domingo, 8 de junio de 2014

Alegría en Córdoba




Francisco Javier Gómez Izquierdo

       Gritaba el locutor de Sabadell que habían expulsado al portero Nauzet y que Morcillo cabeceaba al larguero. El aficionado, angustioso, miraba al vecino que tenía pinganillo cuando el árbitro pitó el final en Córdoba. Diez segundos y se derramó el júbilo tras noventa minutos de un partido supuestamente de fútbol. Un partido como casi todos los de Segunda División. Infumable, temeroso y mezquino... pero, eso si, emocionante. En la Nueva Cruz Alta, Morcillo, un central que ha fichado el Rayo,  volvía a ser jugador importante y extraña en Córdoba que el rubiasco futbolista al que hace unos años no se le hizo ficha por deficiente lateral izquierdo, haya alcanzado tanta categoría. Así ha sido la Segunda esta temporada. Extraña, incierta y desconcertante. Sin calidad, pero muy emocionante... que al final es la circunstancia que determina el no quedan entradas.
      El último cuarto de hora de El Arcángel fue un no te ataco si no me atacas, por ser grata la paz a blanquiverdes y bermellones, y aunque Recre y Castilla amenazaron  hasta el final, el empate fue bueno a ambos y todo quedó en abrazos y felicidades. Como habíamos previsto se clasifican para el ascenso los postulantes de la penúltima jornada y particularmente prefiero al Murcia que a Spórting y Las Palmas en la primera eliminatoria. Considero que el favorito de los cuatro es el Spórting -29.000 espectadores en El Molinón- por muy poderosas razonas, pero a veces las razones no son suficientes y si a los chicos del Chapi les sigue acompañando la fortuna * del último mes, cualquiera sabe...
     Me alegra mucho el gol de Guzmán Casaseca, al que tanto aprecio, en el minuto 90 en La Victoria, pero me fastidia que haya sido a costa del descenso del Mirandés, uno de los muchos equipos que juega mejor que... el Córdoba, sin ir más lejos. El caso es que se despide una Liga que ha parecido escrita por un  guionista de película de intriga que ha logrado mantener el interés del espectador hasta la última escena.
 
   * Es obligado señalar la inmensa suerte del amo del Córdoba que prometió regalar el abono a los socios si no se jugaba la fase de ascenso. La pasta que está recaudando sin esperarla. Lo baratos y desconocidos que son sus jugadores y la caja que está dispuesto a hacer de medianías infladas por sus tribuletes fieles. ¡¡Así es el fútbol!!