domingo, 30 de junio de 2013

Rajoy: "Mira cómo tiemblo, Bárcenas"

Temblor de primavera ausente
(Colección Look de Té)

Jorge Bustos

Bárcenas pena en el maco y los medios insisten en sentar el culo del Partido Popular sobre un volcán de indiscreción vengativa, pero todavía no han apostado a sus reporteros bajo los ventanales de Génova para grabar los suicidios en cadena de portavoces, secretarios y bedeles.

Como cante Bárcenas, verás. La cárcel suelta la lengua. Están todos metidos hasta el culo.

Eso piensa la calle y eso se esfuerzan buenamente los medios por alimentar. Pero uno aquí sólo advierte el desmesurado influjo de la ficción en la sociedad moderna, que yo achaco a las noches de claro en claro que pasan ahora los periodistas absortos en las series de la HBO, lamiéndose las heridas de un tiempo ingrato. La realidad, señores, se llama Mariano Rajoy, y se trata de una realidad tan gris y predecible y refractaria al suspense como lo es la realidad real, para curarnos de la cual se inventó precisamente la narrativa.

Con Bárcenas en el trullo, Rajoy puede estar tan nervioso como la Duquesa de Alba con la crisis. ¿Cuántas veces habremos de glosar la impasibilidad mariana, el fenómeno más fascinante de la política española desde la irrelevancia zapaterina? No es que Rajoy esté por encima de lo que suceda en su partido; es que está por encima de lo que suceda en su sistema nervioso, y eso a mí me parece admirable. Yo pienso que Rajoy va a ver pasar todos nuestros cadáveres por delante de La Moncloa, incluyendo el cadáver de la crisis. Y ni siquiera lo va a celebrar, por no regalar titulares a tontas y a locas.

Seguir leyendo: Click

Felicidades a Florencio

Bajo el reloj, en la última de Cuadri

¿Pero aquí alguien ha leído / escrito algo?

Ramiro Ledesma Ramos

De la Falange al 15M, una trampa literaria

Alfredo Valenzuela

Sevilla, 29 jun (EFE).- La escritora Cristina Morales (Granada, 1985) ha intercalado textos, sin citar la procedencia, de Ramiro Ledesma Ramos, cofundador de Falange y teórico del fascismo español, en su novela "Los combatientes", de modo que críticos y reseñistas los han identificado como parte del ideario del movimiento 15M.

Cristina Morales ha dicho a Efe que ha introducido en su novela los textos de Ledesma Ramos -pertenecientes a su "Discurso a las juventudes de España" (1935)- como "una trampa literaria", pero que su intención no ha sido provocar equívocos, por más que le haya sorprendido que "hayan sido tantos, tan flagrantes y tan desvergonzados".

Licenciada en Derecho y Ciencias Políticas, Morales conoció por sus estudios ese "Discurso" de Ledesma Ramos, del que ha dicho que contiene "algo de verdad, algo que sigue siendo activo y movilizador", y del que ha añadido: "Diría que es un texto que tiene razón, sobre todo si se lo desvincula del contexto, que es de 1935 y fue escrito por el fundador de las JONS" (Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista).

"El texto de Ledesma encajaba en el mío; el mío tenía un hermano en ese texto, y si escogí ese discurso y no otro es porque en el artefacto literario que es mi novela ése funcionaba mejor con los propósitos de mi novela", ha explicado la autora.

El colmo, ha considerado Morales, fue en diciembre pasado, cuando al recoger el premio Injuve, que otorga el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, le pidieron que en el acto oficial, al recoger el galardón, leyera uno de los párrafos de la novela que pertenecen a Ledesma Ramos.

En ese momento, ha confesado, estuvo a punto de desvelar la autoría de esas palabras, pero pensó que eso correspondía a los críticos y a los lectores, lo que no ha sucedido hasta que un comentario anónimo en un suplemento cultural ha terminado desvelándolo.

Acerca de la posibilidad de que los equívocos hayan sido originados porque en la solapa de su novela se habla de "una asamblea de indignados" para referirse a los integrantes del grupo juvenil de teatro que protagoniza "Los combatientes", Morales ha asegurado que la solapa es responsabilidad de la editorial, pero que en su novela no se menciona ni el 15M ni la palabra "indignados".

