sábado, 11 de julio de 2009

EL CRIMEN DEL DÍA...

...4 de Noviembre de 1837




Ha tres noches que fue bárbaramente asesinado un panadero de Alcalá en la puerta de la Parroquia de S. Nicolás. Parece que fue por robarlo, y que el matador lo vino siguiendo desde la Plaza de la Encarnación. Sabemos de positivo por una persona que presenció este detestable hecho, que el asesino fue cogido por un voluntario Nacional, y que mostrándose aquel sumamente tranquilo y negando el hecho, le puso en libertad el aprehensor; poco tiempo después el infeliz moribundo abrió los ojos por última vez, y con sus ademanes y palabras señaló su verdugo, que huyó precipitadamente sin que nadie pudiese alcanzarlo.
A las autoridades toca velar y cuidar que no se repitan estos hechos, perseguir por todos los medios posibles á estos malvados y castigarlos inmediatamente; pues como ya hemos dicho y no cesaremos de repetir, el castigo debe seguir inmediatamente al delito, para que la idea del crimen vaya siempre unida á la del castigo. Ahora que llega la estación que favorece los robos, es necesario tomar medidas eficaces y hacer terribles ejemplares: la inutilidad de nuestros serenos es conocida de todos; alabamos sobremanera el celo de la junta parroquial de S. Bartolomé que hace un año abrió una suscripción entre todos los vecinos, de uno a dos rs. vn.: con ella se mantienen desde la oración hasta el amanecer tres hombres honrados que cuidan y celan todo el barrio, evitando por este medio se cometa en él ningun robo; y si esto se hace en uno tan pequeño, ¿qué no podria hacerse en el del Sagrario, S. Vicente etc., barrios de suyo grandes, y donde habitan las clases más acomodadas de la población? Con un corto sacrificio podrian mantenerse en cada uno 20 ó más vecinos honrados que velasen desde las oraciones, y evitarían se reprodujesen estos asesinatos.
(Sevillano)