Altar Isenheim
Ignacio Ruiz Quintano
Abc
El semanario alemán “Der Spiegel” pinta en su portada a Trump haciéndole un Isis (rebanado de pescuezo) a la Estatua de la Libertad.
Hughes cree (bien) que Europa ve en esa Estatua un símbolo migratorio (una Estatua de la Igualdad), y Trump la decapita. Más ácida, Ann Coulter tuiteó que, viniendo de Alemania, podían haber recurrido a un horno crematorio. La caricatura, en fin, tiene la misma “gracia” que las de Fips en “Der Stürmer”.
–Un órgano de información –aclara Jean-François Revel– es un periódico en que la opinión resulta del análisis de las informaciones. Un periódico militante es aquél en que la opinión precede y orienta la información, practica su elección y regula la imaginación.
“Der Spiegel” es, desde luego, un órgano militante: con el “movimiento pacifista” contra la Otan; con el general Jaruzelski contra el sindicato Solidaridad; y así.
En el número del 8 de febrero de 1993 del “Spiegel” publicó Botho Strauss “El canto creciente del macho cabrío”.
“Fascistoide”, “reaccionario”, “oscuro”, “sacerdotal”…, respondió el coro de la vieja izquierda “con calefacción central” que siempre habla por el lector, ese lector “a quien le gusta leer de un modo fluido y, preferiblemente, aquello que él ya había pensado siempre”.
–Habrá guerra –dice B. Strauss, arremetiendo contra los “tiempos de charlatanería” y la “subversiva cursilería sentimental”.
En su trágico monólogo susurrado B. Strauss va a la guerra “por lo nuestro”: la “Pasión según San Mateo”, el Altar Isenheim y el “Diván de Occidente y Oriente”. Sabe que los intelectuales son amables con el extranjero no por amor al extranjero, sino porque están furiosos “contra lo nuestro” y acogen gustosos todo aquello que lo destruye.
–La dignidad de la gitana mendiga la capto a primera vista. La dignidad de mi deformado compatriota, con sus diversiones estruendosas, con todas sus descaradas pretensiones, la he de buscar durante mucho tiempo, quizá en balde.
En España nos hemos quedado en Azúa.