Elche, 1974
Indio, Bonet, Esteban, Canós, Montero y Llompart
Escobar, Jaime Cano, Rubén Cano, Gómez Voglino y Melenchón
Francisco Javier Gómez Izquierdo
Tras los espesos nubarrones de hace menos de un mes, en Córdoba luce el sol. El último Rayo de la tormenta atardeció mas tímido y doméstico de lo que se esperaba y en Vallecas en vez de una equis salió un dos. Curioso y llamativo el final de Liga de mi equipo, que en el último mes ha encontrado a Alfaro, un teórico referente a principios de Liga y al que el entrenador condenó merecidamente al ostracismo por su abúlica disposición. El onubense, para no ser menos, imagino, a su hermano menor en el Barça chico, se ha empeñado en marcar goles del jugador listo y capaz que veíamos brillar en el Sevilla Atco. y al portero Gazzaniga le coló uno a lo Cruyff de rosca con el exterior del pie derecho.
Era el 1-2 definitivo que reconciliaba al Córdoba con la general opinión de tertulianos y público en septiembre pasado, atónitos ante el errático rumbo de un señalado para el ascenso. Otro yerro en la previsión hubiera sido insoportable. ¿Quién aventuró el trágico final del Elche y el Mallorca? Elche y Mallorca no tienen peor plantilla que el Córdoba. Cierto que son modestísimas, y, si bien sus jugadores más veteranos, Nino y Pelegrín o Julio y Juan Domínguez, no ganan para sobresaltos con las informalidades de sus patronos, tenían que haber llegado por lo menos al cinco y no fiarse de pasar curso con dos suspensos como han puesto de moda las actuales autoridades en asuntos de Educación. Las camisetas de Elche y Mallorca han vestido al “milonguita” Heredia, a Marcial Pina, a Rubén Cano, a Eto’o, a Ibagaza, a Nadal el tío de Nadal...
Sus aficionados no merecen tantos sinsabores, pero me malicio que aún ha de ser peor. Desaparición y dolorosas travesías por pueblos hostiles en busca de una nueva luz. Elche y Mallorca no tienen peor plantilla que Reus, Huesca, Alcorcón, Valladolid o ese Gerona que ha subido a Primera, pero hemos de reconocer que si damos gracias a San Hugo de Grenoble, patrón de los futbolistas, porque en Segunda, a falta de calidad, se nos reparta emoción a granel, cualquier resultado cabe en cualquier partido. El Gimnástico de Tarragona, casi descendido hace quince días, se llevó por delante al Gerona hace una semana y al Tenerife en su isla, ayer mismo. El Gimnástico de Tarragona aún no está salvado y me sentiría contrariado si lo hiciera a costa de la UCAM, en un partido de los que se dicen a cara de perro. Un duelo en el que uno de los dos ha de morir, salvo que el Alcorcón se suicide ante su parroquia con un puñal de Lugo. Es lo que queda del campeonato. El Nástic-UCAM y el orden de los cuatro equipos de play-off que como saben, favorece con toda justicia al tercer clasificado. En la presente, el Getafe, mucho más equipo que el Gerona y al que el mismo insensato, imagino, que dejó al equipo en manos del nefasto Esnáider, lo rescató a tiempo para ampararlo en el entrenador que posiblemente mejor conozca la categoría. Merece Bordalás repetir el éxito del Alavés.
Por último, quiero hacer constar, que si el Córdoba acaba en el puesto 12 -¡vaya, el 12 otra vez!-, se habrá clasificado con arreglo a su mediocre potencial reforzado en invierno con Aguza, Javi Lara y el joven del B Javi Galán. Pedir más a tal plantilla es delirio de insensatos.