quería a Mourinho, y Roures le colocó a Guardiola).


    –La Champions está siendo cruel con nosotros –fue la explicación de Xavi a lo del Inter.


    Cuando la ganó el Real Madrid, Xavi explicó que “la Champions no la gana el mejor”. En pura lógica xaviana, el mejor es el Barcelona; si el Barcelona no gana la Champions, la Champions no la gana el mejor, y en esto consiste la crueldad de la Champions: los hados del uefo Ceferino, como los dioses de Homero, tendrían la abominable capacidad para observar el sufrimiento culé como una especie de deporte.


    Mientras, el Clásico. El Madrid, con el Once de París, pero sin el mejor de París: “De Gaulle” Courtois. El Barcelona, con Lewandowski, un chulazo del área que se hartó de cometer faltas y que hubiera merecido a Rüdiger, más Pedri, ese pescuezo de gallina: de lejos parece carne, pero de cerca sólo es otro hueso. En medio, el Equipo Médico Habitual: Hernández Hernández en el Var (que es un árbitro pelirrojo, no los hermanos Xavi y Óscar, que serían igual de imparciales), y con el pito, Sánchez Martínez, que tiró de amarilla… contra Vinicius y Modric. Pobre Xavi.


    Xavi, me tiene dicho un amigo, tiene cara de ser el típico que en el bar se hace el borde pero que te da la chapa igualmente. Sólo él nos entretiene: en el fútbol es una mezcla de Yogi Berra, el beisbolista famoso por sus malapropismos (un director del Cervantes en Nueva York lo confundió en su inglés de Úbeda con el Yogi Bear de Hanna-Barbera), y Louis C.K., el comediante americano al que quisieron cancelar y que ha salido adelante a fuerza de ingenio, llenando en Londres la semana pasada.


    Cuidemos de Xavi como la hormiga del pulgón. Eso hizo Ancelotti cuando el 0-4 del Bernabéu: todos nos metimos con él, pero, desde un punto de vista estratégico, llevaba razón. Aquel resultado consolidó a Xavi en su puesto, y ahora recogemos los frutos: el Barcelona vuelve a su ser, que es un ser pesimista. El pesimismo es un ismo romántico, ¿y qué personaje más romántico que Xavi hay hoy en el fútbol?


    El pesimismo de Xavi no es el pesimismo de Rüdiger, ahora que Ancelotti dice que, como defensa, Rüdiger es un pesimista tremendo. El “pesimismo defensivo” de Ancelotti consiste en ponerse siempre en lo peor, que a eso, por cierto, lo llamaba Freund “pensar políticamente”. Rüdiger regresó de Polonia con una máscara que le protege la herida del gol de Champions al Shakhtar: ese gol y el video de la cura en el vestuario le granjean en el madridismo una leyenda como la de Rodolfo Guzmán Huerta, El Santo mejicano, aquel enmascarado en quien Carlos Monsiváis vio (por una vez la Wikipedia acertó con el párrafo) “el rito de los consuelos peleoneros dentro del gran desconsuelo-que-es-la-vida, la mezcla exacta de tragedia clásica, circo, deporte olímpico, comedia, teatro de variedad y catarsis laboral”.


    El Relato trató de restarle mérito al gol Kroos-Rüdiger con el cuento del recurso (vergonzante) de Cruyff con Talín en los momentos desesperados. “¡Balones altos a Eloy!”, le oí yo gritar a Muñoz en el Mundial de Méjico en la agonía ante Bélgica. Y lo de Cruyff era “¡Balones altos a Talín!”, que al cabo de los años cazó los mismos que Eloy, es decir, ninguno. En cambio, lo de Kroos en Varsovia no fue una orden de Ancelotti, sino un recurso mecánico (¡alemán!) del centrocampista, que envió a Rüdiger a rematar un par de centros de precisión que el central atrapó como atrapa las moscas un camaleón.


    Puesto que de pesimismos y de alemanes hablamos, diremos que el de Xavi es un pesimismo débil, el que tiene para todo una razón del fracaso y, como dice mi ensayista, “presume de ser la actitud que siempre sabe de antemano qué pasará”, mientras que el de Rüdiger es el pesimismo fuerte, “el que no se hace ilusiones, ve lo peligroso y no quiere encubrimientos”.


