viernes, 26 de agosto de 2011

Sabina se apunta a Rubalcaba

La leva electoral de Rubalcaba

CINCO CERO


Ignacio Ruiz Quintano
Abc

Cuando al sobrino de Tony Soprano le dispararon y estuvo un rato muerto, salió del túnel diciendo que había visto el infierno, y que era como un pub irlandés donde siempre es San Patricio. Tremenda es la impresión que en los progres ha dejado la movilización de Benedicto XVI. En la barricada de los indignados profesionales, se tiene la sensación de haber recibido un 5-0. La expresión es de Sabina, el poeta social, que dice tener miedo a los veinteañeros del Papa, porque le recuerdan los guantazos de los salesianos en Úbeda... Hombre, Sabina. Para guantazo, el que tú le arreaste al pobre Mendiluce, porque se salía de tu fila electoral en el Círculo de Bellas Artes. ¿Qué guantazos te ibas a llevar tú en los salesianos, si eras el chico del policía? Si acaso, los que te repartieran los compañeros, que te tendrían por membrillo. Y cuando a uno no lo “ajuntan” para jugar al fútbol, hace versos. El infierno es una quechua en Sol donde siempre canta (carraspea) Sabina, el sonetista de los pobres. Total, que a Sabina le da miedo el nacionalcatolicismo y sólo ve una escapada, Rubalcaba, “la mejor cabeza del socialismo”, que aquí se ve cómo la cabra tira al monte, y el progre, al policía. Rubalcaba es un tipo que no dice una verdad porque se le infecta, y en esto radica la fascinación que ejerce en el izquierdismo sabiniano. Lo que pasa es que, en tanto que cerebro del zapaterismo, ha arruinado al país de tal manera que no tiene futuro bueno, y para cerrar las listas electorales va a tener que hacer como aquel capitán del Ejército de Flandes que para completar las levas encerraba en una bodega madrileña a los perroflautas de la época y, hasta que no firmaban, no los soltaba...

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