lunes, 10 de abril de 2023

Un aviso a navegantes: el caso de Douglass Mackey


 

Carlos Moliner


El pasado 21 de marzo comenzó en Nueva York el juicio contra el tuitero Ricky Vaughn, cuyo nombre real es Douglass Mackey, economista de 33 años nacido en Waterbury, un pequeño pueblo de Vermont, al que el Huffington Post bautizó en su momento como «el troll nacionalista blanco más influyente de Donald Trump en Twitter», y también como «una figura central en el movimiento supremacista blanco «alt-right» (derecha alternativa)».

Se le acusa de conspirar para difundir información errónea destinada a privar a otros de su derecho de voto, un delito federal por el que se enfrenta a una pena de hasta 10 años de cárcel. «El acusado, Douglass Mackey, intentó robar a la gente su derecho al voto», dijo el fiscal en su alegato inicial.

Los hechos


En los prolegómenos de las elecciones presidenciales de 2016 que enfrentaron a Donald Trump y Hillary Clinton, las redes sociales tuvieron por primera vez un papel protagonista. Alrededor del candidato republicano se creó muy pronto una plataforma de apoyo en redes sociales entre afines a su mensaje, una herramienta de campaña que acabaría contribuyendo de manera significativa a amplificar su mensaje y su figura.

Dentro de los seguidores del futuro presidente, el tuitero Ricky Vaughn, la identidad online de Douglass Mackey, era uno de los más conocidos y celebrados.

En el escrito de la agente del FBI que solicitó la orden de detención en 2021 se le acusa de haber difundido, entre septiembre y noviembre de 2016, una serie de memes (imágenes normalmente acompañadas de texto con intención habitualmente satírica) que daban a entender en falso a los simpatizantes de Hillary Clinton que podían votar por ella a través de un mensaje de texto o publicando una etiqueta en Twitter o Facebook, simulando para ello la apariencia de los auténticos mensajes de campaña de Hillary Clinton.

 

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La influencia electoral de Ricky Vaughn, el seudónimo tuitero de Mackey, que llegaría a acumular hasta 58.000 seguidores, era superior a la de la NBC, la CBS, la sección de Política del NYT, o a la de Stephen Colbert, Jimmy Fallon, Michael Moore o Bill Maher, por citar algunos, según un estudio publicado en febrero de 2016 por el MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts) sobre las cuentas de Twitter más influyentes de cara a las cercanas elecciones presidenciales. En ese listado, la primera posición la ocupaba Donald Trump.

 

Leer en La Gaceta de la Iberosfera