Tarde de pilaricos en Bilbao, con El Cid, Castella y Manzanares, a ochenta euros la broma en una fila 4. Entre dos tercios y tres cuartos de entrada. Unos dos tercios de mujeres. Gentes que habían ido a la plaza para ver torear a Manzanares, apoteosis de la tauromaquia cultural de este momento (patrás, pafuera y de abajo-arriba), y el que toreó fue El Cid, aunque hiciera el toreo moderno exigido por el sistema para estar en el circuito. Gentes que pidieron orejas para todos y por todo, aunque Matías, el presidente, mantiene como puede el tipo. A Manzanares le echaron un sobrero que fue el zambombo de la tarde: Portillo, colorado, de 683 kilos, que se divirtió con los caballos de El Bocho, febles como las acreditadas nancys futboleras de Guardiola. El record de la plaza, según la versión de David Saugar Pirri, lo tiene César Rincón, con un toro de 698 kilos que tapaba completamente al torero.
domingo, 28 de agosto de 2011
Plaza orejera, Bilbao
Tarde de pilaricos en Bilbao, con El Cid, Castella y Manzanares, a ochenta euros la broma en una fila 4. Entre dos tercios y tres cuartos de entrada. Unos dos tercios de mujeres. Gentes que habían ido a la plaza para ver torear a Manzanares, apoteosis de la tauromaquia cultural de este momento (patrás, pafuera y de abajo-arriba), y el que toreó fue El Cid, aunque hiciera el toreo moderno exigido por el sistema para estar en el circuito. Gentes que pidieron orejas para todos y por todo, aunque Matías, el presidente, mantiene como puede el tipo. A Manzanares le echaron un sobrero que fue el zambombo de la tarde: Portillo, colorado, de 683 kilos, que se divirtió con los caballos de El Bocho, febles como las acreditadas nancys futboleras de Guardiola. El record de la plaza, según la versión de David Saugar Pirri, lo tiene César Rincón, con un toro de 698 kilos que tapaba completamente al torero.