"El lector que lee la novela, sin puntos de sutura, se desliza por un discurso radical, que está fuera de su tiempo y de su ideología, pero cae dentro de él, porque la retórica política del 15M no es muy distinta de la de hace ochenta años... los mismos epítetos, los mismos enaltecimientos", ha señalado.

Morales ha asegurado que no pretende decir que "el 15M es parafascista" sino que "parte de su discurso estaba ya inventado".

La autora, no obstante, no comparte ninguna simpatía con el 15M, del que considera que "bajo una apariencia revolucionaria, no es sino pienso para el sistema", y que está integrado por jóvenes que "no quieren perder la comodidad, que son aspirantes a burgueses; aunque es muy legítimo aspirar al piso y al coche, y no hay nada malo en eso".

"De ahí a considerarlo una revolución que integra a todos los estamentos de la sociedad, hay mucha diferencia", ha añadido.

La novela ha sido publicada por la editorial Caballo de Troya, nombre que parece cerrar el círculo de "la trampa literaria" de "Los combatientes" -cuyo título, en cierto modo, se debe a los que saltan a la comba-.

El director de Caballo de Troya, Constantino Bértolo, ha dicho a Efe que era consciente de que la novela insertaba textos ajenos a la escritora, pero que desconocía su autoría.

Morales ha añadido que su novela también integra fragmentos de canciones y citas de otros autores, sin citar a ninguno, excepto a Antonio Tabucchi. EFE


Domingo, 30 de junio

EL QUITE QUE MÁS NOS GUSTA

El quite que más nos gusta es el que se hace a punta de capote. Para llevarse al toro, únicamente nos parece preciso coger la capa con las dos manos cuando se trata de tapar al picador que está en el suelo, o cuando se quiere cubrir la vista del toro y empaparle bien con el capotillo, hasta lograr que abandone la querencia al sitio donde está el peligro. Una vez hecho esto, cuanto más lejos y más rápidamente se aparte al toro del lugar donde el picador ha caído, es mejor, y para eso suele ser necesario correrlo bien, y la única manera de correr bien a un toro es siempre a punta de capote. Si se entrase pronto y bien al quite, no solamente se evitarían las cornadas al picador, sino también a los caballos. Un picador, picando con arte, y un torero que no deje que los toros romaneen con los caballos, son los dos mejores petos que pueden inventarse.
LOS PETOS Y LOS QUITES, 1927 / RAFAEL SÁNCHEZ-GUERRA
LAS TAURINAS DE ABC
EDICIONES LUCA DE TENA, 2006

Ignacio Ruiz Quintano

"Nadie, que después de poner la mano en el arado mira atrás, es apto para el reino de Dios"

DOMINGO, 30 DE JUNIO

Y sucedió que cuando se cumplían los días de su ascensión, Él, con determinación, afirmó su rostro para ir a Jerusalén. Y envió mensajeros delante de Él; y ellos fueron y entraron en una aldea de los samaritanos para hacerle preparativos. Pero no le recibieron, porque sabían que había determinado ir a Jerusalén. Al ver esto, sus discípulos Santiago y Juan, dijeron: "Señor, ¿quieres que mandemos que descienda fuego del cielo y los consuma ?"  Pero Él, volviéndose, los reprendió, y dijo:

-Vosotros no sabéis de qué espíritu sois,  porque el Hijo del Hombre no ha venido para destruir las almas de los hombres, sino para salvarlas.

Y se fueron a otra aldea. Y mientras ellos iban por el camino, uno le dijo: "Te seguiré adondequiera que vayas."  Y Jesús le dijo:

-Las zorras tienen madrigueras y las aves del cielo nidos, pero el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar su cabeza.

  A otro dijo:

 -Sígueme.

 Pero él dijo: "Señor, permíteme que vaya primero a enterrar a mi padre." Mas Él le dijo:

-Deja que los muertos entierren a sus muertos; pero tú, ve y anuncia por todas partes el reino de Dios

También otro dijo: "Te seguiré, Señor; pero primero permíteme despedirme de los de mi casa." Pero Jesús le dijo: 

-Nadie, que después de poner la mano en el arado mira atrás, es apto para el reino de Dios.

Lucas 9, 51-62

sábado, 29 de junio de 2013

Otra carta al Director que no me publica El País

 Otra carta al Director que no me publica El País

¿Dedicó la contraportada del domingo pasado a una activista porque se prestó a posar mostrando los pechos o porque representaba a otras siete más? No hay más preguntas, señor director.

