domingo, 31 de agosto de 2025

Hughes. Real Madrid, 2-Real Mallorca, 1. Cogiendo los automatismos

Hughes

Pura Golosina Deportiva


 
Una cosa extraña de los ya de por sí extraños arbitrajes que recibe el Madrid es que muchos suceden en casa. A medida que el estadio crece y crece, se moderniza y evoluciona como algo sin igual, se convierte, a la vez, en "vulnerable". Los conciertos de pito son antológicos. No ha dejado de haber conciertos en el Bernabéu...

No sé si la jornada 3 es momento para empezar con Negreira y la putrefacción del fútbol español. Quizás sea otra cosa: una mezcla también de estupidez, de despropósito.


Como casi todo, tiene un efecto desmoralizante que, en mi caso, afecta a los goles o no-goles de Mbappé. Es como joderle el step back a Doncic.

Acababa de empezar el partido y Trent Alexander-Arnold (TAA) metió un pase alucinante a Mbappé. Un pase de los suyos, desde el lateral. No la clásica banana sino algo con forma de bastón o cayado, un pase casi recto que supera el mediocampo y se curva luego para dejar al delantero ante el portero. Nótese la genialidad: superar dos líneas en un único pase.

Era el mejor TAA del Liverpool y le seguía el mejor Mbappé con otro desmarque, control y remate a la máxima velocidad.

Le venía el gol mejor al lateral que al delantero porque hay cierta incomprensión de TAA, y era un gol extraordinario, joya de la Liga, expresión del último florentinismo porque participaban un ex del Liverpool y otro del PSG, jugadores que por la vía de la "espera" llegaban al Madrid y a la Liga.

Sin embargo, el gol se anuló por un fuera de juego literalmente traído por los pelos con una de esas pobres evidencias gráficas llamadas "líneas del VAR". Lo peor era que nada más entrar la pelota en la portería se tenía la sensación de que sería anulado. Esos goles en línea, en el alambre, que son la mejor expresión de un delantero, y de Mbappé reconvertido a nueve puro, tienen mal futuro en esta Liga. Todos sabemos que será sometido a un proceso de revisión escrupuloso donde una fibra sintética de la camiseta podrá ser suficiente.

Así, la mejor acción del mejor jugador de la Liga queda limitada.

Luego se anularon dos goles más y el de Güler añadió algo especial. Refresco o novedad jurisprudencial. El jugador se "enmanca", encoge la mano, la pega al cuerpo, la deja tonta y sin embargo se le señala una mano que llamaron "inmediata". El estropicio arbitral va acompañado cada año por una mano de autor, una nueva complicación interpretativa, de modo que los goles se anulan por milímetros de revisión discrecional o por jurisprudencias incomprensibles.

El partido estuvo marcado por estos goles anulados, aunque no fueran decisivos. Tras el de Güler, por ejemplo, el Madrid decayó en su juego.

Fue de nuevo la primera parte mejor que la segunda. El Madrid intentó su presión alta y en ocasiones el Mallorca la superó en con facilidad, asomando el triste taparrabos del 4-2-4. La largura, la partición. Se desventaba y desdibujaba el Madrid y marcaba Muriqi de córner.

El Madrid de Alonso tiene más dinamismo, más ritmo, más pulsaciones y actitud pero en algún momento cayó en el ancelottismo, lagunas de lo-mismo (el chicle lo heredó Chendo), como si el Madrid, el juego del Madrid, tuviera constancias que sobreviven a los entrenadores. Una de ellas es jugar mejor al contragolpe. El Madrid brillaba cuando podía salir a la carrera. Tiene algo de mourinhismo lo de Alonso, con Güler de Ozil y Mastantuono de Di María, un Tchouameni a lo Khedira y un nuevo compromiso de presión y energía.

Mastantuono estuvo algo tímido. No superó por fuera, pero sus movimientos interiores aclaraban a TAA y hasta a Valverde. Pese a no acertar, su juego, su simple estar ilusiona. Presiona y corre como un veterano y sus diagonales no son las simples diagonales; busca el apoyo, busca seguirlas, columbra una construcción, una jugada y se pretende dueño de lo que vaya sucediendo. En el gol de Gúler, el empate, él llegaba al remate justo detrás.

Celebró Xabi Alonso el 1-1. Cada vez que marca el Madrid estamos reviviendo la celebración del gol de la Décima (hoy que se anuncia el single 'Cibeles' de Sergio Ramos).

Vinieron unos buenos minutos del Madrid. Se reanimó la presión, apareció Güler, más arriba y algo ausente, y volvió Vinicius. Marcó tras prepararse bien el tiro ajustado. Como la acción se demoró en un individualismo inevitable, la sensación es que ya había alguno murmurando o con el silbido presto cuando entraba la pelota.

Vini luego robó un balón en otro gol anulado a Mbappé. La presión arriba no puede ser constante, son sirocos, arrebatos, razzias, pero conste que Vinicius estuvo en ello.

El debate de Vinicius me recuerda al de la Hispanidad. Sandwich de mainstream con un radicalismo que llegó a hablar de su raza y argumentos varios, algunos ciertos, pero desenfocados para hacer más mal que bien. A Vinicius se le tomó la matrícula estando en plenitud, no lo olvidemos.

En la segunda parte se vio algo más de Mastantuono. Su diagonal no es la típica diagonal monda y lironda. Tiene una complejidad y riqueza un poco messiana.

Hizo su diablura, su recorte (le esperamos el recorte y el disparo), un regate muy en corto en el área que no 'computó' por anularse luego el gol de Güler.

Lo mejor de TAA, lo mejor de Mastantuono, lo mejor de Mbappé todo se fue al limbo...¡pero qué liga es ésta!

En la pausa para la hidratación, el narrador de nuestras vidas habló de piratería televisiva, pero ¿cuánto guinde de fútbol hay cada año en la Liga española?

