Jean Juan Palette Cazajús
Intento de soneto al estilo que de la Italia nos trajo Juan Boscán Almogávar. Trató de enfrentarse, la bien conocida torpeza del autor, a la perruna lidia del endiablado endecasílabo: sin acento en la sílaba sexta, no se carga la suerte en la faena sonetil. Lidia que bien parangonarse pudiera con la de los recientes “Victorinos”, tan ponderados en mentideros, plazuelas y corralejas desta vecindad.
Soneto de homenaje y desagravio a la nueva y gentil dama arenera que con simpar gallardía, brinda ahora los servicios de su rastrillo ˗que rastrero no dije˗ en el lugar conocido como Las Ventas del Espíritu Santo, próximas al río Abroñigal y donde correrse suelen los toros en esta corte.
Para desdoro y escarnio de los malandrines, belitres y tunantes que, amparados en aquel patio de Monipodio también conocido como la Andanada del 9, refugio de todos los bergantes y manantial de carne de galeotes, a diario y ruinmente la zahirieron durante las pasadas Fiestas de cañas, yintónics y Toros.
Compúsose en esta Villa y Corte, a cinco del mes de junio de MMXXIII, Anno Domini, reinando SM Don Felipe Sexto QDG. (Tanto Monta, Monta Tanto nuestra rendida pleitesía como la también tributada a la República Francesa).
SONETO
Sagrado redondel, coso venteño.
Para limpiar la sangre de la fiera,
Nos han traído muy linda arenera
Que de los machirulos, tuerce el ceño.
Gran desazón la niña les genera,
Piensan que debe estar en la cocina.
En la Andanada Nueve es tal la inquina,
Que compiten a ver quién más la hiera.
Lentos tornan los hombres a barrera,
Lerdos, bueyunos, sin pizca de gracia,
Ella como un gorrión, trisca ligera.
¡Eres del patriarcado y su falacia
Burla tan femenil, linda arenera!
Hija gentil de nuestra democracia.