viernes, 15 de julio de 2016

Educadores y educados

 San Basilio
 Córdoba

Cartel en Peñafiel

Francisco Javier Gómez Izquierdo

      Tanto día funesto, prefiero achacarlo a las pascuas marzales, que a las explicaciones y jeribeques de tanto listo como habla en España. ¡Mira que sabe cosas la gente que uno ni imagina!  ¡La gente! Ésa es la palabra sagrada de los sabios de hogaño. Al parecer la gente es buena. La gente no se equivoca. Hay que hacer caso a la gente.

     La gente de París, Madrid, Londres, Niza muere asesinada por otra gente a la que “hay que dar respuestas desde un diálogo valiente y convincente”, oigo decir a un tipo que vive de los presupuestos sin pegar ni golpe. Yo no me entero de lo que significa dar respuestas convincentes, pero me parece que conozco mucha más “gente” y tengo un trato más cercano con ella que los que hablan en las teles y las radios y se hartan de recordarnos por si acaso se nos olvida que los musulmanes son buenos y no podemos caer en malas tentaciones.

     Al tertuliano en general se le olvida que a pesar de la gran cantidad de musulmanes que se reproduce sin pausa en Europa, ninguna va y le dice a la policía que su vecino pervierte a la juventud con ideas criminales. Todos los musulmanes de Europa -concedamos un 95%- están convencidos, porque alguien les ha educado así, de que los europeos somos racistas, y como así lo creen, desconfían hasta llegar al odio hacia los infieles que les desbaratan los trapicheos en los que muchos de los suyos andan metidos.

     Luego está ese complejo de culpa que se enseña en las escuelas occidentales por el que hacemos bueno a todo aquél que se escuda en el racismo para hacer el mal. ¿Cómo se les apañará el maestro Vicente para convencer a la infancia que se le confía de que es justo odiar a los toreros, a los curas, a los ricos, a los de Valladolid por que votan al pepé, y por supuesto a los fascistas, que son todos esos y unos pocos más que tiene apuntados en la lista? ¿Y el profesor de secundaria Kichi, al parecer experto en Historia? Bueno, éste y su novia de ahora no engañan más que a los que se tapan los ojos. ¡Qué invento el sindicato USTEA para que te tengan miedo los padres, la Junta y los profesores normales! El Kichi, su novia de ahora y el novio antiguo de la novia de ahora del Kichi son profesores, pero no dan clase desde hace unos cuantos años. Del novio antiguo de la novia de ahora del Kichi no estoy seguro de que siga liberado y se haya arrepentido de fundar el trotskismo en Cádiz, que conste. Estaban liberados y cobraban un buen sueldo antes de mudar de fortuna viviendo tranquilamente en su casa de Cádiz, cantando coplas por los pueblos y de vez en cuando amenazaban con dinamitar cualquier cosa desde un megáfono. Y en la Universidad, Pablo Iglesias, Monedero, Vestrynge... ¿Qué juventud esperamos? ¿A quién ha de sorprender que odie a su país y a sus paisanos? ¿Quién se extraña de que españolitos educados con semejante patulea salgan insensatos? Ayer, en Córdoba, y como nefasto presagio, la señora Ambrosio -con los comunistas y los podemitas de firmes sostenes de su alcaldía- volvió a dar la matraca con prestar la mezquita a “otros” cultos.  La  señora Ambrosio no se va a enterar nunca de que en la “diversidad de cultos” que le nombra el comunista Pedro y la podemita Vicky entra sobre todos los demás el que practica un ejército de asesinos capaz de asesinarla a ella, a sus concejales y a todo el pueblo de Córdoba.

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El Kichi excusó la tradicional presencia en el Corpus por proclamar laico al Ayuntamiento de Cádiz. El Kichi es profesor y debe saber lo que significa laico, laicismo y alcalde. Celebrar el fin del Ramadán como Alá dispone no ha de entenderse como que el Kichi considere tontos a los gaditanos. Simplemente significa que el señor alcalde es laico a la gaditana, un estado espiritual incomprensible para el necio vulgo. Un echarle jeta, hasta dejarlo de sobra.

   (Fotografía: Cortesía del blog Calle Ancha)