miércoles, 12 de agosto de 2009

EPIGRAMAS DEL CUERNO

Por entrar de centinela

el buen soldado Fernando, se despedía trinando

de su querida Manuela.

Y ella replicaba al tonto:

-No tengas por mí duelo,

que, al fin, me queda el consuelo

de que "te relevan" pronto.


V. Martínez