“Durante un viaje que hice a Madrid para visitar hospitales y frentes, a Miaja no se le caía de los labios este estribillo: ‘¡Soy la vedette de Madrid!’ Todo esto tuvo sus consecuencias: la vedette ingresó en el Partido Comunista, oficial o extraoficialmente.
"La campaña emprendida por el Partido Comunista contra el general Asensio no tiene nombre. No tiene otra explicación que el haberse negado a pasar el Rubicón como la vedette de Madrid. Y tuve que relevarle del mando del Ejército del Centro (...) Ahora se obstinan en echarlo del Ministerio (...) El Comité Comunista se presentó una vez más en mi despacho a reclamar oficialmente la destitución de Asensio. Les contesté que no estaba dispuesto a cometer una injusticia a sabiendas, y que por lo tanto les pedía nuevamente pruebas o indicios que justificaran su acusación (de traición). No poseían nada. Cuando se convencieron de que acusándole de traidor no conseguirían nada, le acusaron de borracho y mujeriego. Les contesté que nunca le había visto embriagado, y que me extrañaba que repudiasen a un general español porque le gustasen las mujeres, cuando me constaba que habían dado ingreso en su partido a invertidos. Esto les debió de sentar como un sinapismo y se marcharon descontentos.”
Mis recuerdos
Francisco Largo Caballero
Capítulo En la presidencia del Gobierno