Por el único delito de ser bravos, los Palha han sido condenados a morir a manos de tres toreros de a perra gorda. ¿Dónde se mete el Messi del toreo? ¿Y el Emo que quería suicidarse? ¿Y el Uri Geller de La Puebla que para los relojes de Enrique Busián y no nos deja hoy cambiar la hora? ¿Y los amigos de Salva? ¿Dónde, en fin, está la Autoridad?
Ignacio Ruiz Quintano