Alfredo Valenzuela

Paellas

La romántica paella española
Lo trágico del pollo y lo cómico del conejo
Ignacio Ruiz Quintano
Abc

    Un español con megáfono y nada que hacer: he ahí la justicia popular.

    El español con megáfono y nada que hacer acude a la puerta de la Audiencia y allí llama “¡ladrón! ¡ladrón!” al que entre y al que salga.

    Los franceses de la Revolución tenían a pie de patíbulo a las “tricoteuses”. Los españoles de la Democracia tenemos a la puerta del talego a estos manolos del bombo de la honra.
  
El penúltimo personaje en pasar por las horcas caudinas de la megafonía popular ha sido el ex mayordomo del PP, Bárcenas, enchiquerado por movimientos de cuentas que en lógica judicial indican riesgo de fuga, que es como si enchiqueran a Messi después de verlo esprintar.

    Y ahora, ¿qué?

    Para ayer, en Lasarte, una plataforma de presos tenía anunciada a doce euros una paella española en apoyo de la causa de los reclusos etarras, incluidos, se supone, los matarifes de Ramón Díaz, el cocinero de la Comandancia de Marina de San Sebastián.
  
Mais ça serait l’anarchie, voyons! –exclamó horrorizado el patrón de “La Biche”, en la parisina rue de los Mártires, cuando un español del Consulado pidió una paella.
  
Para comprender el espanto de aquel buen burgués francés, Camba invitaba a los lectores a transportarse al 1830, cuando los románticos trataban de imponerse a los neoclásicos.

    –No se concebía entonces que se mezclase en ninguna obra lo trágico a lo cómico.
  
¡Qué gran pelea, aquélla! Mientras el romántico Víctor Hugo se jactaba de haber llamado al cerdo por su nombre (“j’ai nommé le cochon par son nom”…), los críticos arremetían contra el neoclásico Racine por haber empleado la palabra “perro” en un verso de “Athalie”.
  
Hoy las normas clásicas han muerto y la benéfica paella española de Lasarte es un plato romántico, lleno de color local.

    Este romanticismo abarca a nuestra derecha, también muy amiga de mezclar lo trágico a lo cómico, aunque, una vez precintados los cocineros michelines, no va a tener quien le haga una paella a Bárcenas.

Sanpedros 2013

San Pedro y San Pablo 2013
 
Tanto Luis Carcedo en su alegato de bienvenida a las fiestas como Beatriz de la Fuente al colocarse la banda de reina hicieran mención al título de Capitalidad Gastronómica. El responsable del restaurante Ojeda, que se «comió» parte del pregón para hacerlo más ameno, habló en nombre de todos los restauradores, cantineros, dueños de hostales y fondas, mesoneros y cocineros para salpimentar un pregón culinario. Habló de lo que da de sí una sobremesa, de lo que se celebra alrededor de un mantel, de compartir fogones y de manjares. Y ahí es donde, al mencionar las alubias, los titos -añado de cosecha propia que los mejores son los de Villasidro- la morcilla, el lechazo o los vinos de la Ribera el público fue ovacionándolos uno a uno. Para concluir, Carcedo Ojeda recordó también que en fiestas no sientan bien al estómago lo de los gestos graves y las medias sonrisas, sino que hay buscar lo que nos deje buen sabor de boca.

Músicos apedreados

J. R. M.

Sábado, 29 de junio

EL QUITE ANTIGUO

Antiguamente los quites se hacían de otro modo. La mayoría de las veces no los efectuaban los espadas; se encargaban de ellos, no los que toreaban con más lucimiento, sino los que más aptitudes tenían para hacerlos. A lo mejor, los banderilleros, el sobresaliente de espadas, los más torpes para veroniquear, eran los más aptos para evitar percances. Desde luego, no había, como hoy, un turno riguroso para realizar los quites. Los hacía el que estaba más cerca, el que se decidía antes.
LOS PETOS Y LOS QUITES, 1927 / RAFAEL SÁNCHEZ-GUERRA
LAS TAURINAS DE ABC
EDICIONES LUCA DE TENA, 2006

Ignacio Ruiz Quintano

viernes, 28 de junio de 2013

El blocao




Ignacio Ruiz Quintano
Abc

    “Blocao” es palabra alemana que designa a una trinchera ambulante, como del Ikea, muy de moda en la guerra de Marruecos, aquel Vietnam para pobres.

