To Be or Not to Be
Ignacio Ruiz Quintano
Abc
Cuando creíamos que ya no quedaba más orgullo que el gay, sale Garicano, el Fabián Estapé de Ciudadanos (la facción estatal del oportunismo centrista) y lanza un cohete cuya varilla cae a los pies de Twitter:
–Alucinante, qué orgullo. ¡Macron recita de memoria el diálogo inicial de El Misántropo de Molière!
Se ve que Garicano, igual que Valls (¡otro español!), suspira con ser el Dubois de Alceste, pero el alarde molieresco de Macron sólo va en elogio de su colegio de pago, donde, en vez de a Elvira Lindo, enseñaban a Molière. En mi escuela, con lo que quedaba del bachillerato de Sainz Rodríguez, nos enseñaban el “Romance de la loba parda”, pero sin pensar que memorizarlo valiera la presidencia de una República.
Gracias a su colegio de pago, Macron se sabe a Molière como Rivera, gracias al hilo musical de su piscina, se sabe a Sabina.
–…que ser valiente no salga tan caro / y que ser cobarde no valga la pena… –declamaba Rivera con voz de odre, como si declamara a Calderón, en el teatro Goya.
Metidos en ambiente molieresco (“Les précieuses ridicules” es una comedia centrista), si en Ciudadanos se animan con Sabina, lo normal es que luego se atrevan con Shakespeare, y ahí los tenemos ahora desenterrando a Franco a lo Joe Pesci (ya veo a Toni Roldán, el homeópata) en “Casino” para montar con la calavera el monólogo de Hamlet, ese “To be, or not to be” del Centro en el Estado de Partidos, sólo que en vez de con Rivera, con Girauta, que se ajusta más al dramatismo castizo de un Pepe Calvo (el ciego de “Viridiana”).
El centrismo es incongruencia, y nada tan incongruente que, al decir de don Luis Astrana Marín, el monólogo de Hamlet, que habla de “esa ignorada región cuyos confines no vuelve a traspasar viajero alguno”, y lo dice después de haber conversado… ¡con la Sombra de su padre!
–¡Faltan cabezas! –era la eterna queja del Conde-Duque al Rey.
Bueno, pues con la de Franco, ahora que Rivera se ve de Macron, pero sin Briggite, en Ciudadanos ya tienen una.