DESGANA DE FUTURO
-Hay una extraña desgana de futuro. A los hijos, que son el futuro, se los ve como una amenaza para el presente; se piensa que nos quitan algo de nuestra vida. No se los percibe como una esperanza, sino como un límite del presente. Se impone una comparación con el Imperio Romano en su ocaso, que seguía funcionando como gran marco histórico cuando en realidad vivía ya de los que habrían de disolverlo, pues ya no tenía en sí ninguna energía vital.
EUROPA / JOSEPH RATZINGER, BENEDICTO XVI
Ignacio Ruiz Quintano
-Hay una extraña desgana de futuro. A los hijos, que son el futuro, se los ve como una amenaza para el presente; se piensa que nos quitan algo de nuestra vida. No se los percibe como una esperanza, sino como un límite del presente. Se impone una comparación con el Imperio Romano en su ocaso, que seguía funcionando como gran marco histórico cuando en realidad vivía ya de los que habrían de disolverlo, pues ya no tenía en sí ninguna energía vital.
EUROPA / JOSEPH RATZINGER, BENEDICTO XVI
Ignacio Ruiz Quintano