    Alrededor del blocao el periodista José Díaz Fernández publicó en 1928 una “novela de la guerra marroquí”, hoy rescatada por Eduardo Riestra en sus Ediciones del Viento con fotografías del archivo de ABC, periodísticamente “epigrafiadas” por Bieito Rubido en la presentación, donde luego se habló de la azarosa vida de José Díaz, perdido, como don Beltrane, en la grande polvareda de aquel tiempo de peonzas.

    Díaz fue orteguiano: peleonero, en fin, contra Primo y por la República, a pesar (gracias a la memoria de pez que impone el periodismo) de ortegajos (las cosas de Ortega) como el del 13 de febrero de 1920 en “El Sol”, a tres años de Primo y a once de la República:
    
Un gobierno militar tendría la ventaja de acabar con estas farsas parlamentarias que tanto nos repugnan... Son los militares los que deben imponer silencio y orden en este galimatías político, dando con su sable en los consejos ministeriales y apoderándose del poder si la Corona no cree llegado el momento de otorgárselo de buen grado.

    “Blocao”, decíamos, es palabra alemana, pero corta, que ahora sabemos que en Alemania la juventud, reacia al esfuerzo que supone pronunciar las palabras-río de sus mayores, se está pasando al inglés, como la juventud española, menos hecha aún al esfuerzo, se ha pasado a la onomatopeya, y en su guerra con Wert sólo se oye un “¡huuuu!” como el que don Fernando Bergamín dirigió en los toros al Palco Real cuando Morante brindaba a la Infanta.
    
La guerra con Wert es la de la beca con que el Estado garantiza a todo el mundo un título universitario. Acomodado en la gandulería pública, no veo al estudiante saliendo de su blocao de defensa del cinquillo de la beca para curiosear en la librería sobre el blocao de la guerra de Marruecos.

    Y olvidaos de “Rayuela”, libreros.

El chivo de Toribio

De lejos

De cerca

Viernes, 28 de junio

EL QUITE ANTIGUO

Antiguamente los quites se hacían de otro modo. La mayoría de las veces no los efectuaban los espadas; se encargaban de ellos, no los que toreaban con más lucimiento, sino los que más aptitudes tenían para hacerlos. A lo mejor, los banderilleros, el sobresaliente de espadas, los más torpes para veroniquear, eran los más aptos para evitar percances. Desde luego, no había, como hoy, un turno riguroso para realizar los quites. Los hacía el que estaba más cerca, el que se decidía antes.
LOS PETOS Y LOS QUITES, 1927 / RAFAEL SÁNCHEZ-GUERRA
LAS TAURINAS DE ABC
EDICIONES LUCA DE TENA, 2006

Ignacio Ruiz Quintano

jueves, 27 de junio de 2013

GPS



 
 
Francisco Javier Gómez Izquierdo

Mi compañero y sin embargo amigo Alfonso, un tigre de la informática, me tiene por cateto redomado ante el nulo interés que presto a esos artefactos que van configurando un nuevo tipo de humanos y que a mí no han llegado a tentarme ni tan siquiera con el ya, al parecer, imprescindible móvil. Con ocasión de una boda en Granada, insistió en facilitarme un GPS en el que trasteó hasta memorizar la calle y el número del hotel, para que me dejara “a las mismas puertas” de mi destino. Mi amigo Alfonso, como fanático de las nuevas tecnologías, imagina que los catetos nos perdemos a las primeras de cambio como si no supiéramos leer los mapas o no existiera el verbo preguntar y como en el presente caso tuvo de aliado a mi doña, a la que preciso es señalar, había acercado varias veces a la Alhambra y al santuario de Fray Leopoldo, no tuve más remedio que usar del “cacharrito”. Al entrar a la primea rotonda según se llega desde Córdoba, la segunda salida de la que hablaba la maquinita tenía unas vallas de obra que me escupieron a La Chana..., justo al sitio que no quería ir. Desde entonces he cogido mucho más cariño a los mapas y busco motivos para certificar lo malo que puede llegar a ser un GPS y hacérselos saber a mi amigo Alfonso.

