miércoles, 1 de julio de 2009

EN EL PAÍS DE PIN Y PON

José Ramón Márquez

Nepotismo en la Fiesta: los medios nos asedian con la noticia de que un sobrinillo del mítico toro Idílico, bautizado con el nombre de Bulerías, viaja a Barcelona con tres hermanos con destino a la hecatombe benéfica del próximo domingo. El simpático Bulerías, de la también mítica ganadería de Núñez del Cuvillo, está marcado con el número 166 que, casualmente, es el guarismo del año del fallecimiento de San Aniceto, el Papa que prohibió a los clérigos llevar los cabellos largos. El parentesco de Bulerías con Idílico, toro que ha marcado un antes y un después en la orientación de la cabaña brava a raíz de su indulto por José Tomás el pasado 21 de septiembre en la Monumental de Barcelona, es por parte de madre. La razón de que Bulerías vaya acompañado de tantos toritos desde Cádiz hasta Barcelona es «por si alguno se lastima durante el trayecto», para que haya donde elegir y no por alguna otra razón, ya que la escrupulosa exigencia veterinaria de Barcelona está totalmente garantizada. Sobrinillos tiene el Idílico. Como los cardenales del Renacimiento.
(En la imagen de ariba, los pitones de Idílico (el país de Pin) acarician a las adelfas de la Dehesa El Grullo en Vejer de la Frontera . Abajo, el engallado sobrero de Navalrosal (el país de Pon), de casi seis años, que el domingo pasado echaron en Las Ventas a Morenito de Aranda, publicada por Javier Salamanca en el blog del imprescindible Agustín Hervás.)