Mastantuono cumple la primera condición para triunfar: que Maldini se pasara el partido insistiendo en que las cosas no le estaban saliendo... "Es que tiene que coger los automatismos", repetía Morientes, más optimista.

Pues eso, cogiendo los automatismos está el Madrid. Cuando se fue Mastantuono a mí el partido se me entristeció. Es ver a Brahim y a Ceballos y el ánimo se me viene un poco abajo. ¿Estoy comiendo bien? ¿me está dando suficiente sol? Son como indicadores de mi salud.

El Madrid ya quedó para aguantar el resultado. Había metido muchos goles pero el marcador era 2-1. Carreras, que a veces parece un primo menos explosivo de Bale, salvó un gol.

No hubo mucho más. El realizador sostuvo un enigmático plano de una bella pareja interracial con camisetas del Madrid. Parecía un anuncio de Adidas en un estadio por fin futurista, pero con árbitros españoles y líneas tordesilla del fuera de juego.
 

ADSL


Pierre Teilhard de Chardin


Ignacio Ruiz Quintano

Abc


Don Álvaro Ortiz de Zárate, que ha vivido en Nueva York, vive ahora en Hoyo de Manzanares, Madrid, donde no hay señal de ADSL y tiene un hijo que necesita Internet. Me lo cuenta por carta para ver si uno pudiera hacer algo. Y remata su frustración con un “¡Qué vergüenza, a treinta kilómetros de Madrid!” que no le importa a nadie, porque la vergüenza es un valor descatalogado en España. Entre usted a cualquier oficina que sea objeto de su queja gritando “¡Qué vergüenza!” y por respuesta sólo recibirá, de todo el personal y a coro, un “¡No lo sabe usted bien!” El caso es que un caballero que tiene un hijo que necesita Internet y vive en Hoyo, donde no hay ADSL, del inglés “Asymetric Digital Subscriber Line”, es decir, Línea de Abonado Digital Asimétrica, para aquellos vecinos de la sierra que nunca hayan tenido noticias de la Red. Consuélese este caballero pensando que hay situaciones peores. Por ejemplo, tener un hijo con monopatín y vivir en Madrid, la meca del ladrillo, donde, curiosamente, no hay ni un baldosín “autorizado” para patinar, actividad tan fuera de la ley que más le valdría al chico dedicarse a la “kale borroka”: gozaría del creciente prestigio social que otorgan algunos círculos progresistas a la insurgencia de diseño y eludiría la pesadilla azul y municipal que consiste en poner a los chavales en el palo de la bandera de Colón a escuchar el “Cara el sol” mientras les despachan la multa de treinta euros... para el culto. ¿Que no hay ADSL en Hoyo, dice usted? El presidente Rodríguez prometió por su honor que, si ganaba las elecciones, pondría un ordenador delante de cada niño de España, pero se ve que en la promesa no estaban incluidas ni la acometida ni la bajante. Internet, y eso lo sabe hasta Rodríguez, es de derechas, aunque el pobre Al Gore salió una vez en TV jurando que Internet era un invento suyo. Quién sabe si un senderista krausista o el mismo lince que hace de vientre en la carretera 501 han pisado el cable de Internet en Hoyo. En fin, encomiéndese usted, señor Ortiz de Zárate, a nuestro buen padre Pierre Teilhard de Chardin, propagador de la “noosfera” y santo patrón de la Red. Pero de las autoridades no espere usted nada.

Domingo, 31 de Agosto

 


se lleva en las patas lana de bordar

Cuando des un banquete, invita a pobres, lisiados, cojos y ciegos; y serás bienaventurado, porque no pueden pagarte; te pagarán en la resurrección de los justos

 DOMINGO, 31 DE AGOSTO


En sábado, Jesús entró en casa de uno de los principales fariseos para comer y ellos lo estaban espiando. Notando que los convidados escogían los primeros puestos, les decía una parábola:


-Cuando te conviden a una boda, no te sientes en el puesto principal, no sea que hayan convidado a otro de más categoría que tú; y venga el que os convidó a ti y al otro, y te diga: “Cédele el puesto a Éste”. Entonces, avergonzado, irás a ocupar el último puesto. Al revés, cuando te conviden, vete a sentarte en el último puesto, para que, cuando venga el que te convidó, te diga: “Amigo, sube más arriba”. Entonces quedarás muy bien ante todos los comensales. Porque todo el que se enaltece será humillado; y el que se humilla será enaltecido.


Y dijo al que lo había invitado:


-Cuando des una comida o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos; porque corresponderán invitándote, y quedarás pagado. Cuando des un banquete, invita a pobres, lisiados, cojos y ciegos; y serás bienaventurado, porque no pueden pagarte; te pagarán en la resurrección de los justos.


