Y el cuvillo se movió lo suficientemente bien para que Morante dijese todo y se firmase lo más sabroso de la lluviosa tarde en que El Juli y Castella impusieron la seriedad de su toreo.
El Mundo, 22 de Marzo de 2010
J. R. M.
El Mundo, 22 de Marzo de 2010
J. R. M.