domingo, 11 de agosto de 2024

Chanclas por estatuas


Enano de bronce que hace el papel de Velázquez
en la calle de Juan Bravo


Ignacio Ruiz Quintano

Abc


La demanda china de bronce ha disparado el robo de pomos en Madrid. Es la globalización, que no se arregla tirando cantos al escaparate de McDonalds, como hacía Pepe Bové. ¿Tiene Madrid industria suficiente para reabastecer de pomos a los vecinos despojados? En el programa de Rajoy se dice que… Bueno, tampoco es cosa de abrumar a nadie con la política de pomos desarrollada en el programa de Rajoy. Lo urgente es arreglar el problema social que plantean los paisanos de Mircea Eliade, si los apartamos de la industria de la distribución del pomo. A mí se me ocurre que podíamos desviarlos hacia la distribución de estatuas callejeras, que sólo sirven para llevarte un susto en cada esquina. Oviedo, Burgos y Madrid, por citar tres ciudades de derechas, están atestadas de estatuas de confitería o lo que Camba llamaba “escultura kodak”: enanos y enanas de bronce “a los que sólo les falta hablar”. Mandas a la China al lector de bronce que han colocado a la puerta de la Biblioteca de Iván de Vargas en la calle de San Justo y le ahorras al vecindario un disgusto estético y una docena de sacos de pomos. ¿Que a los alcaldes les hacen mucha ilusión sus enanos y enanas de bronce? Podría estudiarse la situación, y, en cualquier caso, no creo que los autores de semejantes zurutillos plásticos hayan roto los moldes. Pero como vecino de Madrid me llenaría de orgullo encontrarme en la muralla china con un dálmata que en su carrito del Carrefour, en vez de pomos y grifos, llevara al enano de bronce que hace el papel de Velázquez en la calle de Juan Bravo. “Los chinos –escribe el padre Ricci, que fue a catequizarlos–, a causa de su desconocimiento de la dimensión de la tierra, y por la exagerada opinión que tienen de sí mismos, creen que solamente China, de todas las naciones, merece ser admirada.” Vale. Pero ya que nosotros tenemos que comernos su estética de bicis y chanclas, que ellos se coman nuestra estética de bronce y confitería.


Julio, 2011