Lucas 14, 1. 7-14

sábado, 30 de agosto de 2025

Adolescencia



Ignacio Ruiz Quintano

Abc


Primer amor, primer dolor. Eso, al menos, decían los lectores de Martín Vigil, cuando los chicos leían porque había algo que leer. ¿Qué van a leer hoy? ¿Lo de García Montero? ¡Cielo santo! Esos ayes a lo Gala citando a Pascal para redimir a los obreros no se los salta ya ni Lisa la de los Simpson, cuya cabecita sería la única que no estallaría en esas funciones de teatro subvencionado que ponen en la capital. Hay que reconocer que, si tienes entre doce y dieciséis años, Madrid es una mierda. Me dicen que los feroces guardias del concejal Calvo siguen cayendo sobre los chavales que patinan en la plaza de Colón “ porque es que abajo hay un teatro y no puede ser”. La verdad es que, poco a poco, esa plaza ha ido adquiriendo el toque maleducado y gritón del personaje que da nombre al teatro municipalón, Fernán Gómez, el John Gielgud de la Corte de los Milagros, incluido el milagro de haber sobresalido como actor. En el Centro Cultural de la Villa el gallardonismo puso el rótulo de Fernán Gómez y sustituyó la cascada de agua que tanto gustaba a los guiris por unos cartones plastificados para anunciar unas funciones teatrales destinadas, como ustedes se habrán imaginado ya, a Lisa la de los Simpson, mientras los feroces guardias del concejal Calvo persiguen a su hermano Bart (hermano de Lisa, no del concejal), que patina, risueño, por los adoquines del Jardín del Descubrimiento (“Discovery Garden”). Igual que en la Francia prerrevolucionaria los campesinos apaleaban las charcas para acallar a las ranas con cada nacimiento de un príncipe, los feroces guardias del concejal Calvo apalean las piedras del Jardín del Descubrimiento para acallar a los “skaters” con cada alumbramiento municipal de Alicia Moreno. ¡Pobres Bart Simpson! Yo sé de un grupo de ellos que, hartos de tener que patinar delante de los guardias como nunca lo hicieron esos viejos zánganos de la política que presumen de haber corrido delante de los grises, decidieron colgar la tabla para consagrarse al botellón. Se aburren, pero con porrón. Otro éxito de Gallardón, que al final, para defenderse, siempre tiene cerca a alguna María Inauguración: “¿Tablas? ¡Que jueguen al golf, como todo el mundo!” 

El Real Madrid ante el comienzo de la temporada 2025-2026. ¡Todo en el aire!



Florentino Pérez y Xabi Alonso

La Estrategia y la Táctica


Pepe Campos


Tras los dos primeros partidos jugados en La Liga —contra el Osasuna y el Oviedo— el Real Madrid muestra una imagen todavía incompleta con respecto a lo que puede llegar a ser la nueva era de Xabi Alonso. La etapa de Carlo Ancelotti comienza a ser historia, pero ese Real Madrid del entrenador italiano ha dejado huella en la memoria de los seguidores madridistas. Hubo momentos de gran fútbol, muchas emociones, remontadas y partidos inverosímiles. Como el mismo Ancelotti dijo en su despedida, nada es eterno y la vida es un continuo cambio. Ancelotti para mí se sitúa al lado de Miguel Muñoz —el mejor entrenador habido, porque ponía a los mejores jugadores y les dejaba jugar, sin monsergas; era la época antigua del fútbol, digamos—. En relación con la llegada de Xabi Alonso, para muchos aficionados era totalmente necesaria dada la velocidad que experimentan los tiempos actuales. Entrados en materia, muchas de las novedades que prometía este cambio de entrenador en el equipo madrileño, a día de hoy no se han experimentado. Principalmente, no se ha manifestado esa presión desbocada de los jugadores de ataque sobre las defensas contrarias, que para el Madrid parecía idear Alonso. Lo que se ha observado es una ocupación inteligente, por parte de los futbolistas de arriba, de los espacios que conducen a la salida del balón de los equipos rivales. Es decir, existe presión pero no con un despliegue suicida del esfuerzo, más propio de equipos técnicamente inferiores. En este sentido, más bien diríamos que el Madrid se aplica en un no dejar jugar el balón al rival, y prepararse para la recuperación del esférico cuando sea el momento ideal, que llegará, aplicando una paciente y contenida espera.

 

En segundo lugar, tampoco se ha percibido una defensa con exceso de centrales. Aquí la ocupación del espacio, viene a ser un saber distribuirse de los jugadores del centro en el arranque de las jugadas, que permite que el jugador que juega por delante de los dos centrales clásicos destaque por su buena colocación y por la cobertura hacia arriba, con una amplia gama de movimientos también a derecha y a izquierda de toda la zona medular. Esta labor la ha asumido Tchouameni, con sorpresa, por su buen resultado. Ahora parece un jugador recuperado, preciso y equilibrado. Asume el corte y la confección del juego en esa parcela vital del medio campo —es posible que Alonso haya diseñado para Tchuameni algo que él ya conocía como jugador, tomado de su propio padre, Perico Alonso—. Éste es el mayor éxito y novedad que presenta la venida de Alonso al banquillo del equipo blanco. Después viene la ocupación de las bandas por los laterales, un aspecto que Alonso delinea, y que en los dos casos, Alexander-Arnold y Carreras, se está escenificando con preocupación de cubrir una amplia área de terreno a pesar de la cercanía de estos jugadores a la línea de banda. Se da una exigencia de dinamismo de movimientos, más aún hacia arriba, con proyección atacante —porque ambos jugadores poseen un buen pase o calidad en el centro a la hora de colocar el balón en el área tras subida por el lateral—. De estos dos jugadores, señalar, que Alexander-Arnold atiende y vigila perfectamente lo que le queda a su espalda, mientras Carreras, parece un jugador con llegada hacia la portería rival, descuidando un poco lo que le queda atrás.


Más detalles sobre táctica y estrategia todavía es pronto para adelantar lo que sucederá. Dos partidos oficiales han sido muy poco y queda mucha temporada. Sí, sería interesante, dar un balance, jugador a jugador, de lo que espera Xabi Alonso, por lo que se ha plasmado ya o se percibe, se intuye o se pudiera producir. En este análisis también se incluye el estado de forma de los jugadores. Así, si empezamos por la portería, Courtois sigue al mismo nivel cubriendo todo el arco y atento a las salidas, es posible que utilice mucho sus pies para sacar el balón y llevarlo con prontitud a la delantera. El otro cancerbero, Lunin, ha elegido el confort de ser suplente de Courtois. Si salimos del área, nos encontramos primero con Alexander-Arnold (o Trent), que ha mostrado mayor nivel en la ocupación defensiva clásica del espacio del lateral, con un buen pase de ataque y cierta imprecisión en la entrega en corto del balón. En este puesto, Alonso no quiere perder a Carvajal, sino tenerle como un jugador que participe y se muestre, por su experiencia, su intensidad y su nervio combativo. Veremos aquí, pues, una competencia. En el centro de la defensa, Huijsen, un fabuloso fichaje por su manejo del balón en la salida —de alta precisión—, aunque no se le ha apreciado cómo se desenvolverá en los marcajes, sobre todo en el juego aéreo, a pesar de su altura y envergadura. Militao, está llamado a resolver las situaciones de apuro defensivo cuando sea necesario el cruce, el despeje y el corte. En principio ésta sería la pareja titular de centrales. Aunque no se debe olvidar que la contundencia y solvencia de Rüdiger será de vital uso cuando los equipos contrarios posean jugadores contrastados en sus delanteras. Entre los tres llenan con plenitud la parcela del centro. Asencio permanecería como un jugador de la casa, de recambio, de utilización con garantías cuando sea necesario.