    Bien, el Clásico. Se ganó el saque en el sorteo (buena señal, siempre), reservándose la Portería de los Goles (la Sur) para la hora decisiva. Después, el despiste de Mendy (“Despistes Mendy”, uno cada día: parece un personaje de Ibáñez), para la emoción final, arreglada por el cenizo Eric García, un Manolo Escobar de la vida que juega de Chigrinski para Xavi y Luis Enrique.


    Para el Madrid, el objetivo debe ser salvar a Xavi.

 


Spielberg, 1975

 

TIBURONES FRACASADOS


    La metáfora es de Mourinho, hablando de los grandullones de la Champions presumiblemente destinados a la Europa League, la que se juega los jueves. “Tiburones fracasados”. Dan ganas de hacerse una camiseta. Desde luego, si cayeran los que parece que van a caer, les va a quedar a los organizadores una parodia de la Superliga. En peores condiciones improvisó Spielberg su “Tiburón”, aquella película que, marcha atrás, resulta que es la historia de un tiburón que vomita gente hasta que abren una playa. A Spielberg le fallaron en el rodaje el tiburón, que jamás se puso en marcha, y el mar, con oleajes imposibles. “¿Qué haría Hitchcock en mi lugar?”, se preguntó Spielberg. Y montó una película de “suspense” como la Europa League de Mourinho.

[Lunes, 17 de Octubre de 2022]

La obra

  


 

 

La revolución de los impresionistas no era tan radical como parecía. Más luminosa y vibrante que profunda, revocó con pinceladas difusoras de la luz la fachada de la naturaleza, rodeándola de una atmósfera encantadora que dejaba intacta la estructura tradicional de la pintura. Sustituyó con las sensaciones espaciales del color, para conseguir el mismo efecto óptico, las líneas de fuga que permiten crear en un plano bidimensional el ilusionismo de la tercera dimensión. El entorno hacía etéreos y brillantes los objetos. El prodigio de la luz coloreada en las superficies sin contorno lineal maravilla al espectador. El arte de la suma belleza sensorial se independizó con Monet de la realidad de las cosas materiales. Un sueño.

     El atractivo de la pintura impresionista era tan irresistible que incluso un naturalista como Emilio Zola no comprendió el sentido de la segunda revolución pictórica, la de su íntimo amigo Paul Cézanne. Amistad que se rompió cuando el novelista describió al pintor alejado de la bohemia parisina (bajo el personaje Lantier de la novela «La obra», réplica a «La obra maestra desconocida» de Balzac), como un artista fracasado a causa de su teoría estética. Y, sin embargo, ha sido esta profunda teoría natural del arte plástico, deducida de la pintura genial de Cézanne, y no de la ingente obra de Picasso, la que ha inspirado casi todas las grandes creaciones del siglo XX, desde el cubismo a la pura abstracción.

 

Antonio García-Trevijano

Lunes, 24 de Octubre

 


Urraca

domingo, 23 de octubre de 2022

Fútbol. En Galicia


 Trujillo Sánchez. Colegio canario

 

Francisco Javier Gómez Izquierdo

      Los futbolistas distinguidos individualmente suelen apuntar, se cree que con verdadera sinceridad, a sus compañeros de equipo imprescindibles para sus logros particulares. Benzema o Courtois el otro día lo hicieron a lo grande. A nivel menos glamuroso, Caro, el portero del Burgos, pero no es menos cierto que ellos, los sobresalientes, hacen temibles a sus onces. Al Burgos le marcaron el primer gol en la undécima jornda, pero ganó el partido. Esta tarde ha perdido el primer partido en Lugo, 2/0 sin Caro, que no es disculpa menor. Caro y la dinámica hace fuerte a cualquier alineación de Julián Calero, pero un balón que a todos parece parable, hasta a los comentaristas de la televisión, que llega al sustituto, Dani Barrio, y se le cuela sin la oposición que se le supone, debilita la confianza y trastoca la entereza demostrada durante once jornadas. No ha estado bien el Burgos; fue menos que el Lugo, y ya es ser poco, pero no vamos a dejar de creer en su táctica defensiva. Es más, si en el segundo gol al minuto de comenzar la 2ª parte, acude el árbitro, como así le avisó el VAR, a comprobar cómo el gaditano Cris Ramos se lleva el balón con la mano para golear, el tanto se hubiera anulado y los cambios de Calero hubieran metido el miedo en el cuerpo al equipo lucense. Ésto es lo que me subleva del VAR. Lo único fiable, y no siempre, son los orsay. Las entradas y manos en las áreas consideradas ó no como penaltys, son de categoría adivinatoria y ¡vamos! éso de que te llame el VAR y no vayas es propio de sujetos chulescos con celebérrima soberbia que en primera tienen como mejor representante al señor Mateu Lahoz, en la Segunda corresponde al señor Trujillo Sánchez la distinción.


