Porta inaugura su puerta en Los Cármenes
Francisco Javier Gómez Izquierdo
Una semana por Andalucía. Era mi primer viaje largo y creo que el de casi todos mis compañeros de curso. Nos llevaban los marianistas al acabar el Bachiller Elemental. Cada vez que paso por Bailén recuerdo aquel verdadero acontecimiento para unos escolares de catorce y quince años que desde Burgos íbamos a cruzar España en busca de la Mezquita y la Alhambra. Como tenía promesa de poner un recuerdo cuando se cumpliera el medio siglo de semejante experiencia, aquí lo dejo.
Abril de 1973. Supongo que llevábamos unos apuntes sobre la ruta. Pudiera ser. Estuvimos en varios hotelillos de Sevilla, Granada y creo que Cáceres ya de vuelta, pero ninguno como el Hotel Zodíaco de la primera noche en Bailén. Del resto no recuerdo los nombres. Era la primera vez que servidor dormía en un hotel, pero a la excitante novedad hubimos de añadir el privilegio de estrenar los aposentos, circunstancia inaugural que recuerdo con sincero regocijo a mi doña cuando cruzamos la provincia de Jaén y asoma el castillo de Baños de la Encina. En aquella época, aún vivía Franco, a los hoteles sólo iban los ricos o eso creía yo. "¡Qué tonto estás!", dice mi chico.
He andado pendiente de este Hotel Zodíaco por si desde que hay que apartarse de la autovía para llegar a él, envejecía mal, lo derribaban o el dueño o dueños lo cambiaba de sitio, pero no. El Zodíaco sigue en pie. Ha tenido las reparaciones, ampliaciones y retoques de rigor, pero ahí sigue con su medio siglo a cuestas. Hace unos meses me desvié y entré al bar a tomar un café. Pregunté por aquel 1973 del que dos jóvenes camareras no saben dar razón. Un señor mayor y otro de mediana edad, sentados ante unos vinos blancos, sí recuerdan cuando echó andar y me dieron unos nombres que no se me han quedado.
El caso es que en estos días se han cumplido 50 años de aquel pimer viaje a las Andalucías que coincidió con la Eurovisión de Mocedades y con otro enriquecedor acontecimiento: un Granada/Las Palmas en el viejo Los Cármenes, al que asistimos un profesor de Murcia que se apellidaba Vaca -"el Vaca" le llamábamos también- y servidor, que pasó con entrada infantil. No recuerdo cómo quedó el partido, creo que 2/0, pero sí a Germán, León y Tonono, aquel defensa con cara de bueno, y del Granada, a Castellanos y Porta, un Pichichi del que no han oído hablar las nuevas generaciones.
Un día que tenga tiempo y antes de que acabe el 23 voy a acercarme al hotel Zodíaco a comer. Me dice José Luis, que es natural de Bailén, que las celebraciones de la familia, las hacen allí.
-Pues, me alegro.
