sábado, 29 de abril de 2017

Franceschi

María Corina Machado


Ignacio Ruiz Quintano
Abc

A Foxá se le quedaron de Venezuela los montes verdes, enlutados por el vuelo de los hediondos zamuros.

Estos buitres de los Andes son como los viles escuderos de los cóndores, príncipes de la altura, con su blanca gola, casi de armiño, de caballeros del Greco.
En Venezuela, y ante el silencio cómplice de tierra y cielo (es que no falta ni el Papa), con los chavistas en la tierra los venezolanos sólo pueden vivir en el cielo, que para Alberto Franceschi, diputado exiliado, es Miami. De Venezuela al cielo y un agujero en el cielo para ver Venezuela: su periscope.

De origen familiar corso, Franceschi nació en Miranda, por Francisco de Miranda, el amoroso amigo de Catalina de Rusia (¡siempre Rusia!), un hombre de quien otro corso famoso pudo decir que “le arde en el pecho el fuego sagrado del amor a la libertad”. Como a Franceschi.
Hoy, saber de Venezuela es oír a Franceschi, observador (pero sabio) de la política (“la expresión consciente del movimiento inconsciente”), denunciar “la gran sinvergüensura del chavismo, este malandraje cubano” (¡pranes y malandros!) que mata de hambre a los venezolanos mientras mantiene “al medio millón de vagos del partido comunista de Raúl Castro”, y que sólo saldrá del poder “a piedra, plomo y candela”.

Yo no estoy por la guerra. Yo estoy por ganar. Los que dicen que de las dictaduras se sale con votos son estafadores. Estar por las elecciones es trabajar para Maduro. Como dice María Corina Machado: váyanse mientras puedan, o acabarán como ratas.
Lo emociona el coraje de Corina y lo sulfuran los buhoneros españoles con su vaina de la Transacción por Transición. Corina le puso nombre: “¡No a la Transacción!”.

Hay dos procesos: el de la casta política con la cantaleta de las cacatúas democráticas pidiendo elecciones, y el de la Venezuela de la oscuridad, la del barrio, la de la piedra, plomo y candela, alzada contra este gobierno de hampones.
Y un golpe le parece más probable que las elecciones.