    En la próxima jornada reaparece Caro y seguro que todo vuelve a su ser. Aunque se pierda. El Córdoba tampoco ha ganado, pero un empate en Ferrol, que es el actual líder de la categoría, no está mal. Lo que no está del todo bien, es que fiados del poderío atacante, se descuide a mi parecer el medio campo y lo que pudiera equilibrar el dúo Diarrá-Bernal tenga que mantenerlo con tan grandes trabajos el negrito que vino de Bilbao. Germán Crespo, un entrenador que no tardará en ejercer en superiores categorías, encarga excesivos quehaceres a Diarrá y a mi modesto parecer alinea demasiados hombres de ataque. Los rivales, como ahora todo se espía y se sabe, le tapan y le buscan las vueltas y como a Fuentes, Casas, Carracedo y Márquez (todos titulares ayer) les cuesta volver con disciplina y Javi Flores además de veterano no es un dechado de forma física, el equipo a veces parece poco consistente y con alarmantes vías de agua. De momento ahí está; segundo y me atrevo a decir que mejor equipo que el primero.


    No. No han sido propicias la jornada gallega de mis dos quereres futboleros.

Remembranzas trevijanistas XXVI



Martín-Miguel Rubio Esteban

Doctor en Filología Clásica
    

En el año 2003 Antonio García-Trevijano escribe un libro de carácter eminentemente técnico, que supone un informe, una tesis y un descubrimiento, Donatello modela la infancia. Por razones que se me escapan, o no, pero que aún no son pertinentes revelar, el autor utiliza el pseudónimo J. A. Forte. No están claras las dos iniciales del nombre propio, y el apellido corresponde al segundo de nuestro amigo. Está editado en EDICIONES EL VISO, y la edición es bilingüe, correspondiendo la versión inglesa a la traductora Alma Starkie. El libro, que aborda como informe un tema muy concreto, nos revela que el maestro nadaba en el arte y la historia del Renacimiento italiano como pez en el agua. De este delicioso y cautivador informe técnico, editado en papel couché, podría escribirse una novela policíaca, también de carácter histórico, llena de suspense e intriga. Como un viento de gélida pureza corta las gargantas de la hermenéutica actual sobre el gran arte del Renacimiento, etiqueta con la que Burckhardt en 1860 bautizó una época. El descubrimiento de que un bajorrelieve en bronce, con la media figura de San Giovanni niño, acompañado de numerosas y abrumadoras pruebas, es obra genial del mismísimo Donatello, no sólo representa en sí un hecho transcendental sobre la obra del bajito y divino artista florentino, sino una novísima visión sobre el Arte del Renacimiento y sus irrepetibles conquistas en el campo de la belleza y la creación. Este ensueño de la infancia poética fue modelado y fundido en la “bottega” florentina que Donatello ocupó desde diciembre de 1454 a octubre de 1457, en la calle Spadai, hoy vía Martelli. Durante este mismo período el genial escultor también realizó la obra del Mercurio/David, verdadero sueño de la adolescencia andrógina.

Esta sublime obra de arte desapareció del rastro de los Médicis con ocasión de los robos, vandalismo y expoliaciones que sufrió su patrimonio artístico a la caída del poder en 1494 de Piero di Lorenzo, hijo y sucesor de Lorenzo el Magnífico. El robo tuvo que ser tan importante y extendido a la generalidad de los ciudadanos que un bando de los operarios del palacio, de 14 de julio de 1496, guardado en el Archivo del Estado, concedió un plazo de ocho días para devolver las cosas de arte sustraídas de la casa de Piero di Lorenzo y de cualquier otro lugar mediceo, o para denunciar las noticias sobre estas sustracciones, bajo pena de hurto de bienes públicos y multa de 200 florines largos, extendiendo la misma pena y la misma multa a los que hubiesen vendido o comprado dichas obras.

