Ignacio Ruiz Quintano
Abc
Quince de Septiembre, Día Internacional de la Democracia, palabra fetichista que ha hecho suya la Onu. Cuando la Onu te da un día, es como si tu pueblo te diera un homenaje: significa que estás muerto.
Por culpa de Woodrow Wilson, el presidente que la introdujo como tema de conversación en Europa, donde nunca ha existido, la democracia está tan sobrevalorada como el sexo por culpa de Freud, que lo introdujo como tema de conversación en América. El ministro español Albares celebró el Día con un canto a la censura:
–Hoy, Día la Democracia, nos reafirmamos en la defensa de nuestras democracias, trabajando con nuestros socios en el mundo contra amenazas como la desinformación, polarización y el extremismo –tuiteó nuestro canciller más inepto desde el marqués de Labrador.
¿Cuáles son “nuestras democracias” y dónde se encuentran? En un debate con sir Alfred J. Ayer, el filósofo noruego Arne Næss reconoció haber publicado “más de trescientas definiciones diferentes de democracia con el fin de socavar las bases de los políticos”:
–Los soviéticos se dicen la democracia real, y se retrotraen a Platón y Aristóteles, pero los británicos contestan que la democracia real es otra cosa, y se retrotraen a otros autores del mundo griego. Todos tienen un pez gordo detrás.
Échenle, pues, un galgo a Albares, el amigo de Blinken (“Mi amigo Tony”), cuyo enloquecido imperio ha conmemorado el Día de la Democracia con otra perdigonada (la segunda en dos meses) al candidato opuesto a un Gobierno que no se sabe en qué manos está, aunque todos miran a Obama. El FBI justifica la escasa protección de Trump con la excusa de que “no es el presidente”. Obama tampoco lo es, y sin embargo lleva un ejército de guardaespaldas que ni Eisenhower, pero en calidad, por lo visto, de Nobel de la Paz.
Contra el populismo (“el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo”, lo definió Lincoln), balas y debates amañados. Lo predijo el más listo, Vivek Ramaswamy: “Si Trump derrota a Kamala en el debate, prepárense para que sucedan cosas muy extrañas antes de noviembre”. Y lo explicó el más honrado, RFK Jr, a quien los liberalios acusarán de cobrar en rublos: “JFK pasó mil días en el cargo resistiendo su complejo militar-industrial. Se negó a enviar tropas a Laos. Se negó a involucrarse en una guerra en 1962… en Alemania. Se resistió en Cuba y se negó a enviar tropas de combate a Vietnam. Fue asesinado un mes después de ordenar a todos los asesores militares que abandonaran Vietnam. Mi padre se opuso a esa guerra en 1968 y también murió en esa empresa”.
Luego el glorioso periodismo americano viene a decir que Trump se lo busca por meterse con Haití, que es la triquiñuela de nuestros “pranes” futboleros contra Vinicius.
Con Trump convertido en tiro al pato (“duck”), Broncano, el gagman del sanchismo, ya tiene temática para el “sorpasso” de Estado a Motos, esa piola del “farcismo” que nos pintan.
[Martes, 17 de Septiembre]