En el lateral izquierdo Carreras parece haberse adueñado de ese puesto desatendido el año pasado. Se le ve más un jugador hacia arriba que si liga bien con Vinicius dará la posibilidad de llegadas profundas por la izquierda; el Madrid con él recupera el buen centro templado del balón hacia el área como en otras épocas tuvo el equipo (Gordillo, Roberto Carlos o Marcelo). Fran y Mendy quedarían para los recambios. Fran, más dinámico, menos defensor. Mendy, aparentemente, menos jugador con el esférico, pero duro de roer si hay que pasarle. Si pasamos al centro de la media, ya hemos indicado esa nueva ubicación, más plena, más amplia, con esa función exitosa de medio centro, de toda la vida, que puede cumplir Tchuameni. Si bien, como su ligazón con el balón no siempre es la apropiada —ese es su lunar, nos recuerda a veces a Pogba—, el equipo necesitará a Güler —por la izquierda y por toda la medular— para la faceta de dar temple y criterio al juego, más la de llevar el balón a las zonas propias de peligro, sin olvido del último centro o del disparo a puerta. Güler es muy buen jugador, no obstante, se nos antoja, la suya, como una tarea excesiva para que pueda cumplir con una misión de tanta envergadura, la de mantener el juego del equipo; ésta es la duda que surge con Güler, la de su capacidad de sacrificio, de concentración o de presencia continua en el juego, en donde se le ven ciertas carencias o discontinuidades, en las que tiene que mejorar o apropiarse para ser primera figura en el mundo del balompié. Alonso apuesta por él y veremos el resultado de toda esta aventura. En su día jugadores como Martín Vázquez —sus botas eran tacos de billar— o Guti —amplia visión—, no pudieron cumplir con empeños similares, sin que sea del todo acertada esta comparativa.


En el lado diestro del medio campo pensamos que es absolutamente imprescindible Valverde. Un jugador de ida y vuelta. De lectura apropiada de los partidos. De confección del juego y de sacrificio para tapar agujeros y recuperar el balón. E incluso con llegada al área rival y con un fantástico tiro a puerta desde fuera del área.  Un jugador que con cualquier entrenador y en todos los equipos sería titular. Un despliegue inmenso en su juego, con balón y sin balón. Después, a la hora de jugar en el centro del campo del Real Madrid, no debemos olvidar que Bellingham aparecerá y normalmente será titular; posee llegada, sacrificio, criterio y gol. Y tampoco hay que ignorar que Camavinga es otro gran jugador que puede ser perfectamente titular porque se anticipa al juego del rival, por disponer de mentalidad defensiva y una amplia gama de recursos para lo que ahora se llama romper líneas, es decir, ir hacia adelante. Necesita mejorar en cómo llevar el balón en los pies, más pegado, no dándole un metro por delante, problema por el que pierde balones importantes —es el defecto que tiene que limar Camavinga, un jugador intenso—. Domina la izquierda pero puede jugar por la derecha, e incluso de lateral izquierdo. Es un comodín. Por último, tenemos a Ceballos un jugador marcado por las lesiones. Sin ir más lejos, el año pasado cuando mejor fútbol mostró, aplicándole al Madrid un sentido común que le faltaba en ese momento, se lesionó con todo lo que conllevó ese suceso —hablamos del mes de febrero, en el mismo meollo de todas las competiciones—. Ceballos dispone de criterio, buen toque y con esa carencia de la continuidad. Que juegue mucho o poco dependerá del desarrollo de la temporada.


Si pasamos a la delantera, la línea donde el Real Madrid presenta más registros, hay que comenzar por Mastantuono —aunque le vemos más como medio—. Jugador zurdo que juega por la derecha —un aspecto hoy dominante, probablemente porque no existen delanteros centros natos, cuando el extremo natural tenía que ir hasta la línea de meta por el lado de su pierna buena—. Mastantuono aporta lucha y entrega, buen posicionamiento, recuperación del balón, presión y un juego sin fisuras. Su propuesta y ofrecimiento le darán un aire de combate al Real Madrid que le viene muy bien, para que nadie se duerma durante el partido. Al mismo tiempo, Mastantuono se hace tan competitivo que podría dejar en el banquillo a alguna figura. Por la misma banda aparece Brahim, un jugador también de disputa y que se gobierna con soltura en los espacios cortos cuando los partidos se convierten en planos y las defensas contrarias en impenetrables. Tiene la cualidad de entrar por donde otros jugadores no son capaces de penetrar. Al igual que Rodrygo, que con su juego de seda se infiltra en las defensas cerradas como una brisa suave, a pesar de que se le quiere enclavar en la izquierda del ataque es un jugador muy resolutivo desde la derecha, con buen regate y pase, que se asocia —otro término moderno— perfectamente con los jugadores que se le ofrezcan. Su punto flaco, ser menos luchador y eso hoy no gusta. Desde mi punto de vista es un jugador indispensable que puede ser titular como clásico siete, no obstante tanto empeño en querer replicarle por Vinicius.


