José Ramón Márquez
Nos cambiaron la novillada de don Nazario, que uno siempre tiene en mente la coplilla...
Si te llegase a coger / un toro de don Nazario / nada tienen ya que hacer / médico ni boticario
...por una de hermanos Torres Gallego. Yo, ni idea de qué es eso, pero cuando leo en el programa que procede de Silvia Camacho y del Cuvillo, me da un escalofrío.
Luego resulta que sale una corrida de toros con más romana de la que indicaba la tablilla, con casta, de impresionantes cabezas. Un regalo para los novilleros. Javier Herrero es demasiado mayor para andar en la novillería andante. Se ve que le quieren, porque uno del 7 le gritó:
-Javi: si lo templas, lo toreas...
Y acto seguido el novillo le lanzó al tal Javi un gañafón al cuello que, si lo engancha, a estas horas estamos de luto. Javi toreó a su primero como a su segundo y puso en el ruedo de Las Ventas lo único que tiene: su valor.
Cristián Escribano es de Getafe y en su segundo él creerá que toreó, pero fue el toro quien le toreó a él hasta que el bicho se cansó y la faena se vino abajo. Le pidieron una oreja y dio una vuelta al ruedo que, quizás, le servirá para ser incluido en San Isidro, un regalo envenenado.
Esaú Fernández no conoce Las Ventas ni Las Ventas le conoce a él. Nadie le llamará por su nombre ni él sabe que en Madrid el muletazo de qualité es la trincherilla. Antes de venir, alguien le debería haber dado un ‘manual de acogida’ como en las empresas.
***
Al salir, nos demoramos un momento en el tendido a hacernos una foto y un portero impaciente e insolente, quizás con prisas por retornar al hogar, nos arrea como al ganado para que nos larguemos a toda prisa y nos llama ‘gilipollas’. En el Real esto no pasa. Son cosas de los toros. Seguro que la Mesa del Toro lo arregla.
Nos cambiaron la novillada de don Nazario, que uno siempre tiene en mente la coplilla...
Si te llegase a coger / un toro de don Nazario / nada tienen ya que hacer / médico ni boticario
...por una de hermanos Torres Gallego. Yo, ni idea de qué es eso, pero cuando leo en el programa que procede de Silvia Camacho y del Cuvillo, me da un escalofrío.
Luego resulta que sale una corrida de toros con más romana de la que indicaba la tablilla, con casta, de impresionantes cabezas. Un regalo para los novilleros. Javier Herrero es demasiado mayor para andar en la novillería andante. Se ve que le quieren, porque uno del 7 le gritó:
-Javi: si lo templas, lo toreas...
Y acto seguido el novillo le lanzó al tal Javi un gañafón al cuello que, si lo engancha, a estas horas estamos de luto. Javi toreó a su primero como a su segundo y puso en el ruedo de Las Ventas lo único que tiene: su valor.
Cristián Escribano es de Getafe y en su segundo él creerá que toreó, pero fue el toro quien le toreó a él hasta que el bicho se cansó y la faena se vino abajo. Le pidieron una oreja y dio una vuelta al ruedo que, quizás, le servirá para ser incluido en San Isidro, un regalo envenenado.
Esaú Fernández no conoce Las Ventas ni Las Ventas le conoce a él. Nadie le llamará por su nombre ni él sabe que en Madrid el muletazo de qualité es la trincherilla. Antes de venir, alguien le debería haber dado un ‘manual de acogida’ como en las empresas.
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Al salir, nos demoramos un momento en el tendido a hacernos una foto y un portero impaciente e insolente, quizás con prisas por retornar al hogar, nos arrea como al ganado para que nos larguemos a toda prisa y nos llama ‘gilipollas’. En el Real esto no pasa. Son cosas de los toros. Seguro que la Mesa del Toro lo arregla.
La Acorazada, asustada por el trapío de los novillos, se cargó al quinto de la tarde,
que se derrumbó desangrado y no dio opción al estoque. Fue apuntillado.
que se derrumbó desangrado y no dio opción al estoque. Fue apuntillado.