Upamecano
Francisco Javier Gómez Izquierdo
Resulta demasiado molesto la persistencia en adulterar todo aquello que hacía atractivo al fútbol. Todo suena a sucedáneo, a preservativo, a trampantojo. No sólo es el VAR, las circulares arbitrales, las manos... Es la ropa que llega a la decimotercera equipación con fosforescencias, el balón de colorines, los revolcones de los jugadores como si los hubieran matado en un rocecito en esa funesta equiparación con la personal del baloncesto. Lo que parecía un atractivo Bayern / City lo dinamitó la otrora sensata directiva muniquesa que en un arrebato gilista -de Jesús Gil- se cargó a Nagelsman, al parecer por demasiado extravagante. El caso es que con Nagelsman, Upamecano era un central de aquí te espero y el martes pareció de 2ªRFEF. Rodri marcó un golazo, pero la clave del partido estuvo en Upamecano, más un infiltrado de Guardiola que defensor de Tuchel. No quiere uno quitar méritos a Haaland, De Bruyne o Grealish, pero no me negarán que la influencia del fenomenal central francés fue determinante. Es más, yo creo que su actuación es lo más llamativo de la ida en cuartos.
Que se despida a un entrenador en cuartos de Champions es raro, pero que sean dos, entra en lo paranormal. El Chelsea se presentó en el Bernabéu con Lampard, más pinta de jugador que de entrenador, y conforme se vio en la tele puso a cinco defensas en línea, tres medios técnicos a la par que currelantes y dos tíos arriba a la espera de lo que robara el trío de centrocampistas. El plan no era malo, pero al poco de empezar, Joao Félix se sintió inferior a Militao en un balón que le llegó para poderse lucir, Benzemá hizo lo que sabe, o sea un gol, Sterling se topó con Courtois y luego todo fue un pasar hasta que el Madrid remató como suele. Con la solvencia del gran competidor.
De estos dos partidos saldrá el favorito, en teoría, para ganar la final. El Benfica, al que los exquisitos ya le habían encontrado un "nosequé" en su fútbol, no puede luchar contraeésa maldición de Vela Guttman que no lo abandonará hasta el 2063 como poco. El Inter, beneficiado por la circunstancia, espera al vecino milanés, cosa que no extrañaría, a pesar del favoritismo napolitano.
Servidor desea un duelo Kvaratskhelia-Vinicius o Kvaratskhelia-Haaland, asegurado el anterior en semifinales entre Vinicius y Haaland, enfrentamiento éste al que están tardando los jefes de la UEFA en promocionar como conviene para sus euros. Mbbappé se está quedando fuera de la foto.