Nombramos a Vinicius y damos —chocamos— con el emporio futbolístico de La Liga y con la prensa apesebrada que han trasladado al aficionado —de alma de cántaro— la obligación de insultarle porque si se hace se es guay. Hay patente de corso en insultar a un jugador bravo que ha ofrecido al mundo del fútbol espectáculo. Un jugador que ha ido hacia arriba, cuando hoy se suele ir hacia atrás. Su generosidad en el juego no ha revertido en plácemes, sino en acusaciones, en querer que entre por el aro —ese es su problema que no se doblega a la opinión buenista: en este caso que no drible, que no exponga a los jugadores contrarios a sus deficiencias—. Es curiososo: todo hijo de vecino quiere verlo fracasar de manera estrepitosa, si bien esto va a ser difícil, pues Vinicius es un gran jugador —poseedor del don del regate—. Me recuerda a Amancio en el odio que generaba su juego preciosista. Amancio como gallego sabía navegar: una diferencia no trasladable. Como Amancio, no fracasará, sobrevivirá. Vinicius se entenderá con Mbappé. Lo veremos. Y ahora hablemos de Mbappé, en realidad el gran cambio surgido en este Real Madrid de Xabi Alonso. Mbappé superadas las secuelas del secuestro al que fue sometido en su etapa del PSG, hoy se le ve como un jugador fresco, comprometido, veloz y goleador. Juega por el centro de la delantera —sin esas presiones que sufrió Ancelotti, por esa prensa sometida—, puede jugar por la izquierda y por la derecha, puede bajar al medio campo, en fin, se ha convertido en el eje del equipo. Cuando en 2018 ganó el Mundial con Francia, en la mejor versión de Mbappé, jugó suficientemente por la derecha, recordemos. Puede hacerlo por donde le dé la gana. Para finalizar, hay que hablar de Gonzalo que aporta el remate de cabeza de Santillana para cuando sea procedente, y de Endrick que con su potente disparo estará ahí cuando se le requiera.


Nos queda por referir que en líneas generales, o como un conjunto de propuestas, el Real Madrid de Xabi Alonso pretende que el equipo mantenga un orden, un equilibrio, un ajuste y un diagrama de esfuerzos, de desempeños y de resultados. Desde este punto de vista, en un equipo que tradicionalmente suele dejarse llevar por lo imprevisto, por las emociones y por las pulsaciones —desde que se fue Di Stefano—, lo relacionado con el orden se convierte, normalmente, en una utopía. Ni Netzer, ni Breitner, ni siquiera Stielike, tampoco Zidane o Kroos consiguieron que su orden reinara en el equipo. Lo emotivo que esconde el Real Madrid suele permanecer. Ese es el verdadero reto de Xabi Alonso, adaptar su racionalidad a la pasión que suele aflorar en el Real Madrid.

Sábado, 30 de Agosto

 


el agrio vino mío es más dulce en tus labios

viernes, 29 de agosto de 2025

No te creo

Konstantín Stanislavski


Ignacio Ruiz Quintano

Abc


El debate religioso ya no se da entre religiones, sino entre los que creen que “creer” tiene algún valor y los demás. Eso decía ya Valéry, y en España el Servicio de Exclusivas Radiofónicas del gobierno acaba de anunciar, como un triunfo de la Ilustración setentayochista, que los españoles creen más en el cambio climático que en Dios (67 a 47 por ciento), y no se descarta que la encuesta la hayan hecho en la Conferencia Episcopal, cuyos miembros no parecen muy chestertonianos, pues sabrían que, cuando se deja de creer en Dios, ya no se puede creer en nada, y el problema es que entonces se puede creer en cualquier cosa.


Ortega, que es el Félix Rodríguez de la Fuente del pensamiento, distinguía entre idea, lo que se tiene, y creencia, donde se está. Las creencias no son ideas que tenemos, sino ideas que somos. Con las creencias propiamente no hacemos nada, sino que simplemente estamos en ellas; lo que los cursis llaman “estar en la creencia”. En las creencias “vivimos, nos movemos y somos”, en perpetuo régimen de excepción, o suspensión de la incredulidad.


Fustel de Coulanges cree que nada hay de más poderío en el alma que una creencia: una creencia es la obra de nuestro espíritu (informado por la TV de Javi Fortes y las tertulias del teatro chino de Manolita Chen), y no somos libres para modificarla a nuestro gusto. “Es humana y la creemos un dios. Es el efecto de nuestro poder y es más fuerte que nosotros. Si nos ordena obedecer, obedecemos; si nos prescribe deberes, nos sometemos”:


Una antigua creencia ordenaba al hombre que honrase al antepasado; el culto del antepasado agrupó a la familia en torno del altar. De ahí la primera religión, las primeras oraciones, la primera idea del saber y la primera moral; de ahí también el establecimiento de la propiedad. Luego se engrandece la creencia y la asociación al mismo tiempo.


Lo que pasa nos lo cuenta Barzun, y es que el siglo XX necesitó una palabra nueva para recargar “creencia” con su significado pleno. Lo intentó, dice, Hemingway, en un libro sobre España: “No era algo en lo que él creía. Era su Creencia”. Sería la intención de algunos teólogos modernos al calificar la creencia de “interrupción de la fe”, pues creer implica un pensamiento “sobre” el objeto de la fe, distrayendo al espíritu de dejarse anegar por su realidad, lo que nos devuelve a San Agustín, que en la Ser les suena al hermano de Almodóvar.


Hemos vuelto al significado más amplio del término “religio” en la antigua Roma: cualquier obligación o devoción vinculante que estructure las relaciones sociales propias. W. T. Cavanaugh recuerda que un juez de distrito americano, Charles Brieant, dictaminó en 2001 que Alcohólicos Anónimos era una religión. Como nuestro cambio climático, cuyos primeros sacristanes son los cómicos del Método Stanislavski. El propio Stanislavski, al cabo de meses de lavado de cerebro, gustaba de acercarse a sus víctimas en los ensayos y decirles: “No te creo”.


