Que trague el otro jumento
por doncella una sirena,
más catada que colmena,
más probada que argumento;
que llame estrecho aposento
donde se entró de rondón,
¡chitón!
Que el letrado venga a ser
rico con su mujer bella,
más por buen parecer della
que por su buen parecer;
y que por bien parecer
traiga barba de cabrón,
¡chitón!
Que pida una y otra vez,
fingiendo virgen el alma
la tierra doncella, palma,
y es dátil su doncellez;
y que lo apruebe el juez
por la sangre de un pichón,
¡chitón!
Mujer hay en el lugar
que a mil coches, por gozallos,
echará cuatro caballos,
que los sabe bien echar;
yo sé quién manda salar
su coche como jamón
¡chitón!
Francisco de Quevedo