Francisco Javier Gómez Izquierdo
Un señor de 90 años, vecino mío que lee todo lo que se escribe de Finito de Córdoba y que va todos los domingos a Misa, me ha parado esta noche al bajar la basura después del 3-0 del Villarreral, porque hace muchos días que me echa en falta.
-¿Ha visto usted a los gamberros de Madrid que han insultado al Papa?
Mi vecino trata a todo el mundo de usted y compra todos los días el Córdoba, el Marca y el ABC. Mi vecino empieza a hablarte y ya no para.
-Mire usted si hay días para protestar contra la Iglesia. A todas esas cochinotas que se han desnudado al paso del Papa las quiero ver el Jueves Santo en Sevilla a la salida de la Macarena, y a los que llamaban nazis y pederastas a los chicos que rezaban, los espero exigiendo la factura del coste de la Guardia Municipal al Hermano Mayor del Cristo de los Gitanos que sacan los legionarios. Nada más que se pongan a berrear, no va a ser necesario que los legionarios les expliquen las cuatro normas de educación que todos debemos saber. Ya lo hará el público. No van a bajar a Andalucía y ¿sabe usted porqué? Porque son muy cobardes. Se atreven contra los que no les van responder. ¿Usted sabe que cuando se murió Manolete todas las mujeres de Santa Marina se pusieron de luto? Las solteras y las casadas... y es que da mucho gusto ver a la gente que respeta. A esos tiparracos los cogía y los ponía de Ministros. Llamaba a los de la tele y obligaba a que los siguieran a todas partes con una cámara para que los españoles viésemos como razonan. Aquí en Córdoba hay cobardicas de estos camuflados que han vivido con un buen sueldo de concejales y para demostrar su anticlericalismo y presumir ante los ligues se atrevían a colocar señales esclarecedoras. Concejales incapaces de sacar el Bachiller y que pedían tabaco a los 18 años pegando carteles de “La Pasionaria”. Sin saber localizar el mar Cántabrico en un mapa se fueron colocando en el partido hasta llegar a vivir holgadamente de las arcas municipales. Subidos al machito, hasta presidían las procesiones de Semana Santa, y es que a un anticlerical de estos le pones sueldo de un Ministerio y se olvida hasta de su madre.
Doy las buenas noches a mi vecino y le digo hasta mañana.
Un señor de 90 años, vecino mío que lee todo lo que se escribe de Finito de Córdoba y que va todos los domingos a Misa, me ha parado esta noche al bajar la basura después del 3-0 del Villarreral, porque hace muchos días que me echa en falta.
-¿Ha visto usted a los gamberros de Madrid que han insultado al Papa?
Mi vecino trata a todo el mundo de usted y compra todos los días el Córdoba, el Marca y el ABC. Mi vecino empieza a hablarte y ya no para.
-Mire usted si hay días para protestar contra la Iglesia. A todas esas cochinotas que se han desnudado al paso del Papa las quiero ver el Jueves Santo en Sevilla a la salida de la Macarena, y a los que llamaban nazis y pederastas a los chicos que rezaban, los espero exigiendo la factura del coste de la Guardia Municipal al Hermano Mayor del Cristo de los Gitanos que sacan los legionarios. Nada más que se pongan a berrear, no va a ser necesario que los legionarios les expliquen las cuatro normas de educación que todos debemos saber. Ya lo hará el público. No van a bajar a Andalucía y ¿sabe usted porqué? Porque son muy cobardes. Se atreven contra los que no les van responder. ¿Usted sabe que cuando se murió Manolete todas las mujeres de Santa Marina se pusieron de luto? Las solteras y las casadas... y es que da mucho gusto ver a la gente que respeta. A esos tiparracos los cogía y los ponía de Ministros. Llamaba a los de la tele y obligaba a que los siguieran a todas partes con una cámara para que los españoles viésemos como razonan. Aquí en Córdoba hay cobardicas de estos camuflados que han vivido con un buen sueldo de concejales y para demostrar su anticlericalismo y presumir ante los ligues se atrevían a colocar señales esclarecedoras. Concejales incapaces de sacar el Bachiller y que pedían tabaco a los 18 años pegando carteles de “La Pasionaria”. Sin saber localizar el mar Cántabrico en un mapa se fueron colocando en el partido hasta llegar a vivir holgadamente de las arcas municipales. Subidos al machito, hasta presidían las procesiones de Semana Santa, y es que a un anticlerical de estos le pones sueldo de un Ministerio y se olvida hasta de su madre.
Doy las buenas noches a mi vecino y le digo hasta mañana.