[Viernes, 22 de Agosto] 

Viernes, 29 de Agosto

 



Verano madrileño VI

jueves, 28 de agosto de 2025

Tras el bosque de cobre y de ceniza

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Diario de Burgos

Francisco Javier Gómez Izquierdo

 

 El día de S. Pedro (29 de junio) edtuve en Moncalvillo de la Sierra con una cuadrilla de amigos que se sorprendió porque allí no había cobertura telefónica ni de internet y no podían decir al nieto cuál era el tupper de la ensaladilla. Hicimos referencia al peligro de un fuego en un pueblo rodeado de monte y donde acaba la carretera.


  Antier un obrero de la fábrica de Salas de vuelta a Palacios de la Sierra desde su coche vio fuego hacia la Calvilla, el roquedal montuno entre Palacios y Moncalvillo, y entró en el pueblo a bocinazo limpio, gesto que puso en alerta no sólo a los palaciegos sino también a los de  Quintanar, Salas, Hacinas, Canicosa, Huerta, Castrillo que es mi pueblo... y por supuesto a los bomberos. Dice el Diario que todos a una rodearon al monstruo y lo dominaron como vienen haciéndolo desde hace más de cuatro siglos.


   En las teles y los papeles sacan la Sierra de la Demanda estos días, como el Bosque mejor gestionado de Europa y lleva servidor rezando todo el verano porque las modas de este 25 y la terrible ignorancia administrativa no contamine lo que la sensatez conserva.


   En la Demanda creemos que al bosque hay que quererlo de pequeños como si fuera nuestros padres protectores y ya de mayores como a nuestros propios hijos. 

Paulov



Ignacio Ruiz Quintano

Abc


Contra los perros, todo vale –“Anything goes”, es el eslogan que resume el programa epistemológico de Gallardón en esta materia–, y el alcalde ha llegado a considerar en serio la posibilidad de identificar los zurutillos callejeros de los perros mediante la práctica de análisis del ácido desoxirribonucleico, una larga secuencia de cuatro bases que forma los cromosomas y codifica la información genética. En una palabra, DNA para los anglosajones, y para nosotros, ADN. El anuncio causó sensación: se quería dar una imagen de Ayuntamiento dotado de todos los adelantos, ¿y qué mayor ostentación que la de dar a entender que se dispone de científicos municipales incluso para estudiar el ácido desoxirribonucleico alojado en los zurutillos callejeros de los perros? Siempre se ha dicho que al perro, para ser el mejor amigo del hombre, sólo le falta prestar dinero. Bien, pues en Madrid, sólo con que prestara su ácido desoxirribonucleico a la causa de la recaudación municipal –detrás de todo ese aparato científico únicamente se esconde un nuevo sistema municipal de imposición de multas–, cualquier perro sería el mejor amigo del alcalde, que ya no sabe, el hombre, cómo extraer tributos para sus planes, después de haberse pasado ocho años en la Comunidad cortándole las uñas a la garra municipal. La ubre de los parquímetros tampoco da para más, y menos ahora, con los controladores en huelga, que invitan a aparcar. “Hoy es gratis”, se lee en las pegatinas con que han inutilizado las máquinas. ¿Que quiénes son ellos para invitar a un servicio público? Pues... ¡los controladores! Para hacer de tábanos de Io, los griegos tenían a los filósofos y nosotros tenemos a los controladores: ellos clavan su oviducto en nuestros bolsillos y nosotros nos agitamos espoleados por la picadura, manteniéndonos lo bastante despejados como para pensar en arbitrios nuevos, como ése de clasificar las deposiciones de los cánidos. Los lectores anteriores al bachiller socialista habrán oído hablar del perro de Pavlov. Pavlov era un señor...

Jueves, 28 de Agosto

 


Los rojos no usaban sombrero

miércoles, 27 de agosto de 2025

Adiós Raúl




Ignacio Ruiz Quintano

Abc


Lo peor de la Noche Triste de Liverpool es la posibilidad de abrirle las puertas del Bernabéu a Benítez, que es un entrenador de pobres y para pobres, como delatan sus tácticas y sus maneras. Y lo mejor de la Noche Triste de Liverpool es que Gallardón podrá aprovechar la fiesta de San Isidro para despedir a Raúl con la Medalla de Oro de Madrid, en compañía del vate Sabina y del emo Tomás, cuya Medalla de las Bellas Artes ya viaja, por Seur, con destino al cofre de un notario de la capital. Marketing y glamour. Lo del vate Sabina y lo del emo Tomás en el guateque gallardoní de San Isidro tiene que haber sido cosa de Cobo. “Todo lo de Mariano lo hago mío”, dice Gallardón. Y todo lo de Cobo, sabemos que también. Es verdad que un día, en la checa de Bellas Artes, el vate Sabina pidió el voto útil para Zapatero, el Mugabe de León, porque “urge parar a Rajoy”, que es el Mariano de Gallardón. ¿Fue aquel día cuando le dio las yoyas a Mendiluce? Es igual: Sabina paró a Rajoy, y Gallardón, haciendo suyo lo de Mariano, le da la laureada madrileña a Sabina. Y a Tomás, claro, de quien habla Gallardón como si lo hiciera de Tórtola Valencia, la Tórtola del toreo, una especie de carpa fría, dice Ruano, que cultivaba su tremendismo con un sentido comercial profundamente inteligente. Hablando de un bárbaro caudillo criollo que en uno de sus viajes a América se había enamorado de ella, Tórtola, retratada por Zuloaga en “La maja”, contaba: “¡Qué gentileza! Imaginaos que yo bailaba entonces la danza de Salomé y cada noche me enviaba al teatro una cabeza recién cortada para que la pusiera en la bandeja...” La derrota de Liverpool y la medalla de Madrid es la conjunción ideal para el puente, no de plata, sino de oro, que la vida le pone a Raúl para decirnos adiós. Ha sido en el fútbol lo que su amigo Ponce ha sido en el toreo, el más grande, y al guateque gallardoní de San Isidro merecía ir solo. O en compañía de otros.

