Con todos los toques hacia afuera (con lo que eso significa),
Jotaté en Ciudad Real
(Foto Burladero)
Jotaté en Ciudad Real
(Foto Burladero)
José Ramón Márquez
Este hombre puede con todo. Ha podido con los hígados de las ocas, con las vísceras de las aves, con una mujer que parió ayer mismo un aborto de dos cabezas, con los estornudos mañaneros, con la corneja en la siniestra, ha podido con todos los augurios y en su firme voluntad divina de decidir sobre su propia suerte, se ve que ha decidido no salir a hombros tampoco hoy en Ciudad Real, igual que hizo en Valencia, lo mismo que en Huelva, como en Bayona y en Gijón.
El día en que David Mora se enfrenta como un tío, y triunfa como un torero, en San Sebastián, con una corrida de toros de José Escolar para dejar claro que el toreo se hace con toros, el diosecillo de pedernal, el chisgarabís eucarístico, el Comandante del Puesto de Galapagar, todo serio el parto de los montes, no tuvo otra ocurrencia que anunciarse en su festivalillo de esta semana con unas birrias, deplorables novillotes, norit de Torreherberos y Torrehandilla en la Monumental de Ciudad Real. Bueno, pues ni por ésas le salió el dibujillo, que ni con el tontibobo ni con el bobitonto fue capaz el hombre de mostrarse en plenitud, o al menos de sacar pecho ante sus fans y darles aunque sea una pequeña alegría.
Lo único que ya le piden sus hooligans, los harekrisnas del tomaseo, la prensa adicta, los del prestigioso Premio Paquiro, los que le han montado esta malhadada feria de Abril, es que triunfe ya de una maldita vez, que eso en su idioma significa que corte las orejas como sea, para poder ensalzarle como se debe, para preparar la procesión laica en loor del ciprés de piedra berroqueña camino de la puerta grande y tundir al mundo con los cuentos de que éste es único y que después de él, la nada. El, sin embargo, se mantiene erre que erre en lo que tiene todas las características de ser una supina impotencia, sin dar ni media opción de alegría a toda esa barahúnda de conversos que le sigue fervorosamente. Quizás perciba cómo se van cayendo alrededor todos los palos de este sombrajo tan bien armado en el que, precisamente, lo que está fallando es la viga maestra que lo sostiene. Hoy, por quinta vez en cinco corridas, la puerta grande fue para otro, un torero de carne y hueso sin más ni más, otro blasfemo al que ningunear.
Hoy en la V JTM (Jornada Tomasera Mundial) el líder carismático ha vuelto a hacer un pan como unas tortas, dejando a sus seguidores con la certeza firme, con la triste desolación de comprobar que hoy tampoco han tenido la dicha de asistir a una jornada única, histórica e irrepetible, lo cual aumenta las dudas entre los seguidores de que este hombre sea realmente lo que por ahí dicen de él. La cita con el toreo de verdad estaba hoy a seiscientos cincuenta y nueve kilómetros de Ciudad Real.