jueves, 11 de marzo de 2010

EL FÚTBOL COMO TORMENTA


F. J. Gómez Izquierdo

Hace unos años, el señor Juan Manuel de Prada escribió una novela a que tituló La tempestad, alcanzando fama un cuadro con igual nombre de Giorgone que aparecía en la portada del libro. Veo a Guti, y me viene a la memoria el inquietante cuadro, donde los personajes están tranquilos mientras los ilumina un relampagazo. Pero ¿qué luz alumbra en verdad a la madre lactante? Cambie madre lactante y ponga Real Madrid... Nadie duda de la calidad de los jugadores madridistas. Es hasta posible que Cristiano sea el mejor jugador del mundo, pero... para todo en esta vida se ha de tener método a seguir y el equipo blanco carece de él, y no creo que sea culpa del entrenador, pues no es culpable de que le traigan hombres con infinitas manías.

En As y Marca pontifican tres o cuatro con barba de sicólogo sobre quién ha de salir de 8, cómo ha de jugar el lateral, la tarea de los peones, y eligen al futbolista de moda ante el que postrarse, y esta semana tocaba el zurdo de Torrejón... En ese delirio de la prensa madrileña,se pone en portada a Guti para que grite al mundo que debe ser titular, se ningunea a Xabi Alonso y se recomiendan a Pellegrini -como se ha recomendado desde ya hace años a todos los entrenadores que en el Ral Madrid han sido- disparates tácticos que nunca admitiría si trabajara en república sosegada, tal que Villarreal.

Guti, que revoluciona los partidos como los truenos aquellas tardes de trilla de mi mocedad, brilla así: repentinamente. Es un torbellino de locura que dura media hora como máximo y que no responde a lección de estratega. Cristiano, al que le sobra calidad para regalar, también tiene cosas de Guti: fogonazos, alardes, calidad... pero por libre. Independiente. Sin método. A Cristiano posiblemente le iría muy bien que Kaká espabilara y que no le faltara Xabi... por ser al que mejor entiende... y que su entrenador no leyera la prensa.

Creo que Pellegrini sucumbió ante la portada de Marca y encajó a Guti contra su voluntad en una alineación que debió sobrar para clasificarse, pero que demostró descolocación y aturullamiento en la 2ª parte. O Kaká o Guti, míster... nunca los dos, salvo en caso de fuerza mayor. El ingeniero se contagió de las necedades que fueron soltando sus pupilos, tal que "ganaremos 3-0", "Europa sabrá quién es el Madrid", y declaró que ganar al Lyon no habría de ser tenido como gesta de importancia... El Madrid andaba bien. Se estaba haciendo un buen conjunto... y en éstas apareció Guti ante un Sevilla aculado en tablas... y adiós trabajo de futuro... LLegó el chileno a creer que Raúl haría lo que no era capaz de hacer Kaká...