jueves, 5 de noviembre de 2020

Fútbol "fumao"

Los unos...

... y el otro (Bayern de Múnich)

 

Francisco Javier Gómez Izquierdo
 
         Después de darme de merienda una rebanada de pan de hogaza con vino y azúcar, mi abuelo Gerardo me mandaba donde Saturio ("si ves a los guardias te vuelves") a por un cuarterón de tabaco del paquete verde, y si ya había llegado a la hoja roja que con tanto gusto y conocimiento narrara don MIguel Delibes, me decía que también dos librillos.


       Mis dos abuelos, fumadores empedernidos, contaban las fatigas pasadas antes, durante y después de la guerra para engañar el vicio y me hablaban de liar las hojas de “la maíz”, la cáscara de las jaras que en la Demanda llamamos estepas y que parece como la telilla que cubre los cacahuetes pero en basto y de muchas hierbas que no recuerdo. En realidad no fumaban tabaco, pero fumaban y calmaban la “necesidad”. La ansiedad es un invento moderno.


     El fútbol de la peste se me parece al tabaco de mis abuelos. No puedo dejar de verlo, pero no es fútbol. Es un sucedáneo al que le han quitado la emoción, el público y el alma y le han añadido condones, escafandras y colorines chillones en las camisetas. Un mejunje con el que hay que tragar para calmar el síndrome de abstinencia y al que nos iremos acostumbrando como al “caldo de gallina” nuestros abuelos.
     

La liga es un Celtas o un Ideales pero a la Champions la queremos hacer pasar por el “farias” del domingo en los pueblos de Castilla. Una fiesta del fútbol que no nos alegra ni emociona por más que lo queramos disimular. Los clubes con los mejores futbolistas están gastados, revenidos, rancios... El Barça gana con muchos apuros a equipos menores y como anoche, diezmados por el mal que asola el mundo, pero no se puede acarrear agua con una criba y no mojarse los pies y al Barça le cae mucha agua y cualquier día se cala y se hunde el edificio. La Juventus remendó a marchas forzadas ante el Ferencvaros el estropeado traje que presentó ante Koeman y Messi, pero la vieja señora no da para mucho más a pesar del buen tono de los desterrados del Real Madrid, Cristiano y Morata. El Madrid, como la Juventus va dando paletadas de yeso a los boquetes que se le presentan en cada partido. El último ante el Inter lo tapó en un arrebato el niño Rodrygo al que un servidor ve más talento que al veloz Vinicius. No se ve al Madrid equilibrado.  El Atlético quiere ser más vistoso y jugón que lo que marca el estilo de Simeone y miramos al Atleti con gusto por ver con lo que nos sale Joao Félix. A los rojiblancos le fallan sus laterales, un problema novedoso pero permitan que confíe en este Atleti más pinturero de lo acostumbrado. Junto al Liverpool y posiblemente el City creo son los únicos que podrían molestar al Bayern en una hipotética final. Si a doble partido, semifinales, cuartos... el gato al agua se lo lleva el Bayern de Múnich de Flick. “El caso es que ves cómo se coloca en el campo, lo adelantado de su defensa y te parece que se puede contrarrestar con dos Vinicius, pero empieza el partido, te quita el balón en un pispás y por más que lo intentas no llegas a ver la jeta de Neuer de cerca en los 90 minutos”.


    No hay equipo como el Bayern, habano entre cigarrillos, pero habrá que entretener las noches con las hazañas del Sevilla, el Ajax o ese grupo H en el que hasta el Istanbul BB de los eternos Demba Ba y Mehmet Topal, se ha puesto gallito ante el United, PSG y Leipzig. El grupo de la muerte sin duda, en este año pródigo en defunciones.