Abc
Con la ola de calor, en Madrid hablamos de las cosas del Norte como lo hacían los gitanos de “las cosas de Egipto”.
Total, que la ola de calor nos lleva a echarnos otra vez al Norte, que es nuestro monte.
Por las mugas del Norte ha desaparecido Ternera, que empieza a ser un personaje imaginario, entre Lute en fuga y Bin Laden encuevado.
En "Los últimos días de Bin Laden" sale un video doméstico del personaje (sentado en el suelo, envuelto en una manta, mirando la TV) que parece, antes que un asesino de masas, el abuelo de Majalrrayo esperando la llegada de los “seals” para decirles aquello de “y el Madrid, qué, ¿otra vez campeón de Europa?”
Quien sí está localizable es Otegui, cuyo nombre se pasea por el tuiteo de la mano del de Mandela. “Desde Sudáfrica, Nelson Mandela Bay, #freeOtegi”. Y así.
Es lo que tiene vivir donde la confusión (shakesperiana) ha hecho su obra maestra.
El hispanista John Carlin se firma biógrafo de Mandela y esta circunstancia no le impidió tuitear el día de las elecciones vascas un bonito “aurresku” por la paz:
–Elecciones en paz en país vasco y persona más responsable que nadie para que así sea en la cárcel, por violento. Qué país...qué vergüenza...
Otegui, que ya entonces baladeaba desde su celda el romance del prisionero (“yo, triste, cuitado, / que vivo en esta prisión; / que ni sé cuándo es de día / ni cuándo las noches son, sino por una avecilla / que me cantaba el albor”), hizo la gran promesa:
–La izquierda alcanzará el gobierno vasco primero y construirá el Estado socialista después.
Otegui es como otro Bansky sin pasamontañas grafiteando pensamientos (cero) en el titanio del Guggenheim.
Los “carlines” hablan de Otegui como si fuera Mandela y del Papa argentino como si fuera Guardiola.
Los “carlines” han perdido el norte y nos miran con cara de reproche, que es su manera de preguntarnos cómo nos vamos de vacaciones (al Norte) habiendo niños que se mueren de hambre (en el sur).
Agosto, 2013