Se torea como se es, y Manuel Jesús Cid, El Cid, es un hombre fuera de serie. Por lo que aquí se le quiere como persona y se le admira como torero, vaya este farol, tan suyo, contra el mal bajío de este 2009, deseándole la más rápida y feliz recuperación.
EL FAROL
¿Quién sabe por qué el farol
brota en la cima del vuelo,
por qué se enciende ese sol
de locura y cerebelo?
Gira el torero a la inversa
de sus brazos: gloria tersa
de una seda de amapola.
Que sea lo que Dios diga,
y el huracán por la espiga.
Flor de la furia española.
Gerardo Diego
(Imagen publicada en http://el-cid.es/portal/2/)