sábado, 14 de noviembre de 2020

El Glavlit


El teleurista Ricardo Rojas

Ignacio Ruiz Quintano

Abc


    La Censura no puede volver, porque nunca se fue. Aquí pasamos de la opinión única de la dictadura a la opinión unánime del consenso. De la ley a la ley.


    Lo que vuelve es la Herejía, que ahora se llama Desinformación y afecta al mundo entero. En la noche electoral Twitter y algunas televisiones americanas silenciaron al presidente de los Estados Unidos por “desinformador”, es decir, por hereje, en la nueva nomenclatura. Trump, que aumentaba su voto entre los pobres, iba ganando a Biden, que entonces empezó a aumentar su voto (por correo) entre los muertos, y el Gran Inquisidor de Dostoyevski tuvo que volar de Sevilla a Washington para poner orden.
    

La Nueva Censura es la Inquisición sin lactosa, y así la establece el BOE, que también ha prohibido el español en España, con lo cual quien quiera pecar o delinquir habrá de hacerlo por señas del mus. Ocurre que nuestros comunistas abrevan en el peronismo de Ernesto Laclau, que es el “telurismo” de Ricardo Rojas pasado por el cholismo a lo Simeone.
    

Cuando aprendimos un idioma imperial, caímos en la servidumbre. Cuando lo desaprendamos, seremos otra vez libres.
    

Contra el español, “lengua del imperio”, se dirige el Glavlit de Sánchez, que tiene menos oposición que Stalin. Dombrovski recuerda que en el encuentro con los escritores en casa de Gorki un viejo idiota abordó al dictador: “El Glavlit y sus redactores son demasiado duros, camarada Stalin. Por ejemplo, usted, Iósif Vissariónovich, tiene la cara picada de viruelas, pero nos prohíben mencionarlo”.
    

Yo, más que contra el Glavlit, estoy a favor de la Censura Previa: si un periodista escribe un artículo contra el gobierno, lo práctico es que la censura se lo borre, en vez de dejar que se publique y que, al día siguiente, el autor reciba la factura. Tanto progreso, y hemos acabado en la Constantinopla de Julio Camba, donde los Jóvenes Turcos concedieron la libertad de prensa, pero a condición de no usar de ella. El Ministerio de la Verdad es una petición centrista de hace tres años.

[Sábado, 7 de Noviembre]