Ignacio Ruiz Quintano
Abc
Mas, esa especie de Roncero del separatismo catalán, hizo una ouija y le salieron “elecciones plebiscitarias” (?) para septiembre.
¿Y “Madrit”?
–Demasiadas elecciones –ha dicho Rajoy en el Olimpo, con sospechas que levantan el vuelo como palomas despavoridas.
Todo es confusión, que viene de nuestra manía de confundir votaciones (menú) con elecciones (carta).
Con las
“elecciones plebiscitarias” de Mas, Cataluña habrá votado tres veces en
cinco años, que es, curiosamente, el mismo número de elecciones que, con
arreglo al Código, deja a los españoles (que todavía no han elegido
nada) el separatismo catalán.
Una:
elección de los artículos 544 (“Son reos de sedición los que, sin estar
comprendidos en el delito de rebelión, se alcen pública y
tumultuariamente para impedir, por la fuerza o fuera de las vías
legales, la aplicación de las Leyes o a cualquier autoridad, corporación
oficial o funcionario público, el legítimo ejercicio de sus funciones o
el cumplimiento de sus acuerdos, o de las resoluciones administrativas o
judiciales.”) y 545 (“Los que hubieren inducido, sostenido o dirigido
la sedición o aparecieren en ella como sus principales autores, serán
castigados con la pena de prisión de ocho a diez años, y con la de diez a
quince años, si fueran personas constituidas en autoridad. En ambos
casos se impondrá, además, la inhabilitación absoluta por el mismo
tiempo”).
Dos:
elección del artículo 408 (“La autoridad o funcionario que, faltando a
la obligación de su cargo, dejare intencionadamente de promover la
persecución de los delitos de que tenga noticia o de sus responsables,
incurrirá en la pena de inhabilitación especial para empleo o cargo
público por tiempo de seis meses a dos años”).
Y tres: derogación del Código, y no se hable más.
La ley es
una secreción natural del alma española. Tenemos más leyes que
botellines de mahou, y como no se cumple ninguna, mejor sería tirarlas y
dejar el hueco para los botellines.
[Publicado en Enero de 2015]