Este bajorrelieve en bronce del mejor discípulo de Ghiberti, con la media figura de San Giovanni niño, no tiene antecedentes en la iconografía post romana. Para Cosme de Médicis y su familia sería indudable que Donatello había plasmado en el bronce, de forma real o idealizada, el rostro del niño Lorenzo, el futuro Lorenzo el Magnífico, identificando su destino con el de Florencia, que tiene como patrón a San Juan Bautista. Donatello tomó del natural los rasgos esenciales que definen la infancia feliz del niño bien parecido, de buena familia, inteligente y favorecido por la fortuna. En su San Giovannino una fértil alma infantil se desborda desde dentro.

No existe ningún retrato infantil en la Historia del Arte que haya definido, como éste, a través de rasgos particulares, todo el universo del mundo mental y moral de la infancia poética. Es el retrato realista y espiritual de un niño delgado y asténico entregado a su sueño. Un prodigioso retrato anímico. Los romanos (v. gr. César niño, las estelas de niños muertos, relieves del príncipes en Arcos de Triunfo, etc. ) supieron representar con profunda sabiduría humanística la olímpica belleza de la infancia, una de las caras metafísicas del poliedro de lo humano, con su pico de pato y sus ojazos de lechuza extasiada, pero la Edad Media, época en donde el hombre se suicidó con un verdadero “sacrificium intellectus” y de su propia sensibilidad, marginó a los cachorros humanos como protagonistas del Arte, siendo Donatello el primero que en el Renacimiento les otorgó este soberbio protagonismo. Y resulta muy chocante que la Edad Media, cuyo espíritu plástico está montado sobre la Madre de Dios, una mujer al fin y al cabo, una mujer madre, haya marginado a los rostros infantiles de su temática artística.

Hasta ahora, en todos los libros de Arte y en las enciclopedias más ciclópeas y calepínicas –nuestra Espasa Calpe, la Británica, la germánica Paulys Wissowa, etc.– aparecía una copia en piedra del original donatelliano como un verdadero Donatello, cuando este pequeño y primoroso libro de García Trevijano deja absolutamente demostrado que lo que hasta hoy se tomaba como un Donatello es una buena copia del discípulo de Donatello, Urbano de Pietro da Cortona, un consumado maestro de la piedra. El genial original surge del bronce noble, y el San Giovannino auténtico no tiene los ojos con la mirada ciega de la copia pétrea.

Toda la Historia del Arte está llena de enigmas y misterios que esperan la pasión de un devoto, como lo era nuestro maestro Antonio García-Trevijano. La obra de Donatello sigue repleta de misterio. Florencia se había convertido en un punto de encuentro entre el mundo bizantino, que moría y huía a Italia –y también a España
, y el occidente romano. Georgios Gemistos, nacido en Constantinopla, representaba la tradición neoplatónica bizantina, que tanta impresión tuvo que causar en Cosme de Médicis que éste estableció en su Florencia una Academia Platónica libremente organizada.

Incluso resucitó la costumbre de celebrar el aniversario del nacimiento de Platón con un banquete. Cosme encontró en Marsilio Ficino un platónico fervoroso, lo mismo que en su sobrino Giovanni Pico della Miràndola –tan admirado por Tomás Moro que este santo británico tradujo una de sus biografías al inglés
, autor que en su “Oratio de hominis dignitate” intentó conciliar el paulismo con el neoplatonismo, lo que produjo un “simbolismo místico” que llena de ambigüedad pagana/cristiana todas las obras del genial Donatello (vid. su excelso David/Mercurio). El desaparecido Julio Anguita, cuya caballerosidad y clase no ha sido, desde luego, heredada por sus sucesores correligionarios, llamaba a Trevijano “un príncipe del Renacimiento”. Sin duda alguna, esta obra da una razón sobrada al atinado juicio del noble Anguita.

[El Imparcial]
 


Donatello