Miércoles, 27 de Agosto

 


Verano madrileño V

martes, 26 de agosto de 2025

1-3 en el Bahrain Victorious (Nuevo Arcángel) y 0-0 en Riazor


Bahrain Victorious. El nuevo nombre


De camino al campo
Termómetro en el cementerio de San Rafael

Francisco Javier Gómez Izquierdo


             Se hace constar que Iván Ania me parece buen entrenador, que sabe de fútbol y que con mimbres adecuados compondría cestos admirables. No impide lo anterior para que servidor, que lo lleva siguiendo dos años completos partido a partido, crea que se empeña hasta la obsesión en sacar agua del pozo con cestos más o menos vistosos pero cestos al fin, que al llegar al brocal llegan vacíos. Anoche ante Las Palmas en El Arcángel, que ya no se llama así, y ante 17.000 espectadores, muchos de ellos con camisetas amarillas, el entrenador del Córdoba puso una alineación experimental que pedía remiendos en el descanso porque si predicas presión y el contrario llega al medio sin problemas, fuerza tarjeta a tus defensas, crea más ocasiones que tú y el trío de medios Del Moral (con lo que yo esperaba de este chico), Isma, al que le pones a correr en territorio hostil sin conocimiento, y Requena, nuevo e inquietante en la plaza, no se compaginan, no combinan entre sí con criterio, como se decía antiguamente, debes remediar el despropósito. Si además sigues con la manía de poner a los centrales en la raya del centro del campo y subir los laterales como si fueran extremos... como la temporada pasada, pues los entrenadores contrarios, que suelen estudiar a los rivales, cuando toca el Córdoba explican una simple lección: "Los puntas recibid en campo propio. "Tú, Maikel Mesa, toca hacia adelante, y tú Lukovic, y tú,  Ale, corred, que éstos dejan todo el campo". Así llegó una ocasión al inicio que no fue gol de milagro; el 0-1 con balón a la espalda de nuestros centrales que aprovecha Milos Lukovic, un serbio de 19 años que ha prestado el Estrasburgo y que va a dar que hablar. El mismo Lukovic ya en el segundo tiempo recibe en la raya del centro del campo y suelta de primeras para que el galgo Ale García corra tras una liebre que cae en la talega. 0-2. Espero que esta joya canterana no se pierda porque Jesé tenga que jugar por imperativo de contrato. El 0-3 viene tras una galopada desde su parcela ¿qué fue de la presión?* del defensa Enrique Clemente, un maño que no habrá visto tanta facilidad en su humilde carrera.  Jonathan Vieira se marcó un lujo de falta al larguero con rebote vertical que lució más que si hubiera sido gol. ¡Ah, el Churripi, portero reserva, entrenaba al principio a Horkas, el titular, con lanzamientos de una técnica asombrosa. Dos partidos, cinco goles en contra. Si no se remedia el "buquete" la hemorragia puede ser de campeonato.

    El Burgos de Ramis en La Coruña, lo contrario que Ania, acabó 0-0. Sobrio y serio atrás, sin complejos por su "oferta defensiva", pasando algún apuro, pero con dos o tres contras de las que si cuelas en una, pues te llevas los puntos. Appin todavía no está al cien por cien y sale media hora como fortalecimiento defensivo para aguantar el 0-0. ¿Comprende usted don Iván Ania? Me sorprende que Yeremay y Mella sigan en el Deportivo. Antonio Hidalgo no los pone juntos. Es también míster de "bloque bajo", como se dice ahora, y apila medios defensivos por delante de defensores altos. Se ha traído a Loureiro, un fornido lateral-central, del Huesca, al que hizo progresar lo que servidor ni sospechaba, y al gigante Comas, que sigue tan impetuoso como cuando en el Barça parecía que se iba a comer el mundo. Con los laterales Ximo Navarro (no es titular) y Escudero se viste de confianza y experiencia para que transmitan confianza a un equipo que está aún por hacer. Que Yeremay no acabe saliendo me sigue resultando extraño- ¡Ah! El Burgos salió con un once formado por jugadores de la pasada temporada, por lo que exigirle más suena a falta de caridad.

 

      *- A las nueve, 34 grados. No controlar los esfuerzos con ésta temperatura seguro que es malo para la salud. 

El Jarama


Río Jarama, Coslada


Ignacio Ruiz Quintano

Abc


Como esos progres gerundios que se tutean con Dios, cuyo nombre, por cierto, escriben con minúscula (mayúscula para las cosas grandes, minúscula para las cosas pequeñas, enseñaba el hijo de Antón Zotes), y luego echan la Semana Santa oyendo a Bach con ojos blancos como bolitas de alcanfor, tenía uno la ilusión de un agosto descuidado para releer “El Jarama” de Ferlosio, única novela digna de consideración en la literatura española de más de un siglo, con su domingo de agosto de 1950, su merendero, su presa, su luna llena y su chica muerta. “Novela fetiche del antifranquismo”, tiene dicho algún idiota, gloriosamente resumida por el censor del franquismo Javier Dieta Pérez en su informe al mando: “Un domingo a orillas del Jarama. Allí va un grupo de madrileños a remojar su tedio y aburrimiento veraniego… La novela se detiene en la descripción –realísima– de esas diez horas que los excursionistas pasan a orillas del río. El aburrimiento se rompe con la tragedia. Una de las chicas se ahoga. No hay más… Ahí debe estar el valor de la novela. Abundan los tacos [tres, en casi quinientos folios], que no considero suprimibles, aunque me parecen de muy mal gusto. Procede su autorización”. La novela obtuvo el Nadal y un montón de ediciones.


El río éste lo que es muy traicionero. Todos los años se lleva alguno por delante.


Y siempre de Madrid. La cosa: tiene que ser de Madrid; los otros no le gustan. Parece como que la tuviera con los madrileños.


Lo que les pasa, insiste el personaje, es que aprenden a nadar en las piscinas, y luego se vienen a nadar al Jarama, y lo que no saben es que las aguas de este río tienen manos y uñas, como los bichos.


