SORTEO
La Feria de San Isidro agoniza, como agonizaría la Champions League si siguiera organizándose con los criterios del Trofeo Ramón de Carranza. Para salvar la Isidrada, que es salvar a la Fiesta, habría que inorporar elementos del espectáculo propios del siglo veintiúno. Para empezar, el sorteo: una bola con treinta toreros y diez cabezas de serie y otra bola con treinta ganaderías y diez cabezas de serie. Si sale barba, San José, y si no, la Purísima, que ya sabemos que tiene tanta suerte que seguiría siendo la misma.
Ignacio Ruiz Quintano
La Feria de San Isidro agoniza, como agonizaría la Champions League si siguiera organizándose con los criterios del Trofeo Ramón de Carranza. Para salvar la Isidrada, que es salvar a la Fiesta, habría que inorporar elementos del espectáculo propios del siglo veintiúno. Para empezar, el sorteo: una bola con treinta toreros y diez cabezas de serie y otra bola con treinta ganaderías y diez cabezas de serie. Si sale barba, San José, y si no, la Purísima, que ya sabemos que tiene tanta suerte que seguiría siendo la misma.
Ignacio Ruiz Quintano