    Mire usted por dónde, la madrugada de ayer parió un extraordinario ejemplo que supongo considerará mi colega, ya que en un pueblo de los Montes de Toledo que conozco muy bien y al que le llevé hace unos años a escuchar la berrea, se perdió un tráiler alemán por culpa de un conductor con la misma fe de mi querido amigo..., porque hay que tener mucha fe en el GPS para entrar en Arroba de los Montes, tomando por carretera lo que no pasa de camino asfaltado y callejuela embreada.
    
Si, memorizando la consulta en el mapa, me encuentro con mi turismo a la puerta del vecino que en Arroba dicen “el Guapo” es seguro que paro, bajo y pregunto... pero a estos fanáticos del internet no les da la gana razonar por sí mismos y por supuesto no dudan de la infalibilidad del GPS por mucho que les obligue a circular por escaleras o continuar la marcha a través de un pantano.
    
Los cabreros de Arroba -los vecinos más madrugadores- están acostumbrados a todo tipo de bichos, jabalíes, corzos, zorros, ciervos, buitres, ginetas, águilas... pero nunca habían visto en especie autóctona alguna tanta “ceguedad” como la del camionero alemán.

Amazing Complete JFK Assassination Footage


Hacienda en la mesa

Así quedó el restaurante de Sergi Arola tras la visita de Hacienda

Arola


Arola
Ignacio Ruiz Quintano
Abc

    El Madrid presenta a Ancelotti, nuestro Don Camilo (versión Fernandel), pero en Madrid sólo se habla de Arola.
    
Que Montoro le ha precintado a Arola, en vez de la cocina, que es con lo que se ha ganado las estrellas Michelín, la bodega, que es como si en el fútbol a los clubs morosos les precintaran, en vez de la camiseta, el balón.
    
Así pagan lo que uno ha hecho por la imagen de España –fue el primer lamento de Arola.
    
Y luego nos quejamos de que en algunos restaurantes nos sumen la fecha a la cuenta a la hora de pagar.
    
No se puede jugar con la reputación de España –remachó desde Brasil, a su aire y hablando de otra cosa, Sergio Ramos, “elemental y recio”, como el pasado de Jacinto Quincoces en la oda de Federico Muelas.
    
“Elemental y recio, tu pasado / es la cruda tangente para el vuelo / de un litro de aire en cuero aprisionado.”

    Precintado el vino, cualquier día Montoro nos precinta el aire.

    Incierto y oscuro, como el reinado de Witiza, se presenta en España el futuro del emprendedor.
    
La Guardia Civil sorprendió el otro día en Aranda a un emprendedor de bar que se proveía de tocinos en granja ajena despenando a palos a los cochinos, en trance de Boris Karloff en “The Body Snatcher”.
    
En Aranda no se puede regentar un bar sin torreznos nuevos y en Madrid no se puede regentar un Michelín sin vino viejo, salvo que Arola hiciera lo que Jesús en la boda de Caná de Galilea con las tinajas de agua de cien litros que tenían los judíos para las purificaciones.
    
Lo que para Ortega era un problema cósmico, el vino, para Montoro no es más que un conflicto de tenedores, pero de deuda.

    El vino fue antiguamente (Alceo, Anacreonte, Horacio) un dios. Montoro, con un simple precinto, lo ha convertido en una prenda fiscal, y a todos nos gustaría estar en una mesa de Arola el día que los inspectores retiren esa cinta para pegar las grandes voces que pegó Gargantúa al salir del vientre de su madre:

    –¡A beber! ¡A beber!

British Airways: bandera británica con Peñón al fondo

 
 
British Airways ha ilustrado la portada de su revista corporativa con la foto de la cola de uno de sus aviones y el Peñón de Gibraltar como fondo.

El Jurado que haría levantar a don Marcelino de su asiento






Jurado que eligió a Victoriano del Río como Mejor Ganadero 2013 en Madrid
Gloriosamente encabezados por Abella, votaron afanosamente Barquerito, Andrés Amorós, Federico Arnás, José Luis Benlloch, Pedro Javier Cáceres, José Luis de la Chica, José Manuel Durán, Jorge Fajardo, José Luis González Aldana, Carlos Ilián, Javier López, Antonio Lorca, Enrique Mazas, Juan Carlos Mesa, Manuel Molés, Miguel Ángel Moncholi, José Luis Ramón, Francisco Serrano y Vicente Zabala de la Serna.