La primera filosofía “potámica” de la Historia, según Fueyo, fue la del señor Yen, un chino del siglo cuarto antes de Cristo, que explica el devenir del mundo por el curso de cuatro grandes ríos de distintos colores que desembocan en los cuatro mares, mientras que el quinto circunda con sus aguas amarillas la montaña sublime de Kunlung, donde se gobierna el mundo.


Ferlosio localiza con nombres propios la muerte de Lucita en el Jarama, con su traje de baño de lana negra, como Quevedo en su soneto a la muerte del duque de Osuna con solos nombres de ríos, pero utilizándolos, dice Pemán, en una función casi mitológica, como expresión de la Europa que llora la muerte del prócer: “La Mosa, el Rhin, el Tajo y el Danubio”.

 

Y la gente que viene; cada año viene más. Y nosotros, en cambio, vaya facha de río. Vaya un Manzanares más ridículo, que parece una palangana, con esa agua tan marrana que trae, que es la vergüenza de un Madrid.


Pues creo que ahora lo van a poner mejor.


Ca. Ese río no lo arregla ni el mismísimo Churchill que lo pusieran de alcalde de Madrid, con todo el talento que le dan en la Prensa a ese señor.


Todo sería cuestión de perras.


[Martes, 19 de Agosto] 

Martes, 26 de Agosto

 


Valle de Esteban

El grito

lunes, 25 de agosto de 2025

Canción del Año Pasado




Ignacio Ruiz Quintano

Abc


Mundial aparte, la “Xabineta” de Alonso echó a rodar en Austria, la patria de Thomas Bernhard, contra el Tirol, sonido del que uno tuvo su primera noticia por “El Tigre de Guadarrama” de las Vainica Doble: “Luego, de bruces, / fui a dar en el arroyo / “ploc, ploc, ploc”, / alegres montañeros federados / entonaban los aires del Tirol: / “iulereiriu...”, un grito como el de Xabi Alonso a Vinicius en un momento del partido para que el brasileño corriera a presionar a un innominado lateral derecho, cosa muy celebrada por el comentarista Milla, que se tiró dos horas cantando la canción del “Año Pasado”, nueva canción del verano. “Ésta ya es una diferencia con el año pasado”, repetía en la TV el mediocentro de Teruel, que habla como jugaba, en adormidera. Es el fútbol moderno, que entusiasma sobre todo a los que no han hecho la mili, y del que sólo se quejan versos sueltos como Raúl de Tomás, que se queja de que se premie más una carrera (¡aquellas carreras demagógicas del tardo-raulismo!) que un regate, con lo cual todos los futbolistas van por el campo como pollos sin cabeza, y que eso a él lo ha matado mentalmente.


Comparar el Madrid de Alonso con el Madrid de Ancelotti carece de sentido: el único partido que Alonso ha jugado con el Madrid de Ancelotti fue contra el PSG, y acabó como hubiera acabado con Ancelotti. El resto de partidos los ha jugado con el Madrid de Ancelotti más una pila de millones en Huijsen, Carreras, Alexander-Arnold… y Mastantuono, más Konaté a la expectativa, plantilla que da para cosas más bonitas que fiarlo todo a la presión de Vinicius a su lateral, que antes íbamos al campo a ver cómo lo regateaba y ahora vamos a ir a ver cómo le presiona. Uno ha visto a Yan Couto, perla brasileña del Gerona, teñido de morado, llorando como magdalena por el destrozo que a base de regates le hizo Vinicius en el Bernabéu, y me cuesta hacerme a la idea de ver a Maffeo llorando como magdalena porque a base de presión Vinicius le impide subir la banda del Bernabéu, que es el fútbol que ahora defienden los mugrillas. La verdad es que grandes entrenadores tienen esas bartoladas: en Burgos, José María Negrillo, discípulo de Merkel, ponía a Juan Gómez a tapar las subidas del lateral, pero Juanito era un genio y hacía lo que le daba la gana, gracias a lo cual salvó su carrera. Otro discípulo de Merkel, Luis Aragonés, hizo de Gabi Moya su jugador fetiche porque, como extremo, presionaba incluso al juez de línea. Fútbol moderno en el campo y fútbol moderno en los despachos, con el envite Louzán/Tebas (separación de poderes a la española) para colocar su Liga a los gringos incautos, y el reclamo que se les ha ocurrido es un Villarreal-Barcelona en Miami, con reparto de dineros para los agraciados, algo que suena a “Miami Vice”, la serie “New Wave” (¡fútbol moderno!) de los 80, la década prodigiosa de los búmer, con Don Johnson (Sony) y Philip Michael Thomas (Rico), papeles entonces rechazados por Nick Nolte y Jeff Bridges, que ahora se nos representan en los caretos de Tebas y Louzán, guardianes de la integridad, con Uribes, el degustador del rabo de toro de Casa Salvador, del fútbol español, que sólo se rige por un principio: el interés nacional. En aras del interés nacional, y mientras le arreglan el Camp Nou ¿por qué el Barcelona de Laporta no juega toda la Liga en Miami? Y con árbitros españoles, que se vean (al Mundial no fue ninguno) y empiecen a quitárnoslos de las manos.


Cobramos salarios indecentes para lo que hacemos, y no nos queremos ir –es la explicación javipoviana (de Javi Poves) del entrenador del Rayo–. No me gusta poner un partido de Liga en Miami, pero si tú quieres seguir chupando del bote, pues hay que aceptarlo.


En éstas llegó Franco Mastantuono y mandó a parar. Con tanta enhorabuena de los periodistas a Franco, parecía una rueda de Prensa en El Pardo, acentuado por el tradicional tuteo falangista de nuestro periodismo a cualquier personaje. Decimotercer jugador de River en el Madrid (el primero fue Di Stéfano), dorsal elegido el número 30 (Jesús empezó su misión a los 30 años), zurdo y el detallazo del mentón partido. Hay crack.


[Sábado, 16 de Agosto]

Lunes, 25 de Agosto

 


Abre la muralla