miércoles, 12 de abril de 2023

La mujer empoderada y el hombre blandengue en el Hollywood actual

El Fary

 

Javier Bilbao

 

Hace poco un amigo me pasó este listado de la base de datos IMDB en torno a las películas donde mayor es la diferencia en el voto según sexo. Entiéndase, no necesariamente las preferidas por hombres y mujeres, sino las que sólo gustan a unos o a otras. En un primer vistazo llama la atención lo mucho que impactó en el público femenino Harry Potter, saga probablemente muy entretenida pero a la que según temo debí llegar con la edad y sexo equivocados (lástima que de lo primero aún no se haya legislado para que uno decida sus años autopercibidos). Y qué decir sobre la inclusión de ese ejercicio de reescritura de la historia llamado Figuras Ocultas, por el que la llegada a la luna no fue un logro de brillantes ingenieros de pasado nazi sino de mujeres negras. Bodrio prescindible. Ahora fijémonos en las preferencias masculinas: ahí están entre otras La cosa, Sin perdón, Hasta que llegó su hora, El submarino, Toro salvaje, Rocky, Casino, Los siete samuráis, La gran evasión. ¡Qué impresionante sucesión de obras maestras! Pero apenas empezaba a regodearme en cierto chovinismo cinematográfico una sombría constatación me heló la sonrisa… las del listado femenino eran todas posteriores al año 2000 salvo 3, mientras que en el masculino ocurría lo mismo pero en sentido opuesto. Dicho de otra forma, el año promedio del estreno de unas era 2004 y el de las segundas 1974.

Uno ya se barruntaba ser un vestigio de otra época, un dinosaurio al que ningún meteorito había dado aún su merecido, y esto sólo venía a ratificarlo. El zeitgeist y el BOE, que en España vienen a ser lo mismo, ya nos mostraban la masculinidad como algo a superar, objeto de burla y de sospecha, un artefacto que debe deconstruirse con la cautela que requiere desmontar una central nuclear soviética pues en su núcleo sólo alberga toxicidad. No es sorprendente que el cine, como arte propio de nuestra época y formidable herramienta de propaganda, haya hecho de todo ello su blasón. Pero a un precio aún más alto que el de una entrada, dado que son la calidad, el talento y el mérito los jirones que han quedado colgando en esa cerca. Veamos a continuación algunos ejemplos y analicemos las causas de la mano de quienes ya llevan un tiempo denunciando esta deriva.  

Ripley y el cambio de roles


A los humanos nos encanta fijarnos unos en otros, ya sea para criticarnos, desearnos o imitarnos, pero no a todo el mundo ni durante todo el tiempo le gusta ser observado. El cine entonces se convirtió en una excelente rendija por la que mirar a los demás con atención sin ser vistos. Para que el truco funcionase, eso sí, se requería que esa representación ficticia de la vida fuera...


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