J. R. M.

Victoriano

Salsa americana (o armoricana)

Jueves, 27 de junio

LO MÁS VARONIL

El quite es lo más hermoso, lo más noble, lo más varonil, lo más gallardo que hay en la fiesta de toros. ¡Exponer su vida por salvar la del otro! No hay ningún momento de tanta belleza y tanta angustia al  mismo tiempo que sea comparable a ese. Vicente Pastor sabía lo que era hacer un quite. Nacional II lo supo mejor que nadie. ¿Los demás? ¿Los de hoy? Los de hoy son demasiado toreritos para saber lo que es eso.
LOS PETOS Y LOS QUITES, 1927 / RAFAEL SÁNCHEZ-GUERRA
LAS TAURINAS DE ABC
EDICIONES LUCA DE TENA, 2006

Ignacio Ruiz Quintano

miércoles, 26 de junio de 2013

Noche de Llanto


Desde Brasil

Pérez

Jean Cocteau

Ignacio Ruiz Quintano
Abc

    Es el jefe del comunismo matritense, ese costumbrismo subvencionado, y se llama Ángel, como el padre de Mensajeros de la Paz, y Pérez, como el secretario del rey que firmaba “Yo, la Muerte”.
    
Si hay niños que no pueden comer, ése es un límite a la democracia, y yo digo solemnemente que cualquier cosa que se haga para conseguir que los niños coman es lícita, incluida la violencia.
    
Eso ha dicho Ángel Pérez antes de echar el ojo, no al restaurante, que parece lo lógico, sino al supermercado: “Si hay que asaltar supermercados habrá que organizarlo para asaltarlos bien asaltados, no de cualquier forma”.
    
Cielos. La dialéctica de los puños y las pistolas.
    
Amo la violencia española, vuestro amor a la violencia, vuestro amor a la destrucción. Es más hermoso quemar un cuadro que venderlo –dijo Cocteau a Ruano.
    
El entusiasmo de Cocteau, devoto de Panamá Al Brown, es el que Alberto Salcedo Ramos, devoto de Kid Pambelé, recuerda de su pueblo en Barranquilla, donde la oferta de entretenimiento era escasísima: “Dos tipos que se fajaban a golpes en la calle nos procuraban un poco de diversión. Yo odiaba la figura del conciliador que separaba a los contendores, porque nos dañaba la única distracción que teníamos.”
    
Pérez postula una lucha de clases muy “We are the world, we are the children”, pero lucha de clases, como determina el encaste.

    Se lo explicaba Carrillo a Oriana Fallaci en “L’Europeo”, en el 75:

    –Escúcheme bien. Yo soy comunista, no socialdemócrata. No soy rosa. Soy un revolucionario. Y la revolución no me da miedo. He crecido soñándola, preparándola. Yo no condeno la violencia. He hecho la guerrilla durante nueve años. Apuntaba con cuidado: para matar. Y he matado.
    
Visto así, aún es más perezoso (de Pérez) asaltar el “Dia” cantando “We are the world, we are the children”…, cuya versión castiza sería: “¿De quién es esta cabeza, / este brazo, esta pierna? / Terror en el hipermercado / Horror en el ultramarinos…”

La importancia de llamarse Marcelino


Las chispas de la vida

Calle de Alcalá

Las fragatas Baleares y Extremadura han sido ‘limpiadas’ por los ladrones

La crisis ha disparado el robo de cobre y chatarra de buques que la Armada española ya ha dado de baja. Se han registrado casos en prácticamente todos los puertos militares y arsenales de España, el más grave en Ferrol: la fragata Baleares y la Extremadura han sido completamente desvalijadas en los últimos meses.

Miércoles, 26 de junio

HACER UN QUITE

Hacer un quite en la suerte de varas no es ni ha sido nunca esperar a que le llegue el turno al espada que ha de entrar a realizarlo, y aguardar éste a que el toro deje el caballo, y cuando ya su intervención no es precisa, después de haber compuesto bien la figura, coger el capote con las dos manos y dar una serie de verónicas más o menos ceñidas, Siempre que vemos a un torerito preparándose para entrar al quite y observamos cómo busca la salida del toro y coge el capote, desde luego a dos manos, y cómo está pendiente de que los lances resulten muy rítmicos y bonitos para que la figura sea airosa, pensamos en el señor que intentase salvar la vida de un hombre que se estuviese ahogando y, antes de tirarse al agua, se pusiera un gorro de goma para no mojarse la cabeza y se quitase las botas para que no se le estropeasen. Nosotros creemos que en esos casos, si se sabe nadar y se tiene decisión, lo que hay que hacer es tirarse cuanto antes al agua, sin pensar en nada más que en el que está a punto de perecer. En los quites debe ser lo mismo. El que no tenga arrojo y valentía para hacerlos, que ceda su turno a otro espada.
LOS PETOS Y LOS QUITES, 1927 / RAFAEL SÁNCHEZ-GUERRA
LAS TAURINAS DE ABC
EDICIONES LUCA DE TENA, 2006

