sábado, 21 de junio de 2014

Torcemos por Costa Rica

Francisco Javier Gómez Izquierdo

      Acaba de golear Francia a Suiza con Benzemá, uno de los mejores delanteros del mundo al que en Madrid aún hay visionarios que le niegan capacidades, pero un servidor anda  contrariado por no poder ya disfrutar con Sterling y Sturridge, porque el entrenador Hodgson tiene cosas de caldero viejo, como decía mi abuela Dominica, y toma decisiones de difícil comprensión en mentalidades peninsulares. ¡Cuánto siento la eliminación  de Inglaterra, que a mi no me pareció peor que Italia, a pesar de la derrota! A falta de los dos morenitos ingleses aún sin desbravar, me quedo con Costa Rica y con esa espectacular -entiéndase literalmente dar espectáculo-  pareja que forman el nueve y el diez de los costarricenses: Joel y Bryan para los amigos y Campbell y Ruiz para el canal Gol.
     
A Joel Campbell lo vieron de juvenil espías del Arsenal y lo ficharon inmediatamente, pero como en Inglaterra las autoridades a veces se ponen cabezotas no le concedieron el permiso de trabajo por no tener credenciales suficientes -léase internacionalidades- por lo que Arséne Wegner buscó naciones más permisivas a la hora de admitir jóvenes emigrantes: 2011, al Lorient de Francia, 2012 al Betis de España y 2013/14 al Olimpiakos griego que lleva Míchel. El chico se ha ido haciendo y ya ha aprendido a poner en evidencia a los centrales de dos selecciones campeonas del Mundo. Ayer a Lugano, el instructor de Uruguay, y hoy a ese Chiellini que usurpa el oficio de defensa italiano.
     
Con un fútbol vertiginoso y eléctrico, Costa Rica ya me había ganado en el primer encuentro ante Uruguay, pero además compruebo que sus futbolistas tienen mucha técnica. Sobre todo Bryan Ruiz, que es todo un exquisito y al que recuerdo que hace dos o tres años, cuando empezó el canal Gol, lo sacaban como “a seguir” en el fútbol holandés. No sé en qué equipo, pero aún no estaba en el PSV. Tenía melena de poeta  y a mi se me parecía a un Lucas Lobos canijo y argentino que pasó por el Cádiz hace unos diez años. Bryan Ruiz ha cogido cuerpo y ante Italia se ha consagrado  en un partido histórico para Costa Rica. El entrenador Jorge Pinto puso por testigo a Dios del clamoroso penalty cometido por el cerril Chiellini y que un árbitro chileno no consideró oportuno señalar. Inhibirse ante tanta evidencia encorajinó al entrenador Jorge Pinto que puso por testigo a Dios por afrenta vista desde tantas ventanas y al poco, un cabezazo divino hizo justicia en el marcador. Jorge Pinto señalaba al cielo en el gol, eufórico y agradecido, y los espectadores de todo el mundo menos de Italia adoptamos definitivamente a Costa Rica. Este Mundial va a estar entre Alemania, por calidad y solvencia, y Brasil, por ser vos quien sois, pero un servidor se ha hecho seguidor de Costa Rica, selección a la que ¡vaya por Dios! también le dicen roja.

       Que conste que ya iba madurando cierta querencia hacia los centroamericanos porque mi tierno infante anda estudiando Medicina y no he llegado a entender muy bien su disposición a pasar medio año en hospitales de Costa Rica que le cuenta como uno en Europa para tener más tiempo en la preparación del MIR... Ya digo que no entiendo del todo el asunto, pero he mirado en el Google los parajes y el país parece un paraíso y sus criaturas bendecidas por los dioses. Por cierto, y hablando de Educación, me entero de que el señor Jorge Vestrynge es profesor en la Universidad. Vamos, que le pagamos para que enseñe. Al verle en el televisor histérico, ridículo y jaquetón ante los guardias me pregunto que a dónde vamos a ir a parar. Si este sujeto es profesor, líbranos Señor de sus alumnos.

 ¿Cómo se puede malgastar tan impunemente el erario público?