LEANDRO
Presentose el treintañero Leandro (antes Marcos) en Madrid, y no hubo nada. Ese hombre debería llamarse Picazo: pico, "pierna de carga" atrás, perfil y, a toro pasado, compostura de delineante, porque Leandro, bien mirado, es un Luguillano por lo civil. Elegante Leandro en el ruedo (próximo premio Gabarrón a la elegancia), y en el "7", por vez primera, un Rosco también elegante (crudillo de primavera y esas cosas). Ese Consejo Taurino de Madrid que lidera al movimiento antitaurino en España debería aprender de la elegancia de Leandro y llamar Las Leandras a la funesta Feria de Aniversario.
Ignacio Ruiz Quintano
Presentose el treintañero Leandro (antes Marcos) en Madrid, y no hubo nada. Ese hombre debería llamarse Picazo: pico, "pierna de carga" atrás, perfil y, a toro pasado, compostura de delineante, porque Leandro, bien mirado, es un Luguillano por lo civil. Elegante Leandro en el ruedo (próximo premio Gabarrón a la elegancia), y en el "7", por vez primera, un Rosco también elegante (crudillo de primavera y esas cosas). Ese Consejo Taurino de Madrid que lidera al movimiento antitaurino en España debería aprender de la elegancia de Leandro y llamar Las Leandras a la funesta Feria de Aniversario.
Ignacio Ruiz Quintano