Ignacio Ruiz Quintano

martes, 25 de junio de 2013

Lisensiado




Hughes
Abc

Esta mañana escuchaba a alguien defender algo así como el regreso a las Artes y Oficios. La revalorización de lo menestral, de los aprendizajes y del trabajo artesanal:

-Pues es muy digno tener un hijo persianero

Esto es una derivada, que se dice, del debate Wert. Yo, que no desciendo de la pata del Cid, me sulfuré levemente (tiendo a los estados de ánimo oximorónicos) y entendí un poco de la irracionalidad e inquina que pueden despertar las ideas de Wert. Nos quieren hacer ebanistas, me dije. ¿Los hijos de quiénes van a volver a ser carpinteros, fontaneros o mecánicos? Porque no se trata de  que lo sean o acaben siéndolo, que ya lo firmaba yo, sino algo distinto: que los padres de esas criaturas admitan conformarse con un trabajo de mono azul para sus hijos. Tampoco es que fuera la resignación social, pero sí introducir en el panorama generacional la idea de que muchos de nuestros descendientes irán con llave inglesa en el bolsillo.

Esto, claro, rompe con el “todos a la universidad”, que era el todos somos iguales. No sólo: es el todos seremos iguales. No iguales, lo mismo. Todos somos lo mismo.

¿Cómo acabar con una sociedad de obreros? Pues metiéndolos a todos en la universidad.

Hemos ido a la universidad a ser iguales. Y la universidad ha sido la gran igualadora española. Ha tenido un papel clave, quizás ya superado, de homologadora ciudadana.

La universidad en España no tiene exactamente que ver con la empresa ni con el mercado laboral, ni con el conocimiento, ni con la cultura. El título universitario es la nueva alfabetización y una forma de status ciudadano. La universidad ha sido un nivelador social. Somos un poco sudamericanos y no nos decimos licenciados (¡lisensiado Herrera, no se la doy, se la canto!), aún permanece el señor en el tratamiento, pero el universitario conquistaba una forma de ciudadanía cualificada. Un don en el tratamiento. Dos personas universitarias son efectivamente iguales. Una igualdad sociológica. Y aunque difieran de estado económico, patrimonio o amistades (las finanzas de lo social), la licenciatura permitía alcanzar una ilusión de status. Una identidad ciudadana emancipada, urbana, autónoma, integrable en los ámbitos corporativos, políticos, decisorios.

Los oficios son modos de vida. Es decir, antinovelescos, nada cosmopolitas, anti-románticos.

El oficio era estancamiento, sacerdocio, barrio, pueblo y una modestia de diálogo con las cosas. Trabajo maniobrero y resonancia medieval. Sólo el licenciado, educado, alcanzaba una libertad política real.

Esto, claro, eran ilusiones. En la actualidad bien sabemos lo que supone un título.

Pero durante estos años de socialdemocracia experimental y mediterránea (mediterráneamente… ¡fantastic life!), no sólo se ha vislumbrado una igualación económica, una subida de los niveles de vida, la ilusión del consumo, de la propiedad y de la asistencia social. Más que nada, han sido las décadas de los universitarios, hasta ser un país de licenciados. Un país en el que todo el mundo se saludara con el “buenos días, lisensiado”.

Hemos entrado a la universidad a ser iguales. Pero eso no es malo. Era entendible. Nuestra democracia ha puesto el énfasis en la igualdad, principio obsesivo de nuestro constitucionalismo estos treinta años.

¿Cómo conseguiría la India acabar o superar el sistema de castas? ¡Con una Complutense!

Sobre el estatuto del ciudadano, y alfabetizada España, se creó el estatuto del licenciado. Una condición de ciudadano políticamente activo, dueño de sus derechos, capaz de promoción, pleno e igual. Los trabajos artesanales o manuales exigen el mono y eso, más allá de la metáfora, tiene algo de modo de vida. El oficio es sello, impronta vital.

