La Correspondencia Militar
4 de junio de 1921
CATALUÑA
La tragedia de la miseria. Una madre intenta envenenar a sus hijos
Barcelona.- Desde hace seis años residen en una casa de la calle de Balmes, de Barcelona, Enrique Forteza y su esposa, María T., con tres hijos, de trece, once y ocho años, respectivamente. Poco afortunado el señor Forteza en sus asuntos, para sostener a la familia tuvo que dedicarse a “chauffeur”, guiando, al efecto, un automóvil de parada fija, profesión que tampoco le daba lo suficiente para sostener el gasto de la casa.
El señor Forteza intentó vender, repetidas veces, para comer, los muebles del salón y ayer, cuando salió de su casa para gestionar la venta, su esposa se dirigió a una farmacia próxima, donde compró varias pastillas de sublimado corrosivo, a fin de suicidarse, después de envenenar a sus tres hijos, para dejar en libertad a su esposo y aminorar su situación crítica. Poco después llegaron los niños del colegio, entregándoles su madre varias pastillas a cada uno; pero enterada una sirviente que tenían, se las quitó arrojándolas al patio.
Como del hecho se dio cuenta a las autoridades, la pobre mujer fue conducida a los calabozos del palacio de Justicia.