Valle de Esteban
Camba habla de un catalán que conoció en la basílica de San
Pedro: estaban bajo la cúpula, con la boca abierta de admiración, cuando
el catalán dijo:
–Mire, mire. ¡Qué casualidad! Yo no sabía que aquí hablaban del Tibidabo…
Y apuntaba con el dedo al friso de la cúpula: “Tu est Petrus et super
hanc petram aedificabo ecclesiam meam, et tibi dabo claves regni
caelorum…” Etcétera.