El licenciado entra en relaciones contractuales con los demás. Y la gran igualdad para nuestros hijos era esa altura de la mirada que sólo otorgaba la educación.

La universidad era la ilusión de una ciudadanía plena y alcanzar las oportunidades (el emigrante va hacia la tierra de las oportunidades; al universitario las oportunidades le habían de llegar).

Conozco una mujer, de naturaleza algo trastornada, que colecciona las fotos de las personas de su pueblo que han terminado la carrera universitaria. Lo del título universitario ha tenido algo de gran chaladura nacional.

Seguir leyendo: Click

Becas

Taberna
Córdoba

Francisco Javier Gómez Izquierdo

Los contribuyentes andaluces, que por el hecho de serlo, al parecer, nos convierte en ricos, pues lo decente es no pagar a Hacienda, estamos acostumbrados a que mozos de diecinueve años empiecen el bachiller con su beca correspondiente.

      -Con el dinerillo de la beca, el niño “sasacáo” el carné de conducir y con el del año que viene le compramos  un “amotillo”.

       El contribuyente andaluz, si tiene la desgracia de que el chico le salga aplicado, sufrirá persecución y comprobará asustado el desprestigio que tiene en el país la mala costumbre de estudiar. Los señores que mandan en Andalucía están orgullosos de becar a repetidores, contumaces “cateadores”, estudiantes-sindicalistas con más de veinte años en los juveniles y a todos esos aprendices a vagos que creen que un cinco es todo un éxito y se apuntan en Psicología, Sociología, Geografía, Derecho... exigiendo el sueldo correspondiente. Estas criaturas son adoctrinadas por un ejército de extraños  profesores insensibles a la enseñanza y que los anima a “atrapar las calles / que no pase nadie”, en una jarana continua subvencionada por los que tenemos nómina.

     Cuando en Andalucía sale un alumno que va del nueve al diez en la ESO y del diez al nueve en el Bachiller, los padres deben cuidarse de las acechanzas del elemento Administrativo bajo el mando de doña Mar Moreno, una señora de Jaén como el tal Lanzas, y que como de Gaspar Zarrías su paisano, se dice que no se mueve un folio en la Junta sin que ella lo sepa. Matrícula de Honor en Bachiller y 13,5 en selectividad no da derecho a beca. ¡Qué desfachatez pedirla! Beca es para el hijo de una señora soltera al que se le pasa Matemáticas y Lengua para que el pobrecito no la pierda, para el hermano de un niño sordo que toca la guitarra por seguidillas, para un joyero que gana ocho mil leuros al año y que tiene su campo en la sierra y el todo terreno correspondiente...
      
Ese alumno sin derecho a beca que ahorra al padre la matrícula de la universidad por entrar en ella con una de honor es un desvergonzado insolidario por sacar Primero de Medicina, un poner, con un ocho de media.

     Este guirigay de catedráticos de  Políticas y Derechos, coletudos y mesiánicos, que en un discurso enloquecido parecen querer decir que los hijos de los pobres son tontos incapaces de alcanzar un seis de media es lo que faltaba para certificar la podredumbre de nuestra sociedad.
      
¿Qué hemos hecho mal? ¿No eran los escolares de Torresandino, un poner, pobres internos en el Menor, los inteligentes, y zotes los hijos de los ricachones? ¿Qué  cosa es hoy un rico?
     
En Andalucía, rico es un padre con nómina fija mensualmente pasada por Hacienda, de pongamos 1.700 euros. El hijo de ese padre andaluz, cuanto más brillante sea, mayor será la discriminación...
      
 -¿Cómo se te ocurre pedir beca con nueve y medio de media? Las notas no importan en Andalucía. Lo que  cuenta es no tener renta.
       
Estos razonamientos de Doña Mar, son doctrina ya en todo el país, y uno de los más sagrados derechos  de nuestros pobres hijos va a ser que sus malas notas sean reconocidas y consideradas como el último triunfo de los parias de la tierra... porque imagino no me considerarán un orate si creo que el cinco y medio es una nota mala... y no habría de tener derecho a beca...
    
Cuando los pobres éramos considerados más listos que los ricos no había beca que valiera menos de un siete como mínimo...  pero, claro, aquellos criterios eran fascistas.